¡°Yo soy la mayor v¨ªctima del hundimiento de la acci¨®n de Dia¡±
El empresario asegura: "Tendr¨ªamos que haber sido m¨¢s cautos. Estamos pagando ese error"
Mija¨ªl Fridman es uno de los empresarios que se hizo rico al calor de la llegada del capitalismo a Rusia, en plena perestroika. Apenas era conocido en Espa?a hasta que se convirti¨® en el primer accionista de la cadena de supermercados Dia a trav¨¦s de su firma Letterone. La fulgurante crisis de Dia por sus problemas contables, su hundimiento burs¨¢til y sus enormes p¨¦rdidas le otorgaron un protagonismo que no esperaba y que ha aumentado despu¨¦s de que la Audiencia Nacional haya abierto una investigaci¨®n sobre si lider¨® una trama para hundir a la empresa tecnol¨®gica Zed, algo que niega rotundamente. La Audiencia investiga tambi¨¦n una denuncia seg¨²n la cual habr¨ªa provocado la crisis de Dia para hacerse con su control. En la primera entrevista que concede en Espa?a, rechaza esa acusaci¨®n de plano: ¡°Yo soy la mayor v¨ªctima del hundimiento de la acci¨®n¡±.
Nacido en Lviv (Ucrania) en 1964 en el seno de una familia jud¨ªa de clase media, Fridman fue un estudiante brillante, de los que ganaban medallas de f¨ªsica y matem¨¢ticas. Seg¨²n su biograf¨ªa oficial, ese origen jud¨ªo le impidi¨® estudiar en la universidad a la que aspiraba y recal¨® en el Instituto de Acero y Aleaciones de Mosc¨². Mostr¨® su olfato para los negocios siendo estudiante, cuando mont¨® una especie de cooperativa para limpieza de ventanas, el inicio de su carrera empresarial.
En 1989 fund¨® con dos compa?eros de instituto Alfa Group, una empresa de importaci¨®n de productos occidentales (ordenadores, tabaco, perfumes, fotocopiadoras...) y en 1990, un banco, Alfa-Bank, que es hoy el mayor banco privado ruso. Quiz¨¢ su gran salto lo dio cuando se hizo con la petrolera siberiana TNK Oil en el proceso de privatizaci¨®n en 1997, un momento de bajos precios del crudo. Lleg¨® a una alianza con BP y TNK-BP se convirti¨® en la tercera mayor petrolera rusa. La dirigi¨® hasta venderla en 2012 por 56.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 50.000 millones de euros al cambio actual). En paralelo, Fridman entr¨® en 1995 en el mercado de la alimentaci¨®n minorista, en un momento, tras el derrumbe del comunismo, en que no exist¨ªan grandes cadenas organizadas de distribuci¨®n. Su grupo X5 Retail es hoy el l¨ªder de ese negocio en Rusia.
Ese inter¨¦s por la distribuci¨®n es el que llev¨® a su veh¨ªculo de inversi¨®n, Letterone, a entrar en Dia. ¡°Vimos que sus ventas por metro cuadrado eran un 30% inferiores a las de Mercadona, siendo el segundo o tercer operador del sector. Somos especialistas en la proximidad, nuestras tiendas de X5 Retail son muy similares, en tama?o, en enfoque a la alimentaci¨®n, en todo. Por eso cre¨ªamos que ten¨ªa un gran futuro¡±, explica. ¡°A eso se sumaba la presencia de Dia en otros pa¨ªses, como Brasil, que es muy atractivo. Es una gran plataforma, es muy similar a Rusia en muchos sentidos¡±.
Asegura que no pod¨ªa imaginar los problemas que surgieron en la empresa hace algo m¨¢s de un a?o: ¡°Nosotros reconocemos que cometimos errores. Tendr¨ªamos que haber sido m¨¢s cautos y deber¨ªamos haber hecho mejores an¨¢lisis. Ese fue nuestro error y lo estamos pagando. No dedicamos el tiempo suficiente a entender a fondo lo que estaba pasando. El hecho es que hemos perdido mucho dinero¡±.
Se muestra sorprendido de que se haya abierto una investigaci¨®n sobre la compra de Dia por Letterone: ¡°Yo soy la mayor v¨ªctima del hundimiento de su acci¨®n, hemos invertido 1.600 millones de euros en la compa?¨ªa. Cuando entramos pensamos que, al ser una empresa cotizada, su nivel de transparencia y la calidad de la informaci¨®n iban a ser muy altos. Luego descubrimos que las finanzas eran enga?osas. Los accionistas espa?oles han perdido su dinero. Pero, ?qui¨¦n es el responsable? ?Por qu¨¦ nos miran a nosotros, que hemos intentado salvar la compa?¨ªa, y no a los que han hecho perder el valor? No lo entiendo. Hemos perdido m¨¢s que nadie. Desde mi punto de vista es una acusaci¨®n similar a la de Zed, y como en ella, no se basa en ninguna prueba¡±.
700 millones
Fridman defiende su papel al lanzar una opa y hacerse con el control de Dia tras la crisis de la empresa: ¡°Lo responsable era intentar salvarla por el bien de los accionistas, de los trabajadores, de los acreedores; de toda la sociedad. Hemos comprometido 700 millones de euros m¨¢s en una compa?¨ªa que estaba en quiebra t¨¦cnica¡±.
Cuando se le pregunta si espera recuperar lo invertido, es tajante: ¡°S¨ª, por supuesto¡±. ¡°Solo necesitamos encontrar el modelo de negocio apropiado, aqu¨ª en Espa?a, en Brasil¡ Pero s¨ª es posible, veo completamente realista recuperar el valor de la empresa y no solo eso, multiplicarlo, confiamos en ello¡±. Y aconseja a los accionistas minoritarios acudir a la ampliaci¨®n de capital en curso: ¡°Les recomendar¨ªa firmemente participar. Ahora mismo la compa?¨ªa est¨¢ muy infravalorada. Tengo mucha confianza en la capacidad de nuestro equipo. No es un mercado f¨¢cil, es competitivo, y hemos descubierto que tampoco es muy amistoso. Podemos demostrar que este equipo profesional puede revivir la compa?¨ªa, reconstruir la marca Dia y traer de vuelta a los clientes a las tiendas¡±.
Letterone no tiene especial inter¨¦s en aumentar su participaci¨®n en Dia: ¡°Tenemos una participaci¨®n suficiente, un 70% es una cantidad razonable. Es justo compartir los riesgos pero tambi¨¦n los beneficios. Creo firmemente en el futuro de Dia¡±.
Fridman estaba dispuesto a retirarse de Dia si no llegaba a un acuerdo con los bancos: ¡°Ofrecimos un plan de reestructuraci¨®n razonable, no propusimos una quita, que es de lo m¨¢s normal en estos procesos, con los que estoy familiarizado. Con los bancos espa?oles, con la mayor¨ªa, nos pusimos de acuerdo bastante r¨¢pido. Pero alguno, en concreto Santander, fue m¨¢s reticente. Al final estamos contentos del acuerdo que alcanzamos¡±, asegura.
El empresario afirma que le ha tocado vivir otras situaciones similares en el pasado, aunque m¨¢s en su papel de banquero: ¡°Con los negocios tienes que ser paciente, razonable, constructivo, y lo menos emocional que puedas. No es placentero perder dinero¡±.
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¡°La acusaci¨®n por Zed no tiene base, ni l¨®gica ni pruebas¡±
Mija¨ªl Fridman asegura que la investigaci¨®n contra ¨¦l por la quiebra de la compa?¨ªa tecnol¨®gica espa?ola Zed le hace sentirse como Josef K., el protagonista de El proceso de Kafka, que fue detenido "sin haber hecho nada malo". Seg¨²n su versi¨®n, el fundador de Zed, Javier P¨¦rez Dolset, "ha falseado muchas cosas, correos, mensajes, memorias" con el fin de "manipular a la opini¨®n p¨²blica, utilizando todos los prejuicios sobre los rusos" y, de ese modo, "esquivar sus responsabilidades y confundir a la opini¨®n p¨²blica, y lo que es m¨¢s grave, al sistema judicial espa?ol, para encontrar un culpable".
¡°En toda mi vida no he visto a Javier P¨¦rez Dolset m¨¢s que un par de veces en eventos sociales porque era socio de un amigo m¨ªo, pero nunca habl¨¦ con ¨¦l sobre negocios. Nunca ha estado en mi oficina ni en mi casa¡±, asegura.
El fiscal Jos¨¦ Grinda le acusa de liderar una trama para hundir Zed y comprarla a bajo precio. ¡°No conoc¨ªa la existencia de esta empresa. La escala de la operaci¨®n, de la compa?¨ªa, era insignificante, carec¨ªa de cualquier atractivo como para mostrar inter¨¦s. Este hombre intent¨® vender la compa?¨ªa a Letterone, envi¨® un par de cartas en las que propon¨ªa la venta. Fue iniciativa suya. Despu¨¦s de analizar sus finanzas, la conclusi¨®n era muy clara, no ten¨ªamos ning¨²n inter¨¦s¡±.
¡°Me extra?a que alguien tome en serio a esta persona. Toda la situaci¨®n es kafkiana¡±, se?ala. ¡°Respeto al sistema espa?ol, he venido aqu¨ª pese a todo tipo de comentarios poco amistosos, porque no creo que haya nada que ocultar. He sido todo lo transparente que he podido para desmontar esas acusaciones para las que no hay base, ni l¨®gica ni pruebas¡±, a?ade.
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