El Plan Europeo de cambio clim¨¢tico: una apuesta para aprovechar las oportunidades
La lucha contra el calentamiento global no es algo ideol¨®gico, debe preocupar a todos
Hace unos d¨ªas tuve la oportunidad de asistir a una cena invitado por el presidente de la Rep¨²blica Francesa, Emmanuel Macron, a la que tambi¨¦n asistieron la nueva presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, y la canciller alemana, Angela Merkel.
Von der Leyen nos transmiti¨® all¨ª sus prioridades para esta nueva legislatura, con las que coincidieron los l¨ªderes de Francia y Alemania: el cambio clim¨¢tico, la digitalizaci¨®n y los procesos migratorios. Tres cuestiones esenciales de nuestro tiempo, y que guardan una estrecha relaci¨®n.
Por lo que respecta a la primera de ellas, la pol¨ªtica clim¨¢tica, la presidenta de la Comisi¨®n ya anunci¨® en su discurso de investidura que en los primeros 100 d¨ªas de mandato presentar¨ªa lo que denomin¨® un European Green Deal ¡°con el objeto de hacer de Europa el primer continente neutro en carbono en 2050¡±, formalizando adem¨¢s tal compromiso en legislaci¨®n espec¨ªfica.
La degradaci¨®n del planeta est¨¢ originando una demanda social entre los j¨®venes
Para ello, se pondr¨¢n en marcha el llamado Plan de Inversiones Sostenibles y una estrategia de financiaci¨®n verde, encaminados a movilizar hasta un bill¨®n de euros en inversiones p¨²blicas y privadas a lo largo de la pr¨®xima d¨¦cada (una cantidad que representa el 75% de todo el producto interior bruto de Espa?a), y se transformar¨¢ el Banco Europeo de Inversiones, convirti¨¦ndolo en parte en un ¡°banco clim¨¢tico¡±. Adem¨¢s, se aprobar¨¢ un Plan de Econom¨ªa Circular y se crear¨¢ un Fondo para una Transici¨®n Justa con el fin de ayudar a los pa¨ªses y regiones a implementar las medidas.
En suma, todo un programa de futuro que, si se implanta de forma eficaz, contribuir¨¢ a demostrar el claro liderazgo de nuestro continente en la respuesta a uno de los m¨¢s graves y urgentes problemas a los que se enfrenta el mundo en la actualidad.
En efecto, estos ¨²ltimos cinco a?os han sido los m¨¢s c¨¢lidos desde que hay datos disponibles, y en los 22 a?os que han transcurrido desde que se firmara el Protocolo de Kioto se han registrado los 20 con mayores temperaturas.
La acelerada degradaci¨®n del planeta est¨¢ provocando una creciente demanda social, liderada especialmente por los j¨®venes, tal y como tuve ocasi¨®n de comprobar de primera mano en la reciente cumbre de cambio clim¨¢tico en Nueva York. Una inquietud plenamente leg¨ªtima por saber c¨®mo ser¨¢ el mundo que les espera, el mundo que les estamos dejando.
La cuesti¨®n no es el negacionismo del cambio clim¨¢tico, sino la inacci¨®n
Pero hay s¨®lidas razones para la esperanza: entre ellas, el desarrollo tecnol¨®gico de las energ¨ªas limpias, que va a abrir nuevos horizontes, permiti¨¦ndonos alcanzar metas que hace unos pocos a?os parec¨ªan imposibles. Las espectaculares reducciones de coste que est¨¢n experimentando las energ¨ªas renovables (especialmente la e¨®lica y solar) y las bater¨ªas transformar¨¢n el sector energ¨¦tico en uno basado fundamentalmente en energ¨ªas limpias y competitivas, permitiendo una electrificaci¨®n eficiente de otros usos y sectores, como el transporte o la calefacci¨®n.
Esta transformaci¨®n es particularmente importante para la Uni¨®n Europea, dada su elevada dependencia energ¨¦tica. La reducci¨®n del uso de los combustibles f¨®siles representar¨¢ para Europa una significativa ca¨ªda de las importaciones de petr¨®leo, circunstancia que podr¨¢ aprovecharse para potenciar la econom¨ªa local de los distintos estados miembros.
Nos hallamos ante una oportunidad ¨²nica de potenciar la trascendencia de la idea europea, plasmada en una s¨®lida, amplia y profunda conciencia ambiental, la equidad intergeneracional y la solidaridad y la cooperaci¨®n con pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
Por todo ello, el liderazgo de la Uni¨®n Europea, representado por este plan de Ursula von der Leyen, no es oportunista ni se adscribe a una ideolog¨ªa o partido concreto, sino que se fundamenta en los mismos pilares que los valores europeos.
Von der Leyen pertenece a un partido conservador, demostrando que la lucha contra el cambio clim¨¢tico no es una cuesti¨®n ideol¨®gica, sino una tarea que concierne y debe preocupar por igual a toda la sociedad. Es ya el momento de superar debates y hacer que esta cuesti¨®n ¡ªy otras de car¨¢cter ambiental¡ª sean esgrimidas como bandera por unos y por otros, independientemente del signo pol¨ªtico. Por ello, es muy oportuno que, para desarrollar esta agenda clim¨¢tica, la presidenta haya elegido a un socialista, Frans Timmermans, como vicepresidente ejecutivo. Un pol¨ªtico experimentado y muy comprometido con el medio ambiente con el que, estoy seguro, formar¨¢ un gran equipo.
Hay que aplicar pol¨ªticas en todos los ambitos: innovaci¨®n, industria y financiaci¨®n
La presidenta es, adem¨¢s, la primera mujer que ostenta la jefatura de la Comisi¨®n: el cambio que est¨¢ experimentando toda la sociedad europea llega ya al principal ¨®rgano ejecutivo de la Uni¨®n. La elecci¨®n de una mujer ¡ªde esta mujer en concreto¡ª es muestra de unas ideas y una sensibilidad nuevas que se vieron claramente reflejadas ya en su primer discurso ante el Parlamento Europeo.
Todo ello tiene un fuerte car¨¢cter simb¨®lico pero, a mi juicio, encierra tambi¨¦n un valor real: la Uni¨®n da un paso adelante en transversalidad y en igualdad. Un paso adelante genuinamente europe¨ªsta.
Con ella al frente de la Comisi¨®n, se refuerza la apuesta por el renacimiento de la industria en nuestro continente, que debe aprovechar las oportunidades en igualdad de condiciones con otros actores globales. Oportunidades que requieren innovaci¨®n y, sobre todo, un liderazgo tecnol¨®gico que no se limita a las energ¨ªas limpias, sino que afecta a toda la econom¨ªa (procesos industriales limpios, edificios m¨¢s eficientes, econom¨ªa circular, agricultura sostenible¡).
Hace ya tiempo que sabemos que las decisiones pol¨ªticas van muy por detr¨¢s de la gravedad y la urgencia del problema. Es esencial que todos y cada uno de nosotros intentemos adoptar comportamientos y actitudes m¨¢s sostenibles, pero para lograr un verdadero cambio social es necesario contar con pol¨ªticas vertebradoras. La temperatura del planeta se ha incrementado ya en un grado, y el 60% de las emisiones de CO2 acumuladas en el mundo se han generado en los ¨²ltimos 40 a?os, en los que hemos sido conscientes de la situaci¨®n. Los cient¨ªficos indican claramente que no debemos pasar de 1,5 grados, y que a partir de los dos los efectos del cambio clim¨¢tico ser¨¢n desastrosos, pero las tendencias actuales indican que, si nada cambia, estaremos en camino de provocar un aumento de entre 2,5 y tres grados.
Pr¨¢cticamente ning¨²n cient¨ªfico cuestiona ya estos datos, ni que el problema actual del cambio clim¨¢tico tiene origen en la actividad humana. Y, sin embargo, se sigue sin actuar. El problema no es el negacionismo, sino la inacci¨®n.
Por todo ello, esta debe ser la d¨¦cada de la acci¨®n clim¨¢tica, liderada por la Uni¨®n Europea. Es preciso pasar de las palabras a los hechos, con determinaci¨®n y altura de miras. De los objetivos, a las pol¨ªticas y a su implementaci¨®n. Hay que hacer, pero tambi¨¦n medir y reportar. El plan de la nueva presidenta de la Comisi¨®n Europea apunta plenamente en esta direcci¨®n.
Es preciso aplicar las pol¨ªticas clim¨¢ticas en todos los ¨¢mbitos: en la financiaci¨®n, en la innovaci¨®n, en la industria. Dando incluso un paso m¨¢s all¨¢, en la reciente cumbre clim¨¢tica de Nueva York, Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, apost¨® por que las empresas paguen impuestos no solo por los beneficios que obtienen, sino tambi¨¦n por la forma en la que los obtengan, incluyendo los costes y beneficios ambientales que causan a la sociedad.
La Uni¨®n Europea necesita reforzarse, vitalizarse. La lucha contra el cambio clim¨¢tico es un proyecto inmediato, ineludible, de valor universal, que puede ser un fuerte factor aglutinante para los pr¨®ximos a?os, para las pr¨®ximas d¨¦cadas. Estamos hablando de oportunidades para la industria, para el empleo, para la sostenibilidad, para el progreso, para el futuro. Este es el mensaje y el proyecto de la presidenta Von der Leyen. Como dijo H.G. Wells, nuestra verdadera nacionalidad es la humana. Eso es Europa.
Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n es presidente de Iberdrola?
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