?La hiperconectividad genera conflicto entre trabajo y vida personal?
Cuando la empresa transmite la necesidad de estar siempre disponible, es pr¨¢cticamente inevitable que se genere un conflicto
El acceso ubicuo a Internet, los tel¨¦fonos inteligentes o los ordenadores port¨¢tiles y a precios asequibles nos han facilitado la vida en muchos aspectos, pero tambi¨¦n han difuminado las fronteras entre los diferentes dominios de nuestra vida. Debido a esta confusi¨®n de l¨ªmites, para muchas personas resulta m¨¢s dif¨ªcil desconectar del trabajo y recuperarse fuera del horario laboral, una tendencia que puede generar conflictos entre el trabajo y el hogar, y aumentar el estr¨¦s y las enfermedades mentales.
Pero no todo el mundo sufre esas posibles consecuencias negativas que se derivan de la conexi¨®n continua. Que la hiperconectividad genere estr¨¦s y conflicto entre trabajo vida personal depende de dos grandes factores: las preferencias personales del trabajador y las pautas establecidas por su empresa.
En cuanto a las preferencias personales, hay dos tipos de empleados seg¨²n su tendencia a combinar o separar su vida laboral y personal: los integradores y los segmentadores. Los primeros prefieren mezclar ambos mundos y, por ejemplo, aprovechan para trabajar durante el rato de espera en la consulta del m¨¦dico o responden a un mensaje del tutor de sus hijas en horario de trabajo. Por el contrario, los segmentadores prefieren mantener una estricta l¨ªnea divisoria entre el trabajo y su vida personal, de modo que se centran en uno de los dos en distintos momentos del d¨ªa. Seg¨²n algunas investigaciones, existe un mayor porcentaje de trabajadores que se decantan por el modelo segmentador, aunque la diferencia no es muy marcada, y una persona puede incluso alternar entre uno y otro en distintos momentos de su vida. En principio, los integradores se sentir¨¢n m¨¢s a gusto en un contexto de hiperconectividad que les permita combinar f¨¢cilmente los ¨¢mbitos personal y laboral. Los separadores, por su parte, deber¨¢n buscar el modo de establecer fronteras psicol¨®gicas o f¨ªsicas que les facilite el mantener separados ambos ¨¢mbitos, siempre que su empresa se lo permita.
Porque no todo depende de las preferencias personales. Las normas que aplique la empresa en cuanto a la separaci¨®n y la integraci¨®n tienen un gran impacto sobre el potencial conflicto entre vida y trabajo derivado de las posibilidades de conexi¨®n. En general, lo que m¨¢s favorece a los trabajadores es que su empresa les d¨¦ libertad para aplicar el nivel de integraci¨®n que prefieran. Cuando la empresa transmite la necesidad de estar siempre disponible (incluso aunque permita que en horario laboral se lleven a cabo tareas personales), es pr¨¢cticamente inevitable que se genere un conflicto entre trabajo y vida personal, incluso para las personas de talante integrador, porque no se les deja elegir cu¨¢ndo o c¨®mo combinan ambos mundos. Pero el extremo contrario tampoco es beneficioso para todos. Cuando la empresa imposibilita totalmente que los empleados trabajen desde casa (por ejemplo, cerrando la intranet o el sistema de correos electr¨®nicos), impide que las personas con una alta preferencia por la integraci¨®n act¨²en del modo que mejor encaja con sus necesidades.
Para evitar el estr¨¦s asociado a la hiperconectividad y que el trabajo colonice la vida personal, el primer paso es que los directivos identifiquen sus propias preferencias de integraci¨®n y separaci¨®n, acepten la existencia de otros estilos, y proporcionen opciones flexibles que dejen a los trabajadores controlar las fronteras que ponen entre vida personal y trabajo. Para lograrlo, es fundamental establecer un entorno de trabajo centrado en los resultados y no en la presencia, donde se d¨¦ m¨¢s peso a la calidad del trabajo hecho que al n¨²mero de horas de presencia o a la conexi¨®n fuera del horario de trabajo. Animo a las empresas a propon¨¦rselo y avanzar en este sentido.
Eva Rimbau Gilabert es profesora de Recursos Humanos en la UOC
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.