Nuevas tecnolog¨ªas y derechos laborales
El cambio tecnol¨®gico est¨¢ siendo considerado err¨®neamente como una amenaza para el empleo
Las nuevas tecnolog¨ªas est¨¢n siendo consideradas err¨®neamente como una amenaza para el empleo. El verdadero riesgo de la profunda transformaci¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica que estamos viviendo no es su potencial para eliminar puestos de trabajo, sino la fascinaci¨®n por una nueva econom¨ªa en la que el trabajo tendr¨ªa menor relevancia y los derechos laborales ser¨ªan menos necesarios.
La realidad es que la demanda de empleo de calidad no deja de crecer. En los pa¨ªses industrializados que han incorporado m¨¢s intensamente las nuevas tecnolog¨ªas ha aparecido el fen¨®meno de la falta de trabajadores cualificados. En la UE las vacantes laborales han pasado de representar el 1,3% de los ocupados en 2013 al 2,3% en 2019. En la Rep¨²blica Checa significan el 6,2%; en B¨¦lgica y Holanda, el 3,4%, y en Alemania, el 3,3%, seg¨²n Eurostat. En este ¨²ltimo pa¨ªs el Instituto de econom¨ªa de Colonia ha detectado la falta de 300.000 cient¨ªficos, ingenieros y expertos en tecnolog¨ªa.
En Espa?a, las empresas no han mostrado la capacidad suficiente para emplear a los j¨®venes altamente cualificados que encuentran trabajo en otros pa¨ªses. En nuestro pa¨ªs la tasa de vacantes laborales es del 0,9%, mientras que la de paro es del 14,2%, cuando Europa registra la m¨¢s baja desde 2000, situada en el 6,2%. La mayor aspiraci¨®n de los j¨®venes es ¡°tener un buen trabajo¡±, seg¨²n manifestaron el 38% de los encuestados, en una investigaci¨®n realizada por Funcas en un segmento de la poblaci¨®n espa?ola de entre 20 y 34 a?os.
Estos datos indican que para afrontar la mayor preocupaci¨®n de los espa?oles, el paro (56,9%), hay que poner m¨¢s el enfoque en la modernizaci¨®n de las empresas, que va a un ritmo menor que el esfuerzo realizado por los j¨®venes para formarse.
Los cambios tecnol¨®gicos urgen la defensa y mejora de derechos. Profesores de Derecho del Trabajo, jueces, inspectores de trabajo y sindicalistas son m¨¢s necesarios que nunca. El derecho al trabajo est¨¢ establecido no solo en las normas nacionales e internacionales como la OIT, sino en la propia Constituci¨®n.
Las nuevas tecnolog¨ªas comportan una nueva organizaci¨®n de la econom¨ªa, pero deben preservar los derechos de los trabajadores, que no caen del cielo. La evoluci¨®n de la jornada laboral es bien ilustrativa para ver de d¨®nde vienen los derechos.
En Barcelona, la huelga de la Canadiense, que paraliz¨® la ciudad durante 44 d¨ªas, forz¨® al Gobierno a aprobar la jornada de ocho horas en 1919. Exigi¨® muchos sacrificios, cuatro muertos y m¨¢s de 3.000 detenidos. Los obreros ven¨ªan de un mundo siniestro. En las f¨¢bricas de Barcelona de 1856, las ni?as de seis a ocho a?os trabajaban 16 horas diarias. De los 25.479 obreros de la ciudad, 3.799 eran ni?os, como explicaba Fabi¨¢n Estap¨¦ en su Vida y obra de Ildefonso Cerd¨¤. No son cuentos del pasado. Hoy, destacadas multinacionales se lucran con el trabajo infantil. Las nuevas tecnolog¨ªas no pueden ser la coartada para reducir derechos laborales, sin los cuales no habr¨¢ sociedades estables, ni democracia.
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