100 acad¨¦micos y 60 asociaciones europeas piden que el BCE ¡°act¨²e de inmediato¡± contra el cambio clim¨¢tico
Reclama en una carta a Christine Lagarde que ¡°no compre activos de empresas involucradas en industrias intensivas en carbono"
Un total de 100 acad¨¦micos y 60 asociaciones europeas comprometidas con un sistema financiero que sirva a la sociedad, entre las que se encuentra Asufin, han enviado una carta a Christine Lagarde, presidenta del BCE, para que "act¨²e de inmediato" en la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Estos expertos reclaman que el BCE ¡°no compre activos de forma masiva de empresas involucradas en industrias intensivas en carbono y relacionadas con combustibles f¨®siles¡±. Le piden que ¡°bajo su liderazgo, el BCE apoye las operaciones de expansi¨®n y refinanciaci¨®n en inversiones verdes".
Un nutrido grupo de expertos y activistas del mundo econ¨®mico europeo, la mayor parte de ellos agrupados en Finance Watch, asociaci¨®n dedicada a hacer que las finanzas sirvan a la sociedad, reclaman a Lagarde que d¨¦ un paso al frente contra el cambio clim¨¢tico.
En la misiva, que se publicar¨¢ hoy en los principales diarios de toda Europa, le recuerda que durante su intervenci¨®n ante el Parlamento Europeo, ¡°se comprometi¨® acertadamente a que el BCE sit¨²e la protecci¨®n del medio ambiente en el centro de los cometidos que le conciernen¡±.
Apuntan que las estimaciones que manejan, apuntan que ¡°si no se aplican medidas contundentes de mitigaci¨®n, los riesgos f¨ªsicos relacionados con el cambio clim¨¢tico podr¨ªan ocasionar p¨¦rdidas de hasta 24 billones de d¨®lares en los activos financieros mundiales¡±.
Cambio radical de flujos financieros
Por eso le piden ¡°un cambio radical de flujos financieros hacia una transici¨®n energ¨¦tica baja en carbono y socialmente justa, y esto dif¨ªcilmente es posible sin que los bancos centrales redirijan activamente el sistema financiero en la direcci¨®n correcta¡±. El resultado, dicen estos expertos, har¨¢ que la econom¨ªa sea m¨¢s sostenible y crear¨¢ empleo en sectores menos intensivos en carbono.
Aseguran que el BCE, ¡°en nombre de la neutralidad del mercado, sigue comprando activos de forma masiva de empresas involucradas en industrias intensivas en carbono y relacionadas con combustibles f¨®siles¡±. Y recuerdan que el BCE ha sido muy ingenioso en la crisis pasada para defender el euro por lo que le reclaman esta inteligencia para ¡°redise?ar las operaciones de expansi¨®n cuantitativa para una transici¨®n verde.
Precisamente ayer, Lagarde dijo en el Parlamento Europeo que su revisi¨®n de la estrategia del BCE ¡°constituir¨¢ una oportunidad para reflexionar sobre c¨®mo abordar la sostenibilidad en la pol¨ªtica monetaria¡±.
Texto ¨ªntegro de la carta:
¡°El BCE tiene que actuar de inmediato para frenar el cambio clim¨¢tico¡±
Estimada Christine Lagarde,
Como nueva Presidenta del Banco Central Europeo, usted se enfrenta a muchos desaf¨ªos en los pr¨®ximos a?os, pero el m¨¢s crucial de todos es determinar de qu¨¦ modo actuar¨¢ el BCE para luchar contra el cambio clim¨¢tico y acelerar la transici¨®n hacia una econom¨ªa libre en carbono. Durante su intervenci¨®n ante el Parlamento Europeo, usted se comprometi¨® acertadamente a que el BCE sit¨²e la protecci¨®n del medio ambiente en el centro de los cometidos que le conciernen¡±. Como acad¨¦micos, l¨ªderes de la sociedad civil y ciudadanos profundamente preocupados por el cambio clim¨¢tico, estamos convencidos de que la instituci¨®n financiera m¨¢s poderosa de Europa no puede permanecer pasiva mientras somos testigos de una creciente crisis medioambiental.
El cambio clim¨¢tico no solo pone en peligro procesos vitales, tambi¨¦n amenaza la estabilidad, la econom¨ªa y el empleo. Se ha estimado que si no se aplican medidas contundentes de mitigaci¨®n, los riesgos f¨ªsicos relacionados con el cambio clim¨¢tico podr¨ªan ocasionar p¨¦rdidas de hasta 24 billones de d¨®lares del valor de los activos financieros mundiales. Por todas esas razones, necesitamos un cambio radical de flujos financieros hacia una transici¨®n energ¨¦tica baja en carbono y socialmente justa, y esto dif¨ªcilmente es posible sin que los bancos centrales redirijan activamente el sistema financiero en la direcci¨®n correcta. Esto no solo har¨¢ que nuestra econom¨ªa sea m¨¢s sostenible, sino que facilitar¨¢ la creaci¨®n de empleo en sectores menos intensivos en carbono
Sabemos que este tema se est¨¢ discutiendo en muchos de los bancos centrales miembros de la "Red para la ecologizaci¨®n del sistema financiero", incluido el BCE. Pero el proceso est¨¢ siendo muy lento y estamos perdiendo tiempo. No podemos esperar a?os para estudiar los riesgos financieros involucrados a largo plazo; los bancos centrales deben usar todas las herramientas a su disposici¨®n para prevenir de manera proactiva estos riesgos. En ese sentido, es particularmente llamativo
que el BCE, en nombre de la neutralidad del mercado, sigue comprando activos de forma masiva de empresas involucradas en industrias intensivas en carbono y relacionadas con combustibles f¨®siles. Si el BCE est¨¢ realmente preocupado por los riesgos relacionados con el clima, debe reconocer que su actual pol¨ªtica monetaria es parte del problema y est¨¢ reforzando un status quo peligroso.
Sin m¨¢s demora, el BCE deber¨ªa comprometerse a eliminar gradualmente activos intensivos en carbono de sus carteras, comenzando con la desinversi¨®n inmediata en activos relacionados con el carb¨®n. Sin esperar al desarrollo de la ¡°taxonom¨ªa verde¡± por parte de la Comisi¨®n Europea, los criterios de impacto clim¨¢tico deber¨ªan usarse para evaluar todos los activos actualmente dispuestos para operaciones monetarias.
Como ha demostrado la respuesta de emergencia a la ¨²ltima crisis financiera, los bancos centrales no carecen de imaginaci¨®n cuando la situaci¨®n lo exige. Bajo su liderazgo, el BCE podr¨ªa desplegar un ingenio similar para abordar las amenazas que plantea el cambio clim¨¢tico; por redise?ar las operaciones de "expansi¨®n cuantitativa" o refinanciar operaciones que aseguren una inversi¨®n en la contribuci¨®n a la transici¨®n verde.
Inevitablemente se tendr¨¢ que enfrentar a la resistencia ideol¨®gica de quienes piensan que los bancos centrales deber¨ªan dejar a otros las pol¨ªticas clim¨¢ticas y permanecer en el mercado de forma ¡°neutral¡±. Pero es el momento de revisar este principio. Si uno est¨¢ de acuerdo con Nicholas Stern en que ¡°el cambio clim¨¢tico es el resultado de la mayor falla del mercado que el mundo ha visto¡±, entonces la idea de que la pol¨ªtica monetaria deber¨ªa simplemente reflejar el mercado equivale a agregar una falla regulatoria m¨¢s del propio mercado.
Por otro lado, tambi¨¦n encontrar¨¢ un fuerte apoyo pol¨ªtico ante una acci¨®n decidida. La lucha contra el cambio clim¨¢tico es un importante objetivo pol¨ªtico de la UE y, como tal, se ajusta a su mandato tal y como lo define el art¨ªculo 127 del Tratado Fundacional de la Uni¨®n Europea. Esto ha sido confirmado en varias ocasiones por el Parlamento Europeo. Adem¨¢s, el BCE como instituci¨®n de la UE est¨¢ legalmente concernida por el Acuerdo por el clima de Par¨ªs. Y si alberga alguna duda sobre este punto en el futuro, puede confiar en que el Parlamento Europeo ¨Cante el que el BCE rinde cuentas- proporcione mayor claridad y orientaci¨®n sobre el papel que el BCE debe jugar dentro de la estrategia clim¨¢tica general de la UE.
Si usted cumple su promesa de poner al BCE a la vanguardia de la lucha contra el cambio clim¨¢tico, puede contar con nuestro apoyo para contribuir al debate de manera constructiva y democr¨¢tica. Le deseamos buena suerte y ¨¦xito.
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