La herencia econ¨®mica de Mauricio Macri, una pesada carga para Alberto Fern¨¢ndez
Los datos muestran que los argentinos son m¨¢s pobres, deben m¨¢s dinero y tienen m¨¢s problemas de empleo que hace cuatro a?os
El balance econ¨®mico de los cuatro a?os de Gobierno de Mauricio Macri no es bueno. Desde diciembre de 2015, el peso se ha derrumbado frente al d¨®lar, la deuda externa se multiplicado, la actividad econ¨®mica ha ca¨ªdo, la inflaci¨®n se ha disparado y la pobreza y el desempleo han crecido. La crisis econ¨®mica fue clave en la derrota electoral del macrismo y el regreso del peronismo al poder?en las elecciones del pasado 27 de octubre. Alberto Fern¨¢ndez, vencedor de aquel pulso en primera vuelta, deber¨¢ lidiar con una econom¨ªa que lleva dos a?os en recesi¨®n y con la obligaci¨®n de renegociar los t¨¦rminos de una deuda que se ha vuelto impagable en los plazos acordados por el Ejecutivo saliente. En un optimista balance de gesti¨®n, Macri insisti¨® en rescatar los puntos positivos de su legado: un d¨¦ficit bajo control, estad¨ªsticas fiables, una bajada de la presi¨®n tributaria y un tipo de cambio competitivo.
Las cifras de la econom¨ªa macrista sufren a¨²n m¨¢s por la distancia entre las expectativas y los hechos. En la campa?a electoral que le llev¨® al poder en 2015, el hoy presidente saliente hizo bandera de su promesa de ¡°pobreza cero¡± y se mostr¨® convencido de que bajar la inflaci¨®n era "la cosa m¨¢s f¨¢cil del mundo". Lleg¨® a decir, incluso, que la subida de precios era evidencia de los errores de un Gobierno y que bastar¨ªa con el shock de confianza que provocar¨ªa su presencia en la Casa Rosada para recibir "una lluvia de d¨®lares" en inversiones. Nada de eso pas¨®: Macri hered¨® un PIB de 643.000 millones d¨®lares y entregar¨¢ uno de 450.000 millones. La actividad econ¨®mica ha sufrido un recorte del 4,5% en cuatro a?os, con un solo ejercicio de cuatro en positivo (2017). El brazo de Naciones Unidas para el desarrollo regional (Cepal) prev¨¦ una ca¨ªda del 3% este a?o.?La p¨¦rdida del valor del peso refleja parte del derrumbe: si en diciembre de 2015 un d¨®lar se cambiaba por 13,4 unidades, hoy son 63: una cifra inimaginable en el resto de Am¨¦rica Latina salvo en el sempiterno caso de excepci¨®n en el que se ha convertido Venezuela.
La acci¨®n conjunta de recesi¨®n e inflaci¨®n ¡ªeste a?o el IPC acumular¨¢ una subida superior al 55%¡ª dispar¨® los ¨ªndices de pobreza y desempleo. El porcentaje de poblaci¨®n por debajo del umbral de carest¨ªa pas¨® del 29% de mediados de 2015 al 40,8% de junio pasado ¡ªla m¨¢s alta desde la crisis de 2001¡ª seg¨²n los?datos estimados por la Universidad Cat¨®lica, la estad¨ªstica que se tom¨® por v¨¢lida cuando fue evidente que el kirchnerismo maquillaba los n¨²meros considerados inc¨®modos. Seg¨²n ese mismo centro educativo, seis de cada 10 menores de 18 a?os viven en hogares pobres, en un contexto en el que el desempleo salt¨® de 7,6% en 2016 a 10,6%.
Los problemas econ¨®micos fueron "una mezcla de mala suerte, impericia y herencia", dice Eduardo Fracchia, director del ¨¢rea de Econom¨ªa de IAE Business School-Universidad Austral. "La herencia fue delicada por el d¨¦ficit de 7% del PIB que dej¨® el kirchnerismo, adem¨¢s de estad¨ªsticas falsas, control de cambios, inflaci¨®n retenida y tarifas congeladas durante 12 a?os. Era un combo que no llego a crisis, pero el contexto era dif¨ªcil. Y el Gobierno subestim¨® el problema y sobreestim¨® la capacidad del equipo", agrega. La mala suerte, dice, tuvo que ver con la guerra comercial entre EE UU y China, que complic¨® el financiamiento de los pa¨ªses emergentes, y la impericia con la decisi¨®n de Macri de asumir ¨¦l mismo las decisiones de la pol¨ªtica econ¨®mica. "Opt¨® por un ajuste gradual de la econom¨ªa y al final tuvo que hacer un duro ajuste. Ellos le ten¨ªan miedo a la rebeli¨®n popular, pero este fue un Gobierno de cero conflictos. Lo sorprendente fue que la rebeli¨®n fue de Wall Street y los mercados. Nunca logr¨® que el sector empresarial lo acompa?ase".
El "gradualismo", como el presidente saliente se refiri¨® a la decisi¨®n de ajustar poco a poco las cuentas para acomodar el d¨¦ficit fiscal, se financi¨® con endeudamiento externo. El nuevo Ejecutivo recib¨ªa las palmadas de aliento de los mercados, entusiasmados con la confianza que les transmit¨ªa un presidente empresario y abiertamente liberal. Pero no llegaron inversiones productivas, sino muchos miles de millones de d¨®lares para la compra de bonos del Estado. El grifo se cerr¨® repentinamente el a?o pasado, cuando el entusiasmo troc¨® en miedo y los due?os del dinero decidieron huir hacia sitios m¨¢s seguros. Argentina pidi¨® entonces un rescate al Fondo Monetario Internacional (FMI) y recibi¨® 57.000 millones de d¨®lares, una suma sin precedentes hist¨®ricos.
El problema es que ahora tambi¨¦n el Fondo ha abandonado a Buenos Aires, en un momento en el que la deuda externa contra¨ªda por Macri ronda el 90% del PIB. "Hoy tenemos una espada de Damocles sobre la cabeza: cada vez que vence un bono hay que sacar de las reservas del Banco Central, que est¨¢n en alrededor de 13.000 millones de d¨®lares. Pero ese dinero no alcanza para los 25.000 millones que vencen el a?o que viene", advierte el director de la consultora Ecolatina, Lorenzo Sigaut Gravina.
Resolver la cuesti¨®n de la deuda ser¨¢ la prioridad del nuevo Gobierno. En una larga entrevista radial en la v¨ªspera del traspaso, Fern¨¢ndez describi¨® un panorama sombr¨ªo de lo que espera a los argentinos. "Los mercados vieron que el Estado nacional no puede pagar en tiempo y forma, y el riesgo de default es muy alto", advirti¨®. "Estamos con la soga al cuello", coincide Sigaut Gravina. "porque si no resolv¨¦s la deuda en el primer semestre entr¨¢s en default [impago]". La economista Mercedes D¡¯Alessandro tambi¨¦n reconoce la importancia del problema de la deuda externa, pero advierte de que no debe ocultar otro que considera m¨¢s grave: el de la deuda social. "El endeudamiento con los organismos se va a negociar, alguna cosa habr¨¢. La cuesti¨®n es en qu¨¦ condiciones se negocia y qu¨¦ libertad te queda para pol¨ªticas p¨²blicas que mejoren las variables sociales despu¨¦s de esta cat¨¢strofe", subraya. "Uno siempre tiene a mirar los n¨²meros, pero ten¨¦s tejidos productivos que se deterioraron mucho y eso hace perder capital humano, acumular deudas, cerrar peque?as empresas, despidos. Es un deterioro que no est¨¢ a simple vista, pero es un problema que surgir¨¢ a mediano plazo". Recomponer ese tejido es el gran desaf¨ªo del nuevo Gobierno.
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