El expresidente de Odebrecht, despedido despu¨¦s de salir de la c¨¢rcel

El empleado Marcelo Bahia Odebrecht, expresidente del grupo fundado por su abuelo, Norberto Odebrecht, ha sido despedido este viernes, 20 de diciembre, con apoyo de su padre Em¨ªlio, que sigue influenciando en los destinos de la compa?¨ªa. Marcelo ya hab¨ªa perdido su cargo cuando se vio obligado a renunciar, en diciembre de 2015, tras ser detenido en la Operaci¨®n Lava Jato, acusado de sobornos en los gobiernos de Lula da Silva y de Dilma Rousseff, y tambi¨¦n en varios pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. Ahora tambi¨¦n pierde un sueldo mensual de 115.000 reales [unos 25.300 euros] y todos los beneficios ¡ªabogados, ch¨®feres, secretarios, asesores, guardaespaldas¡ª que la empresa le garantiz¨®, incluso, durante los dos a?os que estuvo en prisi¨®n.

En un comunicado, Odebrecht informa que la "salida del empleado" obedeci¨® a la recomendaci¨®n formulada en octubre del presente a?o por los agentes externos independientes de la Fiscal¨ªa de Brasil y del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que act¨²an en la empresa hace dos a?os y medio. La "recomendaci¨®n" ten¨ªa hasta el 31 de diciembre de este a?o para ser acatada, y fue prontamente atendida por los ejecutivos que est¨¢n a cargo de la constructora hoy, en un culebr¨®n que incluye peleas familiares y de poder.

Marcelo, de 51 a?os, empez¨® a trabajar en Odebrecht nada m¨¢s graduarse en Ingenier¨ªa Civil, en 1992. Inicialmente, de forma an¨®nima. En medio del ej¨¦rcito de ingenieros de la empresa, no utilizaba su famoso apellido para evitar el acoso a los herederos. Pero ya a comienzos del milenio decidi¨® luchar por una posici¨®n de liderazgo en los negocios, algo que no agrad¨® a su padre, que prefer¨ªa una sucesi¨®n profesional. Fue su abuelo Norberto quien, cuando ten¨ªa 82 a?os, puso a Marcelo al mando de la constructora con tan solo 34 a?os, mientras Em¨ªlio asum¨ªa el consejo de administraci¨®n.

A Marcelo siempre se le atribuy¨® el crecimiento exponencial de Odebrecht. Bajo su liderazo, pas¨® de una receta de casi 9 mil millones de euros en 2009 para casi 30.000 millones, y ampli¨® la presencia del grupo en el mercado internacional. Pero se transform¨® en la imagen de la corrupci¨®n perseguida por la operaci¨®n Lava Jato, aunque la imagen de la empresa ya estaba da?ada incluso antes de que Marcelo fuera presidente.?

En una entrevista al diario Valor Econ¨®mico, el actual presidente del grupo, Ruy Sampaio, minimiza el papel de Marcelo en la compa?¨ªa. "Recibi¨® una empresa con cuatro ¨¢reas de negocios y en su proyecto de poder las aument¨® hasta 17. Quer¨ªa, a toda costa, ser el mayor empresario de Sudam¨¦rica. Este proyecto de poder, que emple¨® corrupci¨®n, nos ha llevado a esto", dijo Sampaio, que entr¨® en la compa?¨ªa en 1985 e integraba la junta directiva cuando el expresidente, ahora despedido, comandaba la compa?¨ªa.

La empresa alega que sigue la recomendaci¨®n de la Justicia, de que nadie que no tuviera un "programa de acci¨®n" definido ¡ªb¨¢sicamente, una labor que justifique su contrataci¨®n¡ª permaneciese en la plantilla. Ese era el caso de Marcelo, que, conforme al acuerdo de lenidad, estaba impedido de actuar de cualquier forma en la compa?¨ªa. Pese a ello, cuando se le concedi¨® el r¨¦gimen abierto, en septiembre de este a?o, volvi¨® a frecuentar la sede de Odebrecht en S?o Paulo. Estaba claro que internamente la presencia de Marcelo molestaba. Seg¨²n Sampaio, Marcelo est¨¢ chantajeando a la empresa por "dinero y poder". "Marcelo es historia en la organizaci¨®n. Es agua pasada. Tiene que entenderlo y aceptarlo", afirm¨® en nuevo presidente del grupo, que trata de resolver las contiendas familiares de los herederos, ya que en enero de 2020 se reanudan las discusiones sobre el concurso de acreedores de la empresa.

El agravamiento de la crisis familiar de los Odebrecht se arrastra desde el comienzo de las investigaciones de la Lava Jato. Marcelo nunca estuvo de acuerdo con las decisiones que tomaba su padre, Em¨ªlio, para salvaguardar a la empresa de las denuncias de corrupci¨®n. A¨²n estando en prisi¨®n, rechazaba la posibilidad de realizar el acuerdo de delaci¨®n, medida que defend¨ªa su padre, que logr¨® librarse de la c¨¢rcel.

Por otra parte, el expresidente de Odebrecht acusa a su padre, Em¨ªlio, y a su cu?ado, Mauricio Ferro, que era entonces director jur¨ªdico de la compa?¨ªa, de haber llevado la empresa a la quiebra, al firmar acuerdos que solo beneficiar¨ªan a sus propios intereses. En un informe entregado a la fiscal¨ªa, dice las orientaciones que le pasaba a su cu?ado cuando estaba en la c¨¢rcel no se trasladaron a los dem¨¢s ejecutivos.

El empresario de 51 a?os sale con 310 millones de reales (algo m¨¢s de 68 millones de euros). Buena parte de eso dinero (53 millones) ya se los ha abonado la compa?¨ªa, fruto de un acuerdo realizado con la empresa para que aceptara firmar la delaci¨®n premiada ¡ªacuerdo para confesar y acusar a terceros a cambio de ventajas¡ª con la fiscal¨ªa federal brasile?a. Adem¨¢s de una participaci¨®n minoritaria del 2,79%, que le asegura alguna presencia en los negocios del grupo, a trav¨¦s de Kieppe, holding de la familia que controla la constructora. De los herederos, solo Mauricio Odebrecht, el hermano peque?o de Marcelo, permanece en el consejo de la compa?¨ªa.