Por una econom¨ªa m¨¢s burs¨¢til
El presidente de la CNMV pide aligerar ciertos requisitos y obligaciones que se exigen ahora a las empresas que quieren cotizar para fomentar m¨¢s estrenos en el parqu¨¦
Distintos medios se han hecho eco estos d¨ªas de la gran escasez de salidas a Bolsa durante 2019. Un fen¨®meno preocupante porque un mercado de valores de renta variable con masa cr¨ªtica, que anime a los inversores a invertir en las empresas y que permita a estas captar capital es importante para que el sistema financiero cumpla de modo eficaz su funci¨®n. Es la base para que las empresas se financien en mayor medida a trav¨¦s del mercado y sean menos dependientes de la financiaci¨®n bancaria, y es clave para un modelo de financiaci¨®n de la econom¨ªa m¨¢s resistente y mejor desde el punto de vista de la estabilidad financiera.
En Estados Unidos, econom¨ªa especialmente innovadora y que recuper¨® mucho m¨¢s r¨¢pida y f¨¢cilmente el tono tras la crisis financiera, la financiaci¨®n directa en el mercado, captando capital o emitiendo instrumentos de deuda, representa aproximadamente la mitad de la financiaci¨®n de las empresas; en Europa solo la cuarta parte y nuestro pa¨ªs no est¨¢ precisamente entre los que destacan en este aspecto. M¨¢s compa?¨ªas cotizadas significa tambi¨¦n m¨¢s empresas m¨¢s transparentes e incluso una sociedad algo m¨¢s democr¨¢tica: significa m¨¢s empresas al alcance, directamente o a trav¨¦s de fondos, de cualquier inversor.
Adem¨¢s, en estos tiempos de enorme y creciente importancia de la inversi¨®n pasiva y en general de la inversi¨®n institucional ¡ªde grandes gestores de fondos, incluidos fondos de pensiones, y fondos soberanos¡ª, los pa¨ªses m¨¢s bursatilizados, con m¨¢s empresas cotizadas, en las que estas pesan m¨¢s, reciben de modo natural mayores flujos de inversi¨®n.
La magra cosecha de 2018 y la muy mala de 2019, com¨²n en Europa y todav¨ªa m¨¢s marcada en Espa?a, seguramente en parte por nuestra atribulada vida pol¨ªtica, se ha debido a razones diversas. Entre ellas, los bajos tipos de inter¨¦s, que hacen f¨¢cil acudir a otras v¨ªas de financiaci¨®n, y el ambiente pesimista, de fin de ciclo y de incertidumbre, agravado por factores como las disputas comerciales o el Brexit. Los meses finales de 2018 fueron muy negativos para la renta variable y buena parte de 2019 ha estado dominada por un sentimiento de precariedad, aunque el a?o haya resultado en conjunto bueno para la inversi¨®n en acciones.
A todo ello se ha a?adido un factor de ¨ªndole estructural: el desarrollo que est¨¢ teniendo, tambi¨¦n en Espa?a, el capital riesgo y en general el private equity o capital privado, uno de los fen¨®menos de nuestro tiempo, que a mi juicio es extraordinariamente positivo pero que compite duramente con la opci¨®n de salir al mercado, ya como alternativa, ya retras¨¢ndola, tanto en lo que se refiere a proceso como en precio. Los procesos de salida a Bolsa son complejos, relativamente visibles y toman su tiempo, como m¨ªnimo seis u ocho meses, con la consiguiente incertidumbre sobre cu¨¢l ser¨¢ la actitud de los potenciales inversores el d¨ªa D (que se lo digan a Cepsa). La entrada en el capital o la venta a un fondo de capital riesgo ¡ªy los hay muy grandes, capaces de tomar el control o participaciones relevantes en compa?¨ªas de gran tama?o¡ª pueden plantearse, en general, de un modo discreto y r¨¢pido. Adem¨¢s, el capital riesgo paga especialmente bien, entre otras cosas porque valora m¨¢s f¨¢cilmente expectativas de mejora en la gesti¨®n, que los propios fondos de capital riesgo promueven de manera decidida.
En todo caso, creo que la cotizaci¨®n en Bolsa ¡ªen el primer mercado o en mercados alternativos como el MAB¡ª sigue siendo atractiva e interesante por muchas razones y que continuar¨¢ siendo la opci¨®n de referencia a largo plazo para las empresas m¨¢s ambiciosas (en el mejor de los sentidos). Estar en Bolsa ampl¨ªa las posibilidades de financiaci¨®n, impulsa el nivel de profesionalidad y rigor en la gesti¨®n, es un acicate para crecer ¡ªpunto especialmente importante en un pa¨ªs con demasiadas empresas demasiado peque?as¡ª, da prestigio, refuerza la marca, ayuda a atraer y retener talento... Y, siendo compatible con el mantenimiento del control, es una soluci¨®n muy natural, tras las primeras generaciones, para las empresas familiares de ¨¦xito que alcanzan cierta dimensi¨®n. Eso s¨ª, hay que ser un poco valiente y echarle algo de salero a la vida, a lo que est¨¢n acostumbrados los empresarios de pura cepa.
En estos momentos est¨¢ habiendo un amplio debate en Europa sobre el necesario avance, tras el Brexit, del proyecto de la Uni¨®n del Mercado de Capitales y hay acuerdo en que, como parte de ¨¦l, hay que fomentar las salidas a Bolsa. Hay muchas cosas que pueden hacerse: aligerar algo m¨¢s, sin menoscabo del necesario rigor, ciertos requisitos y algunas obligaciones derivadas de la cotizaci¨®n (aunque el r¨¦gimen actual sea ya bastante amable); apoyar f¨®rmulas de entrada en el mercado m¨¢s simples que la que hasta ahora ha sido la f¨®rmula est¨¢ndar, como los listings directos con difusi¨®n subsiguiente; no aplicar en ning¨²n caso solo a las sociedades cotizadas deberes de informaci¨®n o de otro tipo que pueda tener sentido exigir a todas las empresas; extender en ciertos aspectos el r¨¦gimen societario propio de las sociedades que cotizan en el primer mercado a las peque?as y medianas empresas que se decidan a cotizar; apoyar a quienes inviertan en ellas a largo plazo con alg¨²n incentivo fiscal inteligente; corregir el sesgo que hay en la normativa fiscal a favor de la deuda frente a la financiaci¨®n con capital, etc¨¦tera.
Para un pa¨ªs como Espa?a, que debe aspirar a contar con una econom¨ªa avanzada y que ofrezca empleos de calidad y a consolidarse como uno de los pa¨ªses l¨ªderes de la Uni¨®n Europea, fomentar que m¨¢s empresas entren en el mercado burs¨¢til ha de ser un objetivo especialmente importante.
Sebasti¨¢n Albella es presidente de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores
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