Alerta en la industria automotriz mexicana por el cierre temporal de Honda y Audi
La emergencia sanitaria, la paralizaci¨®n de los proveedores chinos y la ca¨ªda de la demanda golpean a uno de los mayores pulmones de la econom¨ªa mexicana
Honda y Audi suspender¨¢n temporalmente la producci¨®n de sus plantas mexicanas de Guanajuato y Puebla. Los impactos provocados por la crisis del Coronavirus ?la emergencia sanitaria, la paralizaci¨®n de la maquinaria China y la ca¨ªda de la demanda? han precipitado el cierre ?por una y tres semanas, respectivamente? de dos de los gigantes presentes en M¨¦xico, otra estocada para una econom¨ªa que atraviesa por un momento delicado y que tiene al sector del autom¨®vil (aporta el 3% del PIB) como uno de sus grandes pulmones.
La medida anunciada este mi¨¦rcoles ya hab¨ªa sido advertida la semana pasada por Manuel Gonz¨¢lez, secretario de Desarrollo Econ¨®mico de Aguascalientes, uno de los Estados que concentra m¨¢s empresas del sector. ¡°Algunas importantes me dicen que tienen inventario hasta cerca de la segunda o tercera semana de marzo. Si no se regularizara esa proveedur¨ªa, probablemente podr¨ªamos caer en algunos paros t¨¦cnicos¡±, apunt¨® a la agencia Reuters.
Wuhan, la ciudad desde donde se propag¨® el Covid-19, es a su vez uno de los epicentros de la industria automotriz china, la m¨¢s grande del mundo. Las principales casas est¨¢n all¨ª y se han visto afectadas por los medidas implantados por el Gobierno. Tras tres largos meses, China est¨¢ saliendo ya de la peor fase de la pandemia. Las f¨¢bricas vuelven a abrir tras suspender o reducir la producci¨®n precisamente por las interrupciones en el suministro de autopartes.
La alerta se ha encendido no solo en M¨¦xico. En Europa tambi¨¦n prev¨¦n dificultades por la gran dependencia de las piezas ?tanto el¨¦ctricas como manufacturas? chinas. Para M¨¦xico, el pa¨ªs asi¨¢tico es el segundo proveedor de componentes automotrices, despu¨¦s de EE UU. En 2018, envi¨® a M¨¦xico piezas por un valor 2.300 millones de d¨®lares.
¡°En el corto plazo el da?o para M¨¦xico va a ser evidente porque se han roto las cadenas de valor con Asia y es de esperar que, m¨¢s levemente, tambi¨¦n se vean afectadas las cadenas de valor con EE UU¡±, apunta Carlos Serrano, economista jefe de BBVA Bancomer. A la vez que advierte que tambi¨¦n puede ser ¡°una lecci¨®n a medio plazo sobre la necesidad de diversificar nuestros proveedores de autopartes¡±. Y en este sentido, resalta la oportunidad que se abre con el nuevo Tratado de Libre Comercio para las Am¨¦ricas (T-MEC), reci¨¦n ratificado por Canad¨¢, la ¨²ltima pata que faltaba.
El nuevo texto establece que para aprovechar el espacio comercial libre de aranceles, al menos el 75% de todos los componentes de una coche ?antes el corte era del 62%? ha de provenir de alguno de los tres socios. Se abre as¨ª una nueva oportunidad para M¨¦xico. El tratado de libre comercio firmado en 1994 ya ensanch¨® las rutas para que el que el capital volara hacia nuevos refugios m¨¢s rentables. El motor mexicano se convirti¨® en un foco de atracci¨®n por sus bajos salarios y la ventaja log¨ªstica de tener el mayor mercado del mundo a tiro de piedra. Las grandes empresas europeas, asi¨¢ticas y estadounidenses se trasladaron a M¨¦xico: General Motors Ford, Chrysler, Volkswagen, Nissan, Toyota, BMW, Volvo o Mercedes-Benz. Comenz¨® la gran deslocalizaci¨®n, ese fen¨®meno que ha devastado ciudades como Detroit y contra el que Donald Trump ha lanzado algunas de sus soflamas m¨¢s incendiarias.
Mientras EE UU perd¨ªa m¨²sculo industrial, su vecino del sur engordaba y engordaba. Con cerca de un mill¨®n de empleos, el sector mexicano arrebat¨® hace cuatro a?os a Brasil el primer puesto en la producci¨®n de autom¨®viles de Latinoam¨¦rica. En el tablero internacional, M¨¦xico se coloca como el s¨¦ptimo productor y el cuarto exportador del mundo. Desde la firma del tratado liberalizador con EE UU la producci¨®n de coches ha pasado de un mill¨®n a tres millones, seg¨²n cifras de la AMIA, la patronal del sector, que ha declinado hacer declaraciones para este reportaje.
La inversi¨®n extrajera tambi¨¦n se dispar¨® al calor de tratado. Seg¨²n datos del banco de inversi¨®n JP Morgan, la financiaci¨®n exterior pas¨® de 2.674 millones de d¨®lares en 2010, a 6.866 millones en 2017. El boyante sector del autom¨®vil mexicano ha rebajado, sin embargo, el pist¨®n durante los ¨²ltimos a?os, en consonancia con las tensiones del comercio internacional por la guerra arancelaria entre China y EE UU, adem¨¢s de una coyuntura a la baja para la econom¨ªa mexicana. El PIB cerr¨® el a?o pasado con una ca¨ªda del 0,1%, primer derrape anual en una d¨¦cada. La industria automotriz tambi¨¦n se resinti¨®: la producci¨®n retrocedi¨® un 4% y las exportaciones un 3.3%.
La palanca exportadora es crucial. M¨¢s del 80% de la producci¨®n tiene como destino EE UU. El avance de la crisis provocada por la pandemia es dif¨ªcil de prever, pero un endurecimiento de las medidas puede suponer un nuevo palo en la rueda. Canad¨¢ y EE UU ya han restringido temporalmente su frontera. Las autoridades han subrayado que no se ver¨¢ afectado el comercio, pero a¨²n est¨¢n por ver las consecuencias. M¨¢s all¨¢ de futuras medidas entre M¨¦xico y su vecino del norte, la econom¨ªa mexicana cuenta con un punto a favor. El derrumbe del peso, en m¨ªnimos hist¨®ricos tras superar los 24 unidades por d¨®lar, podr¨ªa parad¨®jicamente favorecer la venta exterior de la producci¨®n, al abaratar los costes. En el otro lado de la balanza, la demanda interna podr¨ªa ralentizarse a¨²n m¨¢s, sumando otro golpe el entorno de contracci¨®n del consumo y los transportes.
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