Espa?a ya es Wuhan
Con las nuevas restricciones a la actividad, la econom¨ªa espa?ola vivir¨¢ una situaci¨®n muy similar a la del epicentro de la pandemia en China
Con el coronavirus elevado a una pandemia que ya se ha cobrado m¨¢s de 30.000 vidas en todo el mundo, China se ha convertido en los posos de t¨¦ en los que escrutar el porvenir. No solo en busca de t¨¦cnicas con las que controlar el avance de la infecci¨®n, empezando por un cierre de territorios al que cada vez se suman m¨¢s pa¨ªses, sino tambi¨¦n por el coste econ¨®mico de estas dr¨¢sticas medidas.
El Gobierno espa?ol acaba de aprobar la limitaci¨®n de movimientos de trabajadores de todos los sectores, excepto los esenciales. De este modo, toda Espa?a vivir¨¢ un r¨¦gimen similar al de Wuhan, epicentro de la cat¨¢strofe. Esta ciudad permanece aislada del resto del mundo desde el pasado 23 de enero, una medida que se extendi¨® poco despu¨¦s al resto de la provincia de Hubei, hogar de 60 millones de personas, y que si se cumplen los planes del Gobierno chino llegar¨¢ a su fin el pr¨®ximo 8 de abril.
El escenario que entra el lunes en vigor se asemeja a lo que ocurri¨® en Wuhan el pasado 27 de enero, cuando el tr¨¢fico urbano qued¨® prohibido. A partir de ese momento, solo pod¨ªan verse por las calles algunos coches particulares dotados de permisos especiales, taxis que hac¨ªan servicios m¨ªnimos y los camiones que formaban parte de la l¨ªnea especial de suministros organizada por las autoridades con el prop¨®sito de mantener el aprovisionamiento de productos de primera necesidad y la estabilidad de precios. En una gasolinera a las afueras de la ciudad, un conductor explicaba en aquel primer d¨ªa sin circulaci¨®n que en el interior de su veh¨ªculo cargaba con ¡°art¨ªculos de diario, sobre todo mascarillas¡±.
La diferencia esencial entre las dos situaciones es que el Gobierno chino aplic¨® estas contundentes medidas en solo una de sus 33 provincias. En el resto de territorio nacional, la movilidad de personas, aunque con restricciones, sigui¨® estando permitida. Una mayor¨ªa de los ciudadanos, no obstante, opt¨® por buscar refugio en su domicilio y limitar al m¨¢ximo las salidas al exterior. A esto contribuy¨®, adem¨¢s, que el inicio de la crisis sanitaria coincidiera con el a?o nuevo lunar, celebrado en la noche del 24 de enero. La prolongaci¨®n de las vacaciones, en algunos casos hasta tres semanas, y las estrictas medidas para la reincorporaci¨®n de trabajadores se tradujeron en un frenazo en seco de la econom¨ªa.
Como consecuencia de estas medidas, China espera ahora que la evoluci¨®n del PIB en el primer trimestre de 2020 refleje un retroceso hist¨®rico. Las previsiones de los analistas comprenden desde el -4,2% de Standard Chartered Bank hasta el -9% en el que coinciden Goldman Sachs y Nomura. Esto supondr¨ªa su primera contracci¨®n desde 1976, un s¨ªntoma de la magnitud de la sacudida econ¨®mica que est¨¢ por venir.
El empleo por encima de todo
El presidente Pedro S¨¢nchez asegur¨® el s¨¢bado que los trabajadores ¡°continuar¨¢n recibiendo su salario con normalidad¡±. Este compromiso coincide con las directrices del primer ministro chino, Li Keqiang, quien la semana pasada proclamaba: ¡°Permitid que m¨¢s empleados vuelvan a trabajar y a ganar dinero cuanto antes¡±.
El empleo se ha convertido en la prioridad en la acci¨®n pol¨ªtica del Partido Comunista chino, incluso por encima del crecimiento econ¨®mico. El r¨¦gimen conf¨ªa en la capacidad del mercado laboral de servir de palanca para reactivar el tejido productivo. Reflotar el empleo desencadenar¨ªa un c¨ªrculo virtuoso que permitir¨ªa aumentar a la vez la oferta y los ingresos familiares que desembocan en el consumo, es decir, la demanda.
El desempleo, adem¨¢s, es una fuente de descontento social que el Gobierno desea evitar. En los dos primeros meses del a?o, la tasa de paro en el pa¨ªs pas¨® del 5,2% al 6,2%, su cota m¨¢s alta hasta la fecha. Tomando como base la poblaci¨®n activa china, esto se traduce en que casi cinco millones de personas perdieron su empleo en los ¨²ltimos dos meses.
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