Y el cortocircuito lleg¨® tambi¨¦n a la construcci¨®n
El decreto que paraliz¨® todas las obras afecta a 1,8 millones de trabajadores y siembra dudas sobre el futuro del sector
El estruendo de la maquinaria ha parado alrededor del Santiago Bernab¨¦u, una de las grandes obras que estos d¨ªas se han congelado en toda Espa?a. El silencio convive con el trinar de los p¨¢jaros y el pitido de los sem¨¢foros delante del estadio. Algo ins¨®lito. Las obras se hab¨ªan convertido en el s¨ªmbolo de ese Madrid que segu¨ªa funcionando mientras casi todos los ciudadanos viven confinados. Finalmente, tras la presi¨®n de pol¨ªticos y profesionales, todos los trabajos no esenciales han echado el cierre. De momento, hasta despu¨¦s de Semana Santa.
El tajo es el gran protagonista del par¨®n ordenado por el Gobierno el 29 de marzo. El decreto que obliga a detener toda actividad no esencial afecta en el sector a casi 1,8 millones de empleos mensuales, 500.000 de ellos indirectos, seg¨²n c¨¢lculos de Seopan, la patronal de grandes constructoras y concesionarias de infraestructuras. Una encuesta del Consejo General de la Arquitectura T¨¦cnica de Espa?a (CGATE), que agrupa a los colegios profesionales de todo el territorio, indica que ha detenido el 89% de las obras, todas aquellas que no son urgentes ni de inter¨¦s general.
Antes del decreto, solo un 34% de los trabajos hab¨ªan sido suspendidos voluntariamente, lo que ¡°situaba a los trabajadores del sector de la construcci¨®n en una situaci¨®n de vulnerabilidad frente a la expansi¨®n del virus¡±, seg¨²n Alfredo Sanz, presidente del consejo de arquitectos t¨¦cnicos. Ese organismo, junto con los de arquitectos e ingenieros de obras p¨²blicas, hab¨ªa solicitado al Gobierno la paralizaci¨®n del sector. Una medida que para Juan L¨®pez-Asiain, director del Gabinete T¨¦cnico del CGATE, no es especialmente complicada desde el punto de vista de la operativa. ¡°La dificultad para abrir yo creo que va a ser mayor, pero m¨¢s por un tema de que esta crisis puntual deje a empresas en situaci¨®n delicada¡±, valora.
Aunque no lo hab¨ªa pedido, tampoco Seopan se opone a un cierre decidido por criterios de salud p¨²blica. Pero s¨ª ha criticado cierta precipitaci¨®n, al igual que la patronal de promotores inmobiliarios APCE. El presidente del Gobierno anunci¨® la extensi¨®n del confinamiento el s¨¢bado 28 y el decreto se public¨® casi en la medianoche del domingo al lunes, con un plazo de 24 horas para cumplirlo. Eso oblig¨® a tener que solventar numerosas cuestiones mediante ¨®rdenes ministeriales el lunes. Los inconvenientes t¨¦cnicos ¡ªdesde asegurar un tajo para que no se derrumbe por la inactividad hasta garantizar los desv¨ªos provisionales de trabajos en v¨ªas p¨²blicas¡ª se solucionaron, pero quedan asuntos por resolver.
¡°Hay empresas que siguen soportando costes fijos, porque no pueden despedir, junto con vencimientos financieros y frente a un escenario de ingresos complicado¡±, se?ala Juli¨¢n Nu?ez, presidente de Seopan. Su organizaci¨®n pide al Gobierno medidas de liquidez ¡°para transitar este dif¨ªcil abril¡±. Fuentes del sector a?aden que ser¨ªa importante poder acogerse, como otras actividades, a expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor.
Los empleados de la construcci¨®n, en virtud del decreto del pasado domingo, llevan una semana de permiso retribuido y as¨ª estar¨¢n al menos hasta el 9 de abril, contando con que el d¨ªa siguiente ser¨¢ festivo (Viernes Santo) y luego hay un fin de semana. Pero los sindicatos describen una realidad diferente. ¡°Al haber mucho contrato eventual o de obra, muchas peque?as empresas lo que han hecho es despedir¡±, indica Pedro Hojas, secretario general de la Federaci¨®n de Industria, Construcci¨®n y Agro (FICA) de UGT. La construcci¨®n demandaba mano de obra hasta hace un mes, pero el temor es que una vez pase la epidemia muchas compa?¨ªas no puedan reanudar inmediatamente o esperen unos meses a ver c¨®mo evoluciona la situaci¨®n econ¨®mica.
Tambi¨¦n los trabajadores por cuenta propia viven el reforzamiento de las ¨²ltimas restricciones del estado de alarma con serias dudas. Arturo Wrobel est¨¢ hecho un l¨ªo al igual que muchos otros aut¨®nomos de la construcci¨®n. El martes un control de la Polic¨ªa Nacional lo par¨® camino del piso que est¨¢ reformando en Madrid. Lo mandaron de vuelta a casa bajo amenaza de multa sin ni siquiera atender a los papeles que, a modo de salvoconducto, llevaba. La pandemia le llev¨® a dejar de contratar a otros obreros y hace d¨ªas que trabaja solo. Sabe que no lleva a cabo una obra de urgencia como pueda ser la rotura de una tuber¨ªa o un fallo en la instalaci¨®n el¨¦ctrica, pero se queja de las dudas sembradas por el decreto del pasado domingo, aunque este solo se refer¨ªa a los trabajadores por cuenta ajena.
Los aut¨®nomos de la construcci¨®n siguen pagando la cuota la Seguridad Social. La gestor¨ªa de Wrobel le insiste en que estos d¨ªas puede seguir trabajando, pero a la vez le pide que no se arriesgue a ser multado. ¡°Si no me cobraran, yo encantado. Me quedo en casa¡±, argumenta. ¡°Estamos en un limbo¡±, se queja Rafael E., que est¨¢ en una situaci¨®n parecida. Este aut¨®nomo finalmente ha optado por parar la reforma de un piso que llevaba a cabo en el centro de Madrid y describe una realidad que ahora mismo est¨¢ llena de interrogantes: ¡°A m¨ª nadie me va a pagar los d¨ªas que no trabajo, ?c¨®mo recupero yo esos d¨ªas?¡±.
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