Jos¨¦ Luis Escriv¨¢: ¡°Tras un se¨ªsmo se invierte en infraestructuras. Aqu¨ª hay que proteger rentas¡±

Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ (59 a?os, Albacete) se hizo cargo de la Seguridad Social en enero con un doble encargo: reformar el sistema de pensiones para cerrar su d¨¦ficit antes de que se jubile la generaci¨®n del baby boom y crear un ingreso m¨ªnimo vital que ataque la desigualdad y la pobreza, una asignatura pendiente del Estado de bienestar espa?ol. En ese orden. Pero la explosi¨®n de la pandemia dio la vuelta a estas prioridades. Ahora lo urgente es el ingreso m¨ªnimo.

Es s¨¢bado por la tarde, durante la entrevista ¡ªmitad presencial, mitad telem¨¢tica¡ª recibe una llamada: una nueva cita en una agenda ya cargada. En los huecos libres, confiesa que estudia modelos matem¨¢ticos de los epidemi¨®logos para ver la evoluci¨®n de la pandemia en Espa?a. Tambi¨¦n en esto se muestra optimista o, al menos, todo lo que se puede ser en estas circunstancias.

Pregunta. Usted ha sido de los m¨¢s optimistas sobre la recuperaci¨®n de la crisis econ¨®mica. ?Sigue vi¨¦ndolo as¨ª?

Respuesta. Lo definitorio de esta crisis es que, por su naturaleza, ser¨¢ temporal. Tenemos una incertidumbre considerable sobre la secuencia de la recuperaci¨®n, pero lo m¨¢s relevante es que ser¨¢ una crisis acotada en el tiempo.

P. ?C¨®mo saldremos? ?En forma de V, U, L o W?

R. El perfil temporal de la recuperaci¨®n diferir¨¢ mucho por sectores. Unos ir¨¢n muy r¨¢pido y otros, m¨¢s lentos. Hablar de un patr¨®n ¨²nico no es una aproximaci¨®n correcta.

P. En Francia dicen que es la crisis m¨¢s grave desde la Segunda Guerra Mundial, prev¨¦n una ca¨ªda de PIB de hasta el 6%. En Alemania, de un 9,8%. Aparte de lo que a nosotros nos toca internamente, ellos tambi¨¦n son nuestros principales clientes. Esto configura un panorama no muy halag¨¹e?o, ?no?

R. La crisis va a tener un impacto importante en la actividad. Pero dada la incertidumbre que tenemos sobre el tiempo que va a mantenerse la econom¨ªa en este severo par¨®n, hacer estimaciones precisas es un ejercicio muy complicado. Hay incertidumbres sobre la parte tecnol¨®gica y m¨¦dica de la crisis y, por tanto, hacer una previsi¨®n es extraordinariamente arriesgado. Tambi¨¦n echo en falta en algunas proyecciones [ya conocidas] que se explicite el grado de neutralizaci¨®n que se va a producir por la acci¨®n del sector p¨²blico con los esquemas de protecci¨®n de rentas y otros est¨ªmulos puestos en marcha, que son extens¨ªsimos y sin precedentes comparados con la crisis anterior, tanto por rapidez como por amplitud. No es momento de focalizarnos en las cifras sobre cu¨¢nto va a caer la actividad, no lo sabemos, sino de activar pol¨ªticas de protecci¨®n de rentas muy intensas y muy extensas, y en coordinaci¨®n con los dem¨¢s pa¨ªses europeos.

P. Pero un Gobierno debe operar con una hip¨®tesis. Sin diagn¨®stico no hay receta.

R. Lo importante es entender la naturaleza de esta perturbaci¨®n. Yo la asimilo, con din¨¢micas distintas, a una gran cat¨¢strofe natural a nivel global muy concentrada en el tiempo, como un terremoto con dos o tres r¨¦plicas. No es exactamente eso, pero desde las din¨¢micas econ¨®micas es muy parecido. En un terremoto habr¨ªa que invertir en infraestructuras. Aqu¨ª hay que proteger rentas y actividades en el periodo de hibernaci¨®n. Pero es parecido porque hay que reaccionar con mucha contundencia, con mucha radicalidad y con mucha extensi¨®n, que creo que es lo que hemos hecho.

P. Hasta cierto punto. El 12 de marzo se movilizaron 18.000 millones en medidas. El 17, la liquidez por 100.000 millones¡­ Ha habido m¨¢s secuencia por fasc¨ªculos que radicalidad.

R. La parte m¨¢s importante de lo que se est¨¢ haciendo, con diferencia, es la protecci¨®n de las rentas de todos aquellos afectados en el mercado de trabajo. Ah¨ª estamos hablando de una cantidad cercana a un 25% de la poblaci¨®n activa. Si a?adimos todas las rentas que se est¨¢n garantizando en los ERTE, a los aut¨®nomos, a los parados que no ten¨ªan derecho a prestaci¨®n, estamos hablando de cinco o seis millones de personas. Y eso se despleg¨® desde el principio. Despu¨¦s hay una segunda dimensi¨®n fundamental que son las ayudas a la liquidez y esas ayudas al alquiler que no son tan urgentes pero se han ido desplegando en un tiempo r¨¦cord. Sinceramente, somos uno de los pa¨ªses m¨¢s r¨¢pidos en producir normas, en dar certidumbre sobre c¨®mo se desplegar¨¢n y en concretarlas en el BOE. Leyes y normas que habitualmente tardan meses en elaborarse se han hecho en d¨ªas. Hay que tomar un poco de perspectiva para valorar el enorme esfuerzo de la Administraci¨®n.

P. Hablaba el otro d¨ªa de 900.000 aut¨®nomos que han solicitado la prestaci¨®n extraordinaria por cese de actividad. Son muchos, pero se quedan m¨¢s fuera.

R. Vamos a ver cu¨¢ntos la solicitan finalmente, lo normal es que siga creciendo la cifra. Adem¨¢s, estamos resolviendo favorablemente el 98% de las peticiones. Pero hay que subrayar que no todo el mundo se est¨¢ viendo afectado por igual. Algunos han tenido que parar completamente su actividad; bastantes, intensamente; otros tienen un nivel de actividad razonable; y los hay que han aumentado su actividad, pocos, pero los hay. Y desde el primer momento nos hemos enfrentado a algunas peticiones de caf¨¦ para todos, barra libre con independencia de c¨®mo se viesen afectados por la crisis. Los ciudadanos no entender¨ªan prestaciones universales con independencia de c¨®mo afecte la situaci¨®n a cada uno.

P. ?Cu¨¢ndo van a tener lista la orden con la moratoria de cuotas?

R. Est¨¢ casi ultimada. En los pr¨®ximos d¨ªas estar¨¢ la propuesta de la Seguridad Social para que comiencen los tr¨¢mites previos a su publicaci¨®n. Queremos que los empresarios de los sectores afectados conozcan cu¨¢nto antes que tambi¨¦n cuentan a su alcance con esta medida.

P. ?Tiene alguna estimaci¨®n sobre lo que va a suponer eso en minoraci¨®n de los ingresos?

R. Depender¨¢ de los meses que dure. La reducci¨®n de recaudaci¨®n va a ser significativa, pero transitoria. Esto es una moratoria [de cotizaciones] y a la vez es una inyecci¨®n de liquidez a empresas y aut¨®nomos.

P. ?Y se va a poder enfrentar la tesorer¨ªa de la Seguridad Social a la tensi¨®n que eso supone y pagar las n¨®minas de pensiones?

R. Por supuesto. Desde el punto de vista de la financiaci¨®n, mantengo desde hace a?os que aqu¨ª hay vasos comunicantes, hay que mirar al conjunto de las Administraciones p¨²blicas y c¨®mo se contabilizan determinadas operaciones financieras entre la Seguridad Social y la Hacienda del Estado. En esta crisis la clave es que habr¨¢ un gran aumento de la deuda p¨²blica, pero de una sola vez. El salto no ser¨¢ recurrente. Y eso no es comparable a situaciones de deterioro del d¨¦ficit p¨²blico estructural, resultado del gasto p¨²blico que se arraiga en ¨¢reas de la Administraci¨®n o por un debilitamiento permanente de impuestos e ingresos.

P. Los empresarios pidieron y piden un aplazamiento general de impuestos.

R. Tenemos que ser capaces de discriminar. Las medidas deben ser justas y equilibradas. Absolutamente generosas y extensas para aquellos a quienes hemos forzado a parar su actividad. Pero para aquellos que no, no veo el porqu¨¦.

P. Usted defiende hacer una aproximaci¨®n sectorial, ?c¨®mo?

R. Para los ERTE por fuerza mayor ya la hay. En el caso de las moratorias, habr¨¢ una orden ministerial con una clasificaci¨®n sectorial. Y en el caso de los aut¨®nomos hemos optado por un criterio individual basado en su ca¨ªda de ingresos.

P. ?Y para la salida?

R. Habr¨¢ que ver c¨®mo evoluciona el estado de alarma, pero creo que puede haber asimetr¨ªas. Del mismo modo que ha sido muy sim¨¦trica y de golpe la discontinuidad de actividad, uno puede visualizar hacia adelante recuperaciones con distintos ritmos y, en la medida en que eso se vaya materializando, adaptar las pol¨ªticas de acompa?amiento de esa realidad. En una crisis de esta naturaleza y con tanta incertidumbre sobre las secuencias temporales, creo que las pol¨ªticas p¨²blicas deben ser muy flexibles.

P. Dice que en torno al 25% de la poblaci¨®n activa est¨¢ cubierta con alg¨²n tipo de ayuda. ?Cu¨¢nto tiempo podemos permit¨ªrnoslo?

R. Va a ser temporal y el tiempo que dure esto se puede proteger y se proteger¨¢. Son cifras manejables. Depende de la duraci¨®n y pueden suponer un coste elevado, pero, por la naturaleza de la perturbaci¨®n, genuinamente temporal. Debe hacerse as¨ª.

P. Sostiene que la renta o ingreso m¨ªnimo vital ser¨¢ estructural. Pero, ?est¨¢ todo el Gobierno en esa posici¨®n?

R. Va a ser estructural, permanente, viene para quedarse. Aunque hay iniciativas bien intencionadas que est¨¢n planteando algo extraordinario. Nuestros trabajos preparatorios se refieren a c¨®mo se identifican los hogares beneficiados, c¨®mo se paga y c¨®mo se despliega: esos trabajos son exactamente los mismos que se necesitan tanto para una prestaci¨®n extraordinaria como una permanente. Ser¨¢ algo novedoso que la Seguridad Social no ha ofrecido hasta ahora y que intentamos acelerar al m¨¢ximo. Cuando tengamos todo bien aquilatado, lo presentaremos y lo pondremos en marcha.

P. Entonces las diferentes voces que se perciben en el Gobierno, ?a qu¨¦ obedecen?, ?a un pulso sobre qui¨¦n se lleva el m¨¦rito?

R. No, creo que son iniciativas bienintencionadas en la b¨²squeda de alguna soluci¨®n a una realidad que es cierta: los colectivos m¨¢s vulnerables pueden verse afectados por un tiempo. Hay una gran sensibilidad por estos temas y hay iniciativas que intentan ver c¨®mo se puede abordar esto.

P. Tambi¨¦n est¨¢n las comunidades aut¨®nomas, que tienen muchas competencias sociales.

R. Hemos mantenido conversaciones iniciales con todas las comunidades para informarles del dise?o de este ingreso y no entra en conflicto con las [prestaciones] que ellas otorgan. Las complementaremos hasta que el conjunto alcance un cierto nivel. Consideraremos niveles de renta muy bajos, pero tambi¨¦n distintos tipos de situaci¨®n familiar como el n¨²mero de hijos o distintos tipos de familias, como las monoparentales.

P. O sea, es complementario.

R. Exacto: nuestra intenci¨®n es que a?ada, no que sustituya ni duplique. Tenemos que tener claramente identificadas todas las rentas que reciben estos colectivos, que provienen de los programas auton¨®micos y otro tipo de ayudas. Estamos hablando de hogares, porque la unidad que vamos a proteger es el hogar, y esperamos llegar al mill¨®n, de los que 70.000 son familias monoparentales, que son uno de los focos peor atendidos hasta ahora.

P. ?En qu¨¦ punto est¨¢n?

R. Estamos trabajando en tipolog¨ªas, cuant¨ªas y umbrales. Esto requiere cruzar datos de distintas fuentes y, sobre todo, datos sobre colectivos que no han sido hasta ahora un foco de atenci¨®n particular de la Agencia Tributaria.

P. ?Alg¨²n detalle claro ya?

R. Una caracter¨ªstica importante es que deber¨ªa ser compatible con una incorporaci¨®n m¨¢s plena al mercado de trabajo. Debe generar incentivos positivos para activarse. Queremos tambi¨¦n que no solamente sea una renta, sino que est¨¦ asociada a itinerarios de inclusi¨®n, y no solo en el mercado de trabajo. Hay que pensar, por ejemplo, en quien tiene problemas de drogadicci¨®n o de acceso a la educaci¨®n.

P. ?Una fecha?

R. No, pero va a ser pronto.

P. ?Abril?

R. No me atrevo con una fecha.

P. Usted siempre ha dicho que el problema de las pensiones es ¡°manejable¡±. Esta crisis, ?cambia su perspectiva? Saldremos con una deuda m¨¢s abultada.

R. Aunque pueda sorprender, no veo que ese debate est¨¦ influido por lo que est¨¢ pasando. Llegamos a la crisis con un d¨¦ficit estructural en torno al 2 % del PIB, que se visualiza en una parte importante en la Seguridad Social. Dado el nivel de cotizaciones sociales que tenemos, no deber¨ªa ser as¨ª. Ahora ese d¨¦ficit se va a ver distorsionado al alza por esta crisis, pero hay que verlo m¨¢s como un salto de deuda p¨²blica que va afectar mucho al a?o 2020, quiz¨¢ con alg¨²n coletazo en 2021. Despu¨¦s, lo l¨®gico es que retornemos a las condiciones de partida. La previsi¨®n del Gobierno para la legislatura era un d¨¦ficit p¨²blico del 1% y habr¨¢ que reajustar ese calendario. El problema de d¨¦ficit es agregado del conjunto de las Administraciones, no espec¨ªfico de la Seguridad Social. Esta tendr¨¢ un problema cuando hacia 2025 se produzcan las jubilaciones del baby boom. Siempre he dicho que es un problema manejable si aproximamos la edad efectiva de jubilaci¨®n a la legal.

P. Entonces esto no cambia su perspectiva de c¨®mo afrontar el problema de las pensiones.

R. No, en ning¨²n caso. Tendremos un salto en el nivel de deuda, pero nuestra situaci¨®n estructural en las cuentas p¨²blicas no deber¨ªa cambiar.

P. ?Ni siquiera en la revalorizaci¨®n anual? Usted ha dicho que la sociedad no acepta que las pensiones pierdan poder adquisitivo.

R. No, no es solo que la sociedad no lo acepte, es que no es razonable. No ocurre en ning¨²n pa¨ªs con un sistema de pensiones similar al nuestro que los pensionistas, que ya no tienen ninguna capacidad de reacci¨®n ni pueden ajustar su flujo de ingresos futuros, y a quienes se les ha generado una expectativa, dejen de tener una pensi¨®n con un cierto poder adquisitivo. En cambio, con ajustes param¨¦tricos, como se ha hecho otras veces, se pueden hacer peque?as modificaciones m¨¢s graduables y que afecten a las pensiones de quienes a¨²n est¨¢n en el mercado de trabajo.

P. Su ministerio prepara un nuevo procedimiento para que inmigrantes cualificados en medicina o enfermer¨ªa sin permiso de trabajo lo soliciten y se resuelva de forma casi autom¨¢tica. ?Cu¨¢ndo estar¨¢ listo?

R. Hemos agilizado la incorporaci¨®n de personal sanitario en situaci¨®n regular y m¨¢s de 350 personas han podido ser contratadas por hospitales. Las medidas adicionales las estudiamos con otros ministerios: Educaci¨®n, Sanidad, Interior, Universidades¡­

P. ?El presidente o la vicepresidenta econ¨®mica le han pedido ya alg¨²n documento t¨¦cnico preparatorio para unos Pactos de la Moncloa, como sucedi¨® en 1977?

R. Estamos en un proceso previo de reflexi¨®n y de intercambio de ideas. Pero este proceso tambi¨¦n requiere que las fuerzas pol¨ªticas y sociales pongan encima de la mesa sus posiciones y busquen un punto de consenso. La iniciativa no solo tiene que tenerla el Gobierno, pero evidentemente ideas y planteamientos sobre c¨®mo abordar el futuro econ¨®mico de Espa?a tenemos muchas.

P. ?Estimula o, al contrario, aplaza el plan de reactivaci¨®n, el llamado nuevo plan Marshall?

R. Son dos iniciativas que van en paralelo, no veo conflicto en las secuencias temporales. Esta crisis va a requerir un aumento de deuda muy grande. Es evidente que por su naturaleza no ser¨ªa aceptable que los pa¨ªses se financiaran con costes muy distintos entre s¨ª. Deben ser lo m¨¢s homog¨¦neos posible. En la anterior crisis los cortafuegos llegaron tarde y mal, y ahora llegan con prontitud y un enfoque adecuado. Luego habr¨¢ que apoyar a determinados sectores, aquellos a los que les va a costar m¨¢s salir y requerir¨¢n m¨¢s apoyo. Es ah¨ª donde veo el plan Marshall. Tiene otra naturaleza y otros ritmos.

P. Requiere deuda com¨²n.

R. Puede que la mutualizaci¨®n de deuda sea m¨¢s complicada. Pero hay que hacer de la necesidad virtud y, como esta es una perturbaci¨®n sim¨¦trica en toda la UE, la reconstrucci¨®n de las partes m¨¢s afectadas por esta discontinuidad de actividad requiere una respuesta integral. Habr¨¢ que compartir riesgo.

P. El Pacto de Estabilidad est¨¢ aparcado por ahora. ?Hay que sustituirlo despu¨¦s?

R. Ten¨ªa ya enormes problemas, hab¨ªa perdido credibilidad. Exist¨ªa un consenso sobre la necesidad de una reforma. El par¨¦ntesis actual abre la oportunidad de que emerja un nuevo marco. Deber¨ªamos hacer hincapi¨¦ en el objetivo a largo plazo de deuda p¨²blica, el 60% del PIB, y establecer sendas para lograrlo. Cada Estado deber¨ªa tener m¨¢s capacidad de decisi¨®n para definirlas. Y el conjunto, ejercer m¨¢s exigencia si se incumple el compromiso.

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