¡°Trabajamos en lo que vosotros, los espa?oles, no quer¨¦is hacer¡±
Un grupo de inmigrantes con papeles faena en el campo mientras convive con j¨®venes que llegaron siendo menores a Espa?a y esperan la soluci¨®n a un problema inform¨¢tico para ir al tajo en Valencia
Altos, alegres, con un pie saliendo a¨²n de la adolescencia, Ahmed, Rida y Osama est¨¢n esperando para poder trabajar en el campo. Tienen entre 18 y 19 a?os, llegaron a Espa?a como menores no acompa?ados. Uno lo hizo en los bajos de un cami¨®n, los otros hacen un gesto como diciendo que ya es agua pasada. Quieren trabajar, tienen ofertas de empresarios para recoger frutas y verdura, pero no pueden hacerlo, pese a la gran necesidad de jornaleros en el campo que el ministro de Agricultura, Luis Planas, cifra en unos 80.000 y fuentes del sector elevan a casi 200.000 en toda Espa?a.
¡°Lo ¨²nico que falta es que se les asigne por fin un n¨²mero de la Seguridad Social. Nos dicen que es solo un problema inform¨¢tico que se va a solucionar, porque la voluntad pol¨ªtica y el BOE lo permiten¡±, explicaba el lunes Juli¨¢n Salazar, educador social de la Fundaci¨®n Amig¨®, en su sede fundacional de Godella (Valencia) y con delegaciones en distintas ciudades espa?olas. El problema radica en que, si bien el decreto del 7 de abril del Gobierno concede autorizaciones para los j¨®venes migrantes entre 18 y 21 a?os que cuentan con permiso de residencia pero no de trabajo, a la hora de la verdad, la Seguridad Social no les asigna un n¨²mero, pese a contar con la petici¨®n del empleador (empresario), una de las condiciones necesarias, y todo lo dem¨¢s en regla. Desde la Seguridad Social aseguran que el problema se ha limitado a unas provincias y que su soluci¨®n es inmediata. El educador calcula que en Espa?a podr¨ªa haber entre 2.000 y 3.000 j¨®venes como los citados a la espera de poder trabajar y unos 250 en la Comunidad Valenciana.
Mientras tanto, los migrantes esperan en su residencia eventual en virtud del convenio firmado entre el Ayuntamiento de Valencia y la Fundaci¨®n Amig¨®. ¡°En cuanto se decret¨® el confinamiento, buscamos soluciones para los migrantes pensando en la inserci¨®n o reinserci¨®n laboral de la gente mediante un contrato. Y cuando lo conseguimos todo, nos encontramos con este problema burocr¨¢tico¡±, se?alaba la pasada semana Mar¨ªa Jos¨¦ Iranzo, responsable del servicio de Cooperaci¨®n e Inmigraci¨®n del Ayuntamiento de Valencia. Con el estallido de la pandemia del coronavirus, la Concejal¨ªa que dirige Maite Ib¨¢?ez ha llegado a acuerdos con entidades para reubicar a los inmigrantes y buscar salidas sociolaborales. Un grupo de unos 40 vive ahora eventualmente en el colegio de las instalaciones de Godella, junto al seminario de los Terciarios Capuchinos. Algunos, los mayores, con todos los permisos en regla y el n¨²mero de la Seguridad Social, ya han estado recogiendo cebolla o lo que sea en los campos de Valencia.
¡°Es duro y hay gente que no aguanta, pero lo peor no es eso, sino que no se pague bien¡±, apunta el marroqu¨ª Abd Fatah, un veterano del campo. Ibu, de Ghana, se ha buscado la vida por diversos pa¨ªses europeos en los ¨²ltimos ocho a?os y solo pide que le dejen trabajar. El joven Rida no teme la dureza de la faena: ¡°Yo he trabajado en el campo en Marruecos todo el d¨ªa; es muy duro, pero resisto muy bien¡±. Tampoco Ahmed, que dice haber hecho de todo, de ocho a ocho, en sus apenas 19 a?os de vida.
A los mayores los contrat¨® Dani, un rumano que trabaja con migrantes, con el que contact¨® la Fundaci¨®n Amig¨®. ¡°Nosotros trabajamos en lo que vosotros, los espa?oles, no quer¨¦is hacer¡±, comentaba este lunes en tono entre jocoso y reivindicativo el agricultor, junto a un campo de enormes coles. ¡°Solo los agricultores valencianos m¨¢s ancianos trabajan ellos la tierra y aguantan, pero el resto somos inmigrantes y hacen falta muchos m¨¢s en el campo. Sin extranjeros, el campo estar¨ªa muerto. Hay que dar menos ayudas y m¨¢s papeles para que puedan trabajar¡±, dice Dani, que lleva 20 a?os viviendo en Valencia y trabajando en el campo.
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