Am¨¦rica Latina se expone a una p¨¦rdida acumulada de renta de entre el 11% y el 22% por la pandemia

Ser uno de los continentes menos afectados por el coronavirus en t¨¦rminos relativos no significa que el impacto de la crisis econ¨®mica desatada por la pandemia no vaya a ser grueso, incluso m¨¢s de lo que se preve¨ªa hasta ahora. Am¨¦rica Latina, de Tijuana a Ushuaia, se expone a una ca¨ªda de renta acumulada de entre el 11% (en un escenario ¡°acotado¡±, con confinamientos de ocho semanas y recuperaci¨®n m¨¢s o menos r¨¢pida de la demanda interna) y el 22% (en uno de ¡°confinamiento prolongado¡±, en el entorno de las 12 semanas, y mayor tensi¨®n de las condiciones financieras) entre este a?o y el pr¨®ximo, seg¨²n una simulaci¨®n del Banco de Espa?a a partir de datos propios, el FMI, Consensus Forecasts y Thomson Reuters. Las cifras, no obstante, est¨¢n notablemente por encima de lo proyectado hasta ahora por organismos como el propio Fondo Monetario o el Banco Mundial y tienen como punto de partida el crecimiento del PIB previsto para la regi¨®n antes de que la pandemia redefiniese el concepto ¡°normalidad¡±, tanto en lo humano como en lo econ¨®mico.

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El subcontinente cerrar¨¢ 2020, que va camino de ser el peor a?o para la econom¨ªa mundial en casi un siglo, con un retroceso del PIB de entre el 6,5% y el 11,5%, el mayor desde que hay registros y que hace palidecer el 5,2% que proyectaba el FMI hace solo dos semanas y el 4,6% del Banco Mundial. Esos n¨²meros ya son papel mojado, con un retroceso mayor que el esperado para la econom¨ªa mundial ¡°en parte porque la proyecci¨®n de crecimiento antes de la pandemia era inferior en las econom¨ªas latinoamericanas y, en parte, porque el canal de la contracci¨®n de la demanda interna ¡ªel m¨¢s significativo¡ª es m¨¢s pronunciado en estas econom¨ªas, al estar m¨¢s cerradas a los intercambios de bienes y servicios que la media mundial¡±. Lo que no cambia es la fecha orientativa en la que se empezar¨¢ a ver la luz al final de un t¨²nel que no estaba en ninguna hoja de ruta: en ¡°ausencia de nuevos brotes de la epidemia m¨¢s adelante", la econom¨ªa global (y, con ella, la latinoamericana) empezar¨¢n a recuperarse a partir de la segunda mitad de este a?o.

Todav¨ªa en fase de contenci¨®n sanitaria, con confinamientos m¨¢s o menos estrictos pero activos en pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses de la regi¨®n, ¡°el alcance de la disrupci¨®n resulta todav¨ªa muy incierto¡±, apostillan los t¨¦cnicos del Banco de Espa?a. Pero ya se empiezan a atisbar algunas trazas que acompa?ar¨¢n a Am¨¦rica Latina (y al mundo) en los pr¨®ximos meses: menor comercio internacional, con las materias primas, de las que tanto depende Am¨¦rica del Sur, en el ojo del hurac¨¢n; flujos tur¨ªsticos claramente a la baja; tiranteces en unos mercados financieros sometidos a una presi¨®n in¨¦dita desde la Gran Recesi¨®n de una d¨¦cada atr¨¢s; contracci¨®n abrupta de la demanda interna, ¡°que se est¨¢ reflejando en un menor consumo de los hogares y en un retroceso de la inversi¨®n empresarial¡±; y efectos negativos sobre la oferta por la interrupci¨®n forzada de la producci¨®n en varios sectores. ¡°Adem¨¢s, la incertidumbre sobre las perspectivas puede reducir el consumo y la inversi¨®n m¨¢s all¨¢ del horizonte m¨¢s inmediato, abocando a la destrucci¨®n de empresas y de puestos de trabajo, a un aumento de los impagos y al endurecimiento de las condiciones de financiaci¨®n de algunos agentes, lo que puede retroalimentar un c¨ªrculo vicioso y elevar la persistencia de la crisis¡±.

El coronavirus supone un choque m¨²ltiple para la regi¨®n: todos los sectores se ven, en mayor o menor grado, afectados. Con un grado de apertura econ¨®mica (exportaciones) menor que otras regiones, los pa¨ªses latinoamericanos est¨¢n, por lo general, menos expuestos a las vicisitudes del exterior. Sin embargo, el grado de enganche de las econom¨ªas que s¨ª son muy dependientes de otros pa¨ªses (M¨¦xico de Estados Unidos; Chile, Per¨² y Brasil de China) es enorme, con encadenamientos productivos que se complican en tiempos como estos, en los que muchas cadenas de valor han saltado por los aires. A eso hay que sumar la evoluci¨®n negativa de las materias primas ¡ªentre ellas el petr¨®leo, s¨ª, pero no solo¡ª, de las que Am¨¦rica Latina es exportador neto y cuyo precio ha ca¨ªdo dr¨¢sticamente desde la irrupci¨®n de la pandemia partiendo de niveles ya de por s¨ª menores a la media hist¨®rica, seg¨²n los datos recopilados por el Banco de Espa?a. Y del turismo, un ¨¢rea de actividad sobre la que el coronavirus ha supuesto un misil sobre su l¨ªnea de flotaci¨®n y que tiene una importancia relativa sobre el PIB notablemente superior que en el resto de emergentes.

El punto de partida tambi¨¦n pesa. ¡°Am¨¦rica Latina parte de una situaci¨®n m¨¢s delicada que el resto de las econom¨ªas emergentes y avanzadas para enfrentarse a la pandemia¡±, subrayan los t¨¦cnicos del Banco de Espa?a, que recuerdan que ya en la segunda mitad de 2019, en la que dos de las tres grandes potencias del ¨¢rea ¡ªM¨¦xico y Argentina¡ª ya hab¨ªan entrado en n¨²meros rojos, ¡°el crecimiento de la regi¨®n continu¨® siendo muy d¨¦bil como consecuencia del bajo dinamismo de la demanda interna¡±. Latinoam¨¦rica ya era, desde mucho antes de la crisis sanitaria, una isla de bajo crecimiento en un mar emergente que tambi¨¦n empezaba a dar se?ales de agotamiento.