¡®Il Tuffatore¡¯: el paradigma se acelera
Las medidas para salir de la crisis inciden en algo que ya hab¨ªamos visto: m¨¢s deuda, tipos cero y el apoyo constante de los bancos centrales
Posiblemente, una de las mejores representaciones de lo que le deparar¨¢ a la econom¨ªa global durante los pr¨®ximos tiempos sea la imagen de Il Tuffatore. Este fresco, encontrado en una tumba etrusca de hace 2.500 a?os, en Paestum, muestra a un nadador tir¨¢ndose de cabeza desde las columnas de H¨¦rcules. Con una econom¨ªa global en pleno desplome y en ciernes de la recesi¨®n m¨¢s profunda desde la Gran Depresi¨®n en EE UU, la gravedad con la que el nadador se aproxima al agua es muy elocuente. Pero esta pintura simboliza mucho m¨¢s: es una met¨¢fora de la transici¨®n desde el mundo actual y conocido hacia un m¨¢s all¨¢; un futuro con una econom¨ªa que aborda una par¨¢lisis sin precedentes, pero a la que las autoridades mundiales est¨¢n dando una contundente respuesta fiscal y monetaria.
Por ejemplo, EE UU., el m¨¢s afectado por el coronavirus (suma un 20% m¨¢s de las bajas que le ocasion¨® la guerra de Vietnam), llevar¨¢ su d¨¦ficit fiscal hasta el 17,9%, nivel s¨®lo superado en la Segunda Guerra Mundial.
Mientras, los bancos centrales aceleran compras de activos sin precedentes: la Reserva Federal (Fed) duplicar¨¢ su balance hasta llegar al 43% del PIB, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) lo ampliar¨¢ desde el 39% hasta el 56% del PIB. Asimismo, han reducido sus exigencias de calidad crediticia: la FED comprar¨¢ ¨¢ngeles ca¨ªdos y el BCE los aceptar¨¢ como colaterales para ofrecer liquidez.
La respuesta combinada es exorbitante: en EE UU, alcanzar¨¢ el 34% del PIB y en Europa, mucho m¨¢s influida por las l¨ªneas de cr¨¦dito anunciadas, el est¨ªmulo total podr¨ªa llegar a alcanzar el 48% del PIB. No obstante, el impulso fiscal inmediato anunciado en Estados Unidos es casi tres veces superior al europeo (9,1% frente al 3,3% sobre PIB).
Mientras comenzamos con las desescaladas del confinamiento y los pr¨®ximos datos macro mostrar¨¢n la evoluci¨®n del punto m¨¢s profundo de la paralizaci¨®n, la combinaci¨®n de est¨ªmulos permitir¨¢ mitigar el duro choque. Tambi¨¦n reducir contingencias en la solvencia de las compa?¨ªas, facilitando la disponibilidad de liquidez, y ofrecer un suelo firme para la deuda corporativa y las Bolsas.
El ¨²nico problema de toda esta situaci¨®n es que, en el medio plazo, habr¨¢ que pagar una deuda que parte de niveles muy elevados. De esta forma, se reducir¨¢ el crecimiento potencial de una econom¨ªa que cada vez crec¨ªa menos, por lo que, una vez m¨¢s, se vuelve a acrecentar el paradigma de la deuda, que no ha parado de aumentar en las ¨²ltimas crisis econ¨®micas.
En la tumba de Il Tuffatore, adem¨¢s del nadador precipit¨¢ndose al vac¨ªo, aparece Dionisos (dios de la fertilidad y el vino), sujetando un huevo, s¨ªmbolo universal del renacer. El coronavirus ha tra¨ªdo muerte, confinamiento y desesperaci¨®n para encontrar medidas que nos permitan superar el bache pero, si algo est¨¢ claro, es que, en el resurgir de esta crisis, el paradigma se ha acelerado: deuda para sufragar un mundo que no crece, tipos a cero y bancos centrales para poder financiarla. Tambi¨¦n, m¨¢s tecnolog¨ªa, digitalizaci¨®n y consumo online en este nuevo estado de apertura controlada.
Joan Bonet Maj¨®
Director de Estrategia de Mercados de Banca March
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