Morir para salvar al Dow Jones
Trump y la derecha presionan para una reapertura r¨¢pida de la econom¨ªa porque creen que eso har¨¢ que la Bolsa suba
A mediados de marzo, tras varias semanas neg¨¢ndose a aceptarlo, Donald Trump admiti¨® por fin que la covid-19 era una amenaza seria y pidi¨® a los estadounidenses que practicasen el distanciamiento social. El reconocimiento tard¨ªo de la realidad ¡ª supuestamente debido a la preocupaci¨®n de que admitir que el coronavirus supon¨ªa una amenaza perjudicar¨ªa al mercado de valores¡ª tuvo consecuencias mortales. Expertos en modelos epidemiol¨®gicos creen que, de haberse iniciado el confinamiento aunque fuese solo una semana antes, Estados Unidos podr¨ªa haber evitado decenas de miles de muertes. Aun as¨ª, m¨¢s vale tarde que nunca. Y durante un breve periodo de tiempo tuvimos la impresi¨®n de que por fin nos hab¨ªamos decidido por una estrategia para contener el virus y a la vez limitar las penurias econ¨®micas del confinamiento.
Pero Trump y el Partido Republicano han abandonado ya esa estrategia. Se niegan a decirlo expl¨ªcitamente, y est¨¢n dando varias explicaciones insinceras para lo que hacen, pero su posici¨®n b¨¢sica es que miles de estadounidenses deben morir por culpa del Dow Jones. ?Cu¨¢l era la estrategia que Trump abandon¨®? La misma que ha funcionado en otros pa¨ªses, desde Corea del Sur hasta Nueva Zelanda. Primero, usar el confinamiento para ¡°aplanar la curva¡±, o sea, reducir el n¨²mero de estadounidenses infectados hasta un nivel relativamente bajo. Despu¨¦s, combinar la reapertura gradual con las pruebas generalizadas, el seguimiento de contactos cuando se detecte un paciente infectado y el aislamiento de quienes pudieran contagiar la enfermedad.
Ahora bien, un confinamiento prolongado significa una gran p¨¦rdida de ingresos para muchos trabajadores y empresas; de hecho, casi la mitad de la poblaci¨®n adulta vive en hogares que han perdido las rentas del trabajo desde marzo. De modo que, para hacer tolerable el confinamiento, hay que acompa?arlo de ayudas para situaciones de desastre, de prestaciones especialmente generosas por desempleo y de ayudas a peque?as empresas. Y el hecho es que la ayuda para situaciones de desastre ha sido m¨¢s eficaz de lo que en general se reconoce.
En un principio, las sobrepasadas oficinas de desempleo fueron incapaces de procesar la avalancha de solicitudes. Pero poco a poco han ido poni¨¦ndose al d¨ªa y, a estas alturas, parece que la mayor¨ªa de los estadounidenses en situaci¨®n de desempleo est¨¢ recibiendo prestaciones que sustituyen una gran parte de los salarios perdidos. La ayuda a peque?os empresarios, a trav¨¦s de pr¨¦stamos que se convierten en subvenciones si el dinero se utiliza para mantener las plantillas, ha sido mucho m¨¢s ca¨®tica. As¨ª y todo, muchas peque?as empresas han recibido pr¨¦stamos y de hecho est¨¢n usando el dinero para mantener las plantillas. En resumen, la red de seguridad tejida a toda prisa contra la covid-19, aunque est¨¦ llena de agujeros, ha protegido a muchos estadounidenses de la pobreza extrema.
Pero esa red de seguridad se retirar¨¢ en los pr¨®ximos meses a no ser que el Congreso y la Casa Blanca act¨²en. Las peque?as empresas tienen solo una ventana de ocho semanas para convertir los pr¨¦stamos en subvenciones, lo que significa que muchas empezar¨¢n a despedir aproximadamente dentro de un mes. La ampliaci¨®n de las prestaciones por desempleo expirar¨¢ el 31 de julio. Y a no ser que los Gobiernos estatales y locales reciban una amplia ayuda de Washington, pronto veremos despidos masivos de maestros, bomberos y polic¨ªas.
Sin embargo, Trump y su partido se han pronunciado contra el aumento de las ayudas para los desempleados y contra las subvenciones a los asediados Gobiernos estatales y locales. En cambio, el partido pone cada vez m¨¢s sus esperanzas en la r¨¢pida reapertura de la econom¨ªa, a pesar de que la perspectiva aterra a los expertos, que advierten de que podr¨ªa conducir a una segunda oleada de infecciones.
?De d¨®nde proviene este ¨ªmpetu por la reapertura? Algunos republicanos afirman que no podemos permitirnos seguir proporcionando una red de seguridad porque estamos incurriendo en un endeudamiento excesivo. Pero eso es al mismo tiempo mala teor¨ªa econ¨®mica y una hipocres¨ªa. Al fin y al cabo, los d¨¦ficits presupuestarios por las nubes no han impedido a los funcionarios de Trump proponer, s¨ª, m¨¢s rebajas fiscales.
Est¨¢ tambi¨¦n el pretexto de que la presi¨®n para que se reabra la econom¨ªa procede de trabajadores de a pie. Pero a la ciudadan¨ªa le preocupa m¨¢s reabrir demasiado r¨¢pido que reabrir demasiado despacio, y los que han perdido su salario por el confinamiento no se inclinan m¨¢s por una reapertura r¨¢pida que los que no lo han perdido. No, la presi¨®n para deso¨ªr a los expertos viene de arriba; procede de Trump y sus aliados, y cualquier apoyo limitado que puedan estar recibiendo de la ciudadan¨ªa deriva del partidismo, no del populismo.
Entonces, ?por qu¨¦ Trump y sus amigos tienen tantas ganas de arriesgarse a que la cifra de muertos se eleve mucho m¨¢s? La respuesta, sin duda, es que est¨¢n volviendo a las andadas. En las primeras fases de esta pandemia, Trump y la derecha en general restaron importancia a la amenaza porque no quer¨ªan perjudicar las cotizaciones burs¨¢tiles. Ahora est¨¢n presionando para que se ponga fin prematuramente al confinamiento porque imaginan que eso volver¨¢ a hacer que las acciones suban otra vez.
No hab¨ªa por qu¨¦ seguir este camino. Otro l¨ªder podr¨ªa haberles dicho a los estadounidenses que se encuentran en una dura batalla, pero que al final vencer¨¢n. Gobernadores como Andrew Cuomo, que han adoptado esa postura, han visto dispararse su aprobaci¨®n en las encuestas. Pero Trump no logra ir m¨¢s all¨¢ de esta tendencia a la promoci¨®n de s¨ª mismo. Y claramente sigue obsesionado con el mercado burs¨¢til como baremo de su presidencia. De modo que Trump y su partido quieren avanzar a toda velocidad hacia la apertura, sin importar a cu¨¢nta gente mate. Como he dicho, en realidad su posici¨®n es que los estadounidenses deben morir por el Dow Jones.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2020. Traducci¨®n de News Clips.
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