La reconfiguraci¨®n de las cadenas de suministro
Las empresas incurrir¨¢n en mayores costes de producci¨®n que tratar¨¢n de trasladar a los consumidores
El mundo empresarial se encuentra sumido en una gran transformaci¨®n a ra¨ªz de la pandemia y de la crisis econ¨®mica. No faltan expertos que vaticinan la extinci¨®n del comercio al por menor, el fin de los desplazamientos diarios al lugar de trabajo o la reversi¨®n de la globalizaci¨®n. Creo que es prematuro realizar pron¨®sticos tan contundentes. Examinemos, por ejemplo, el caso de las cadenas de suministro de las empresas. Los expertos creen que las compa?¨ªas van a realizar cambios fundamentales en t¨¦rminos de sus fuentes de suministros clave tales como materias primas, componentes y otros insumos necesarios para fabricar sus productos.
La reconfiguraci¨®n de las cadenas de suministro no ha comenzado con esta crisis. Ya en 2011 se pusieron de manifiesto algunos de los problemas asociados con la dependencia de una ¨²nica fuente de suministro. En aquel a?o se produjo un terremoto y tsunami en Jap¨®n¡ªel que provoc¨® el accidente nuclear de Fukushima¡ªque tuvo consecuencias muy importantes para el env¨ªo de componentes fabricados en Jap¨®n de los cuales se nutr¨ªan empresas automovil¨ªsticas de todo el mundo. Un par de meses despu¨¦s del desastre, varias plantas de ensamblaje en Estados Unidos y en Europa tuvieron que reducir su producci¨®n a causa de la falta de componentes.
Un segundo momento en el que se produjeron disrupciones importantes en las cadenas de suministro se refiere a la guerra comercial entre Estados Unidos y China durante 2018 y 2019. Ante la subida de aranceles y la enorme incertidumbre, muchas empresas decidieron diversificar sus fuentes de suministro en sectores tales como la confecci¨®n, el calzado, los componentes electr¨®nicos y un sinf¨ªn de otros sectores. Los pa¨ªses que se beneficiaron de esta guerra comercial fueron Vietnam, Taiw¨¢n, M¨¦xico y algunos en Europa del Este. Es importante recalcar que muy pocas empresas decidieron relocalizar su cadena de suministro en Estados Unidos, tal y como esperaba la Administraci¨®n Trump.
Por tanto, ya antes del comienzo de la pandemia las empresas ven¨ªan tomando decisiones que llevaban a una diversificaci¨®n de las fuentes de suministro. La pandemia afect¨® primero a China, lo que result¨® en una disrupci¨®n generalizada de las cadenas de suministro. La evoluci¨®n y difusi¨®n de la pandemia tanto en pa¨ªses desarrollados como en econom¨ªas emergentes ha invitado a las empresas a ir mucho m¨¢s all¨¢ de una mera diversificaci¨®n sus fuentes de suministro. Muchas est¨¢n plante¨¢ndose abandonar el principio de la producci¨®n justo a tiempo (just in time, en ingl¨¦s). Esta t¨¦cnica de gesti¨®n de la cadena de suministro permit¨ªa reducir todo tipo de costes a cambio de no producir ni transportar ning¨²n componente hasta el ¨²ltimo momento posible. De esta manera se reduc¨ªa la necesidad de almacenamiento, se eliminaba el coste financiero de los inventarios, y disminu¨ªa la posibilidad de obsolescencia de los componentes si cambiaban los planes de producci¨®n.
Una cadena de suministro justo a tiempo es muy eficiente, pero a la vez muy propensa a disrupciones por eventos inesperados. Es por ello que muchas empresas ahora van no solamente a diversificar el origen de sus proveedores sino tambi¨¦n a tener mayores niveles de inventarios por si acaso se produce alg¨²n evento adverso.
Esta reconfiguraci¨®n de las cadenas de suministro necesariamente redundar¨¢ en unos mayores costes de producci¨®n, por dos motivos. El primero se debe a que en lugar de aprovisionarse de la fuente m¨¢s barata en el mundo, al diversificar las empresas tendr¨¢n que incurrir en un coste mayor. En segundo lugar, un mayor nivel de inventarios de partes y componentes tambi¨¦n aumenta los costes, tanto de almacenaje como los financieros y de posible obsolescencia. En otras palabras, las empresas optar¨¢n por reducir su eficiencia si pueden conseguir un mayor grado de fiabilidad y seguridad en sus cadenas de suministro. Nadie quiere volver a sufrir las disrupciones de los ¨²ltimos meses, sobre todo en sectores que se consideran estrat¨¦gicos, como el de la fabricaci¨®n de equipamientos sanitarios.
La cuesti¨®n m¨¢s escabrosa para el futuro estriba en si ser¨¢n las empresas o los consumidores quienes absorban los mayores costes asociados con un m¨¢s elevado grado de robustez en las cadenas de suministro. En principio, las empresas intentar¨¢n trasladar el mayor coste al consumidor final. Eso s¨ª, la competencia en los mercados de consumo puede erosionar o incluso eliminar completamente las posibles subidas de precio. Ahora bien, en t¨¦rminos de equilibrio general de la econom¨ªa, una diversificaci¨®n y reconfiguraci¨®n de las cadenas de suministro redundar¨¢ en un menor nivel de vida, a no ser que se ponga en pr¨¢ctica alg¨²n tipo de innovaci¨®n que pueda compensar en parte o en su totalidad el aumento de costes.
La posibilidad de innovaci¨®n m¨¢s inmediata se refiere a la automatizaci¨®n de las cadenas de suministro. De hecho, se pronostica una mayor inversi¨®n por parte de las empresas en el ¨¢rea de la automatizaci¨®n de almacenes y del movimiento de productos, algo que se verificar¨¢ no solamente en empresas como Amazon sino en todo tipo de sectores de la econom¨ªa. La consecuencia inmediata ser¨¢ la p¨¦rdida de puestos de trabajo. Se trata, en definitiva, de una forma m¨¢s en la que la actual crisis acelerar¨¢ tendencias ya existentes antes de que el coronavirus nos recordara nuestras vulnerabilidades.
Mauro Guill¨¦n es Catedr¨¢tico de Direcci¨®n Internacional de la Empresa de la Wharton School. Su libro m¨¢s reciente es 2030: ¡®How Today¡¯s Biggest Trends Will Collide and Reshape the Future of Everything¡¯.
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