Despi¨¦rtame cuando todo esto termine
El anuncio de la Fed anticipa una recuperaci¨®n m¨¢s lenta y con m¨¢s problemas de la que se preve¨ªa
Era la canci¨®n m¨¢s popular del malogrado DJ sueco Avicii: Wake me up when it¡¯s all over. Es lo que parecen decir ahora la econom¨ªa y los ciudadanos. Los observatorios m¨¢s reputados apuntan a que las dificultades se prolongan. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que tolerar¨¢ m¨¢s inflaci¨®n y que los tipos de inter¨¦s ultrarreducidos continuar¨¢n, con lo que parece que la pol¨ªtica monetaria s¨²per expansiva se cuasieterniza, con sus efectos positivos, pero tambi¨¦n con las distorsiones que genera. Un sue?o anest¨¦sico demasiado largo y profundo.
Powell hizo estas potentes declaraciones la semana pasada en el simposio de Jackson Hole, celebrado de forma virtual. Los mercados est¨¢n a¨²n ajustando la incidencia potencial de este redoble de tambores monetario. Por si fuera poco el somn¨ªfero que supone la pandemia, los banqueros centrales siguen anticipando la necesidad de anestesia. El anuncio de la Fed anticipa una recuperaci¨®n m¨¢s lenta y con m¨¢s problemas de la que se preve¨ªa. La pol¨ªtica monetaria hace todo lo posible por ayudar a evitar lo peor. Sin embargo, debido a la situaci¨®n estructural de incertidumbre econ¨®mica desde hace 12 a?os, agravada y mucho por la pandemia, las distorsiones (que se han eternizado) que genera esta pol¨ªtica monetaria pueden acabar suponiendo m¨¢s componentes de pesadilla que de sue?o.
Se prefiere recalibrar el modelo a cambiarlo. No faltaron las voces cr¨ªticas en el simposio, dentro de la pulcritud acad¨¦mica, pero con acidez. Con una doble interpretaci¨®n. La primera, que la pol¨ªtica monetaria y estos tipos de inter¨¦s tan reducidos no permiten los ajustes empresariales din¨¢micos (creaci¨®n, innovaci¨®n, destrucci¨®n) que en otros tiempos favorecieron el crecimiento. La segunda, que, aunque controlemos la covid-19, es muy probable que persista en consumidores y empresas una importante retracci¨®n porque crean que fen¨®menos antes considerados extremos son ahora amenazas de ocurrencia frecuente.
Parte del problema est¨¢ en los mercados. Sobre todo, los de bonos, muy desnaturalizados. Esta pol¨ªtica monetaria ayuda a sobrellevar la situaci¨®n y reducir el coste de la deuda y sus vaivenes, pero tambi¨¦n revela la dificultad de revertir la situaci¨®n. Se est¨¢n viendo tambi¨¦n las tensiones euro/d¨®lar, muy relacionadas con las estrategias monetarias, pero tambi¨¦n las incertidumbres a ambos lados del Atl¨¢ntico. La debilidad del d¨®lar ¡ªm¨¢s ligada a debilidades coyunturales y temores institucionales que a un cambio en la primac¨ªa de la divisa¡ª est¨¢ siendo la comidilla del verano.
Este es el terreno por el que va a discurrir la lucha por superar la pandemia. Comienza septiembre con demasiada incertidumbre, con la esperanza de que la incidencia hospitalaria sea menor, pero con demasiadas inc¨®gnitas sanitarias y econ¨®micas. Aunque hici¨¦ramos caso al canto de Green Day (Despi¨¦rtame cuando termine septiembre), a¨²n faltar¨ªa mucha luz.
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