Inversi¨®n contrac¨ªclica para conjurar la crisis
No se trata de endeudarse para dejar una econom¨ªa improductiva. Hay que financiar proyectos sostenibles
En el pasado, la inversi¨®n p¨²blica en Espa?a ha seguido un comportamiento proc¨ªclico, lo que ha amplificado las fluctuaciones de los ciclos econ¨®micos. Esto quiere decir que en las fases de crecimiento se ha tendido a invertir m¨¢s ante un aumento de la recaudaci¨®n fiscal, acentuando el ciclo alcista de crecimiento; y en las de recesi¨®n, y ante el desplome de los ingresos, la inversi¨®n se ha contra¨ªdo, lo que ha deprimido a¨²n m¨¢s a la econom¨ªa.
En la instrumentaci¨®n de esa pol¨ªtica proc¨ªclica, la principal variable de ajuste ha sido la infraestructura de transporte y el gasto en vivienda. Y adem¨¢s lo ha hecho con una intensidad muy superior a su peso en el gasto p¨²blico. Por ejemplo, la inversi¨®n de las Administraciones en infraestructuras de transporte ha pasado de representar el 3% del gasto total en 2009 a s¨®lo el 1% en 2018. Ese recorte ha sido especialmente abrupto en la Administraci¨®n central, que ha pasado del 8% del gasto total al 2%. En lo que se refiere al ajuste en vivienda, basta con constatar la reducci¨®n del presupuesto consignado a los planes estatales, que pas¨® de 4.762 millones de euros en los a?os 2009-2012 a 1.871 en el actual Plan Estatal de Vivienda (2018-2021), un desplome de m¨¢s del 60%.
Pero en esta crisis, y por primera vez en mucho tiempo, vamos a tener la oportunidad de instrumentar una pol¨ªtica de inversi¨®n contrac¨ªclica. No hacerlo ser¨ªa un grave error pol¨ªtico que, directamente, pondr¨ªa en riesgo la propia existencia del proyecto europeo. O es eso o ser¨ªa soportar una recesi¨®n larga y profunda. Por eso esta vez Europa ha reaccionado de manera coordinada y poniendo en sinton¨ªa sus dos grandes brazos de pol¨ªtica econ¨®mica: la pol¨ªtica monetaria y la fiscal. Tendremos recursos para financiar la inversi¨®n contrac¨ªclica, por primera vez mutualizada entre los Estados miembros. Pero adem¨¢s los tendremos a un coste muy barato.
Ahora bien, no se trata de endeudarnos para dejar una econom¨ªa anacr¨®nica e improductiva. La deuda es usar hoy ingresos futuros, los de las generaciones venideras. Por muchas razones, pero entre otras, la de la justicia intergeneracional, hay que dejarles un planeta habitable. Por eso es fundamental conectar las necesidades de corto plazo con las de medio y largo plazo: s¨ª, promover proyectos que generen empleo y crecimiento ahora, pero s¨®lo aquellos que son racionales econ¨®micamente, van a hacer m¨¢s sostenible y limpio el planeta y van a fortalecer la cohesi¨®n social. El simple nombre del programa europeo, el Fondo de Recuperaci¨®n. Pr¨®xima Generaci¨®n UE, habla por s¨ª mismo.
Bajo ese esquema son los proyectos que se est¨¢n incorporando al Plan nacional de recuperaci¨®n, transformaci¨®n y resiliencia que elabora el Gobierno. Desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana eso implica reorientar el destino de las inversiones. Espa?a es un referente en infraestructuras, por su tama?o y calidad, y cuenta con una industria puntera. Pero no lo es en movilidad sostenible: tenemos que hacer esa infraestructura m¨¢s productiva, esto es, intensificar su uso y satisfacer mejor las necesidades del usuario; y m¨¢s sostenible, es decir, descarbonizarla. Eso implica invertir en mejorar la gesti¨®n de la demanda a trav¨¦s de la digitalizaci¨®n o para proporcionar nuevos servicios de movilidad cotidiana, en la intermodalidad, en seguridad, en modos de transporte sostenibles y no contaminantes en lo que concierne a la pol¨ªtica de transportes; y en rehabilitaci¨®n, eficiencia energ¨¦tica y regeneraci¨®n urbana as¨ª como vivienda de alquiler social o asequible.
Afortunadamente, ese cambio de orientaci¨®n, asentado en la Agenda 2030 y el Acuerdo de Par¨ªs, ya se estaba produciendo antes de la crisis del coronavirus, y qued¨® plasmado en el cambio de nombre del ministerio. Ahora contamos con proyectos maduros que encajan perfectamente en esa orientaci¨®n, que son viables, que est¨¢n bien articulados, que generan sinergias, que ofrecen un elevado efecto multiplicador y que contribuir¨¢n a crear una nueva industria innovadora en el pa¨ªs.
En estos d¨ªas de incertidumbre, hay tres lemas que nos gu¨ªan para aprovechar esta oportunidad de construcci¨®n de una Espa?a del futuro: ¡°salir de la crisis¡±, ¡°transformar al pa¨ªs¡± y ¡°sostenibilidad fiscal¡±. Una pol¨ªtica de inversi¨®n contrac¨ªclica que tenga al transporte y la vivienda como ejes centrales es sin duda una de las mejores armas para conjurar esta crisis.
Pedro Saura es secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
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