El Gobierno sube la presi¨®n sobre Alcoa: endurece su fiscalizaci¨®n en busca de incumplimientos para quitarle las ayudas
Reyes Maroto asegura que el Gobierno analiza los instrumentos parea garantizar el futuro de la planta de Lugo
La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha dado este martes una vuelta de tuerca m¨¢s en la presi¨®n que el Gobierno est¨¢ ejerciendo sobre Alcoa para que cambie de actitud sobre el cierre o venta de la planta de aluminio que tiene en la Mari?a lucense. En una intervenci¨®n en el Senado, ante una pregunta del senador socialista C¨¦sar Alejandro Mogo, la ministra expres¨® con contundencia que el Gobierno analiza todos los instrumentos disponibles ¡°dentro del marco jur¨ªdico y comunitario¡± para garantizar el futuro industrial y, en ese sentido, afirm¨® que se va a someter a un escrutinio pormenorizado a la compa?¨ªa y, si existe evidencia de incumplimientos, solicitar¨¢n a la multinacional que devuelva las ayudas p¨²blicas que haya recibido.
La ministra ha recordado que el lunes se envi¨® un requerimiento a Alcoa para fiscalizar las ayudas por CO? correspondientes a 2019 y verificar que se cumplen los requisitos necesarios para recibir dichas ayudas. Tambi¨¦n apunt¨® que se ha puesto en contacto con la Xunta de Galicia para que revise los expedientes de la empresa. ¡°Esperamos ejercer toda esta presi¨®n para que Alcoa cambie de actitud¡±, sentenci¨® Maroto, que manifest¨® que los pr¨®ximos d¨ªas ¡°van a ser decisivos¡± por lo que es importante mantener la unidad de acci¨®n entre el Gobierno central y la Xunta de Galicia para conseguir el mejor desenlace.
Al respecto, se mostr¨® convencida de que el grupo estadounidense "siempre ha querido cerrar la f¨¢brica y los hechos lo han delatado¡±. La ministra acus¨® a Alcoa de ¡°tener mala fe¡± en las negociaciones y de dejar pasar el tiempo y los plazos acordados para la posible venta de la planta de aluminio a Liberty House, un grupo de matriz brit¨¢nica que mostr¨® inter¨¦s por quedarse con f¨¢brica y que, pese a la negativa de Alcoa a vender, sigue interesada en invertir.
Maroto, que asegur¨® que el Gobierno sigue trabajando para buscar soluciones para mantener la capacidad industrial, record¨® que el pasado 13 de agosto se consigui¨® que la multinacional accediera a un proceso de venta, pero antes de acabar las seis semanas de plazo que se hab¨ªan dado, Alcoa se neg¨® a la venta cuando estaba a punto de cerrarse, incluso a pesar de que el Gobierno ofreci¨® una compra transitoria a trav¨¦s de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Por su parte, el secretario general de Industria y Pyme, Ra¨¹l Blanco, que convoc¨® una reuni¨®n de la Mesa Multilateral sobre el futuro de la planta de Alcoa en San Cibrao, con la asistencia, a trav¨¦s de videoconferencia, del vicepresidente de la Xunta de Galicia, Francisco Conde, y representantes sindicales de la factor¨ªa, explic¨® a los asistentes que el Ministerio de Industria y la Xunta de Galicia van a extremar la vigilancia sobre Alcoa y le exigir¨¢n que justifique el cumplimiento de la legislaci¨®n laboral y medioambiental.
Alcoa se defiende
Alcoa se defiende de los ataques y sostiene que ¡°siempre ha actuado de buena fe y de manera responsable¡±, tanto en el posible cierre como en las negociaciones de venta. Sobre las ayudas recibidas, asegura que ha concurrido en competitividad con otras empresas, en igualdad de condiciones, y por las v¨ªas que han correspondido. Estas ayudas est¨¢n vinculadas a proyectos medioambientales y de innovaci¨®n , as¨ª como por compensaci¨®n de costes indirectos de CO?. El importe de esas ayudas en los ¨²ltimos 10 a?os es de menos de 43 millones de euros. Asimismo, acusa a los Gobiernos de haber politizado la operaci¨®n de manera excesiva. A su juicio, no hay muchos visos de que la situaci¨®n cambie mientras no se arreglen las causas que han llevado a la empresa a decidir el cierre de la planta de aluminio, lo que supone el despido colectivo de 534 trabajadores.
La planta perdi¨® 110 millones en 2018 y 2019 y ahora pierde un mill¨®n a la semana. La causa de esta falta de rentabilidad radica, adem¨¢s de la sobrecapacidad de producci¨®n con China (acapara el 60% del mercado), en el alto coste de la electricidad en una empresa de consumo intensivo (el 40% de los gastos corresponden a la factura el¨¦ctrica y ella sola supone el 1,5% del consumo de energ¨ªa el¨¦ctrica de Espa?a). Adem¨¢s, se han modificado los contratos de interrumpibilidad, por los que Alcoa se adjudicaba unas prestaciones por interrumpir el servicio en caso necesario en subasta p¨²blica y que Bruselas oblig¨® a cambiar al considerar que eran subvenciones encubiertas.
La decisi¨®n de Alcoa de cerrar gener¨® una reacci¨®n en cadena de los trabajadores y los Gobiernos auton¨®mico y central, que no encuentran razones objetivas suficientes. Por ello, exigieron a la empresa que desistiera y buscara otras soluciones. En esas disyuntivas, se baraj¨® la posibilidad de buscar un comprador. Y, cuando las tensiones m¨¢s tirantes estaban, apareci¨® como un caballero blanco la firma Liberty House, parte del grupo GFG Alliance liderado por el industrial de origen indio Sanjeev Gupta, que ya hab¨ªa intentado quedarse con las plantas de A Coru?a y Avil¨¦s, que Alcoa prefiri¨® vender al fondo suizo Parter, que luego lo revendi¨® al grupo Riesgo en una operaci¨®n que est¨¢ teniendo muchas cr¨ªticas por incumplimientos de compromisos.
La entidad brit¨¢nica, bien vista por el t¨¢ndem de los dos Gobiernos (esta vez no ha habido discrepancias ideol¨®gicas) y por los empleados, puso sobre la mesa un plan para quedarse con la planta de aluminio en el que exig¨ªa el suministro durante al menos 20 a?os de al¨²mina procedente de la refiner¨ªa vecina, propiedad de Alcoa y de la australiana Alumina Limited, y sobre la que no existe ninguna amenaza de cierre, pero sobre la que ped¨ªa derechos prioritarios ante su posible venta.
Alcoa acord¨® negociar de forma paralela al periodo de consulta que hab¨ªa abierto con los sindicatos por un periodo de seis semanas que acababa el 27 de septiembre pasado y que acab¨® sin acuerdo ni con los trabajadores ni con Liberty. Entonces se decidi¨® dar 15 d¨ªas m¨¢s, hasta el 13 de octubre. Seg¨²n han relatado fuentes de la multinacional estadounidense, hab¨ªa planteado el traspaso de la planta de aluminio por un euro, adem¨¢s de aportar 70 millones de d¨®lares a un fondo para actuaciones en la separaci¨®n de la refiner¨ªa y asumir costes por valor de 50 millones de d¨®lares, as¨ª como un contrato para suministrar al¨²mina por cinco a?os y no los 20 que ped¨ªa Liberty. Es decir, se produc¨ªa la paradoja de pagar por vender. Las fuentes consultadas tambi¨¦n sostienen que Liberty se neg¨® desde el primer momento a poner recursos y que los t¨¦rminos que maneja demuestran que en realidad no est¨¢ interesada en quedarse con la planta sin el control adicional de la refiner¨ªa, a lo que se opone.
Ante la falta de acuerdo, el Gobierno ide¨® una soluci¨®n transitoria, seg¨²n la cual ser¨ªa la SEPI la compradora para despu¨¦s venderla a un tercero, supuestamente a Liberty. Alcoa rechaz¨® esta posibilidad y los ¨¢nimos se exaltaron todav¨ªa m¨¢s lleg¨¢ndose de hablar incluso de una posible nacionalizaci¨®n tras unas declaraciones de la ministra de Trabajo, la gallega Yolanda D¨ªaz. En el fondo, lo que subyace es que Alcoa no quiere de ninguna manera dar oportunidades de crecimiento a un competidor que ha ganado tama?o a fuerza de quedarse con plantas de otras empresas, entre ellas seis de ArcelorMittal. De hecho, adem¨¢s de negarse a vender las citadas plantas de A Coru?a y Avil¨¦s, tambi¨¦n prefiri¨® mantener abierta su planta de Portland, en Victoria (Australia), antes que venderla a Liberty.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.