Bruselas vuelve a examinar a Espa?a
La UE quiere concreci¨®n en los proyectos y alusiones claras a reformas pero el Gobierno subraya que no har¨¢ ajustes hasta recuperar el PIB precrisis
La incertidumbre es como cruzar a nado un gran r¨ªo: se deja atr¨¢s una orilla y apenas se distingue la de enfrente. En enero de este a?o Espa?a acumulaba un lustro de crecimiento y ten¨ªa por delante un horizonte despejado. La pandemia convirti¨® ese escenario en un sue?o amostazado tras el formidable casta?azo del segundo trimestre. La econom¨ªa rebota, s¨ª, pero no hay nada parecido a una recuperaci¨®n, y cuando esta llegue ser¨¢ parcial, desigual e incierta. La covid dejar¨¢ secuelas en el empleo y un balazo sobre sectores b¨¢sicos: el turismo, la automoci¨®n e tutti quanti dif¨ªcilmente van a volver a ser lo que eran a corto plazo. No sabemos c¨®mo est¨¢n los bancos, pero ¡°el deterioro previsible de los activos va a tener un impacto significativo sobre la solvencia¡±, dijo hace unos d¨ªas una de las voces imprescindibles en esta traves¨ªa, la del gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos. Pero lo peor no es eso: lo peor es que las epidemias y las grandes crisis ¡ªy la covid es ambas cosas a la vez¡ª inyectan miedo en la sociedad; lo peor es la citada incertidumbre de no ver ni por asomo la orilla de enfrente.
Eso lleva a las familias a consumir menos y a las empresas a invertir menos. Metidos en esa trampa, los pesimistas son legi¨®n. Pero el pesimismo est¨¢ sobrevalorado: los est¨ªmulos han amortiguado el golpe y la Gran Recesi¨®n est¨¢ tan reciente en la memoria de una generaci¨®n que Bruselas y Berl¨ªn no han cometido esta vez el error fatal de hace 10 a?os. Espa?a est¨¢ cocinando un Presupuesto ultraexpansivo con ayuda de los fondos europeos, y ni en el Banco Central Europeo ni en la Comisi¨®n Europea preocupan ahora mismo ¡ªtodo llegar¨¢¡ª la deuda y el d¨¦ficit. El presidente Pedro S¨¢nchez present¨® el mi¨¦rcoles el esbozo del Plan de Recuperaci¨®n, el veh¨ªculo para gastar el man¨¢ europeo en forma de 140.000 millones, llamado a mitigar las heridas a corto plazo y a acometer lo que La Moncloa llama pomposamente ¡°la nueva modernizaci¨®n¡±. El plan, en fin, es una especie de piedra filosofal: de ¨¦l dependen los Presupuestos, que es tanto como decir la estabilidad pol¨ªtica, imprescindible para atravesar a nado los grandes r¨ªos. El proyecto llega el jueves a un edificio acristalado en el coraz¨®n de la capital europea llamado Berlaymont. No hay comidas gratis: desde ese instante Bruselas volver¨¢ a examinar con lupa a Espa?a.
La melod¨ªa del plan suena razonablemente bien. ¡°Puestos a buscarle las cosquillas, se parece demasiado a un programa electoral: las prioridades son las correctas pero falta concreci¨®n en los proyectos, aunque queda tiempo hasta febrero¡±, dice Carlos Mart¨ªnez Mongay, ex director general adjunto de la Comisi¨®n. Apenas hay datos en el proyecto: se sabe que el Gobierno gastar¨¢ 27.000 millones europeos en 2021; 72.000 en tres a?os. Se supone que eso aportar¨¢ 2,5 puntos anuales de PIB. Se prev¨¦ que, con la ayuda del sector privado ¡ªla par¨¢bola de los panes y los peces aparece siempre en una buena crisis¡ª, esos fondos movilizar¨¢n medio bill¨®n de euros. Y alehop: Econom¨ªa estima que se crear¨¢n 880.000 empleos hasta 2023, un 10% m¨¢s de lo que anunci¨® Pedro S¨¢nchez. Son hasta 15 puestos de trabajo por cada mill¨®n gastado.
?Qui¨¦n est¨¢ al mando?
Y hasta ah¨ª las cifras y casi todo lo dem¨¢s: La Moncloa admite que apenas hay referencias a las reformas y que la gobernanza es difusa. ¡°?Qui¨¦n est¨¢ al mando?¡±, se preguntan fuentes alemanas. Dif¨ªcil respuesta: el propio S¨¢nchez junto a Manuel de la Rocha, director de la Oficina Econ¨®mica, y fuera de Moncloa tambi¨¦n la vicepresidenta Nadia Calvi?o y la directora de Fondos Europeos, Mercedes Caballero.
Bruselas est¨¢ expectante y, como suele, un punto suspicaz: media docena de fuentes dejan patente que la UE quiere una primera aproximaci¨®n que despeje dudas en tres cap¨ªtulos. Uno: si Espa?a es capaz de gastar todo ese dinero, y de gastarlo bien. Dos: qu¨¦ pasa con las pensiones, y en menor medida la unidad de mercado y lo laboral. Y tres: hay dudas sobre si el Estado auton¨®mico va a provocar distorsiones, con el proc¨¦s y el guirigay de la gesti¨®n de la pandemia en la retina. Joaqu¨ªn Almunia, exvicepresidente de la Comisi¨®n, va directo al meollo de la cuesti¨®n: ¡°El gui¨®n es el esperado; ahora hay que acertar con la concreci¨®n y dar el mensaje adecuado con las reformas. No cabe esperar un juicio severo de Bruselas, aunque para entrar en una din¨¢mica positiva es imprescindible el entorno pol¨ªtico adecuado, y por ah¨ª no hay buenas noticias¡±.
El FMI, poco sospechoso de socialcomunista, ha lanzado un mensaje claro: gasten cuanto puedan. Pero cuando baje la marea se ver¨¢ qui¨¦n estaba nadando en cueros: Espa?a advierte de que no har¨¢ ajustes hasta que recupere el nivel de PIB precrisis, en torno a 2023, pero los pa¨ªses del Norte pueden alcanzar antes la otra orilla. El debate sobre la austeridad volver¨¢ cuando Espa?a a¨²n est¨¦ en mitad del r¨ªo. El keynesianismo dice que hay que gastar en recesi¨®n, pero tambi¨¦n que hab¨ªa que ahorrar en los a?os de bonanza, y eso nunca se hizo. El quid de la cuesti¨®n es acertar con los tiempos y no pisar el freno antes de que toque. A pesar de la obsesi¨®n por la deuda de muchos analistas, el BCE est¨¢ comprando bonos a mansalva, y el paro va a rondar tasas del 20% durante mucho, mucho tiempo.
Hace una d¨¦cada, Espa?a ten¨ªa graves problemas pero no era ni de lejos el pa¨ªs m¨¢s se?alado. Cayeron Grecia, Irlanda, Portugal. Y en ese momento Italia llevaba d¨¦cada y media sin crecer, sus bancos estaban hechos trizas y su situaci¨®n fiscal era desastrosa. Pero el ruido pol¨ªtico acab¨® situando a Espa?a en la diana mientras Italia consegu¨ªa ponerse de perfil. ¡°Ahora hay que acertar con la pol¨ªtica econ¨®mica y tener una pizca de suerte para que la vacuna llegue cuando antes. Pero lo m¨¢s importante es el talento para no salir de detr¨¢s de la columna¡±, concluye una fuente gubernamental. ¡°Hay que evitar que la actual crisis econ¨®mica se transforme en financiera¡±, y para ello ¡°hay que alcanzar amplios acuerdos pol¨ªticos¡±, dice el gobernador Hern¨¢ndez de Cos en sus discursos. Sin eso es m¨¢s probable que antes de alcanzar la otra orilla aparezcan los restos de todos los naufragios.
Multiplicadores y otras zarandajas
Por cada mill¨®n de euros invertido con dinero europeo el Gobierno cree que puede llegar a crear riqueza por importe de 1,2 millones: La Moncloa estima un multiplicador fiscal ¡ªuno de esos conceptos solemnes, mitad basado en sesudos estudios, mitad en fantas¨ªas matematiformes¡ª del 1,2. El Ejecutivo prev¨¦ que su Plan elevar¨¢ el crecimiento potencial ¡ªotro pasteleo conceptual, esencial para conocer la posici¨®n c¨ªclica de la econom¨ªa o la orientaci¨®n de la pol¨ªtica fiscal¡ª en medio punto, hasta situarlo por encima del 2%. El Banco de Espa?a es algo menos optimista y reduce la cuant¨ªa del multiplicador. Y en la literatura acad¨¦mica hay un poco de todo: el FMI cree que en ¨¦pocas de profunda recesi¨®n puede irse hasta el 2,8; Bruselas y el BCE lo fijan entre el 1,3 y el 2: las instituciones creen que cada euro gastado puede generar m¨¢s de un euro de riqueza.
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