Bidenomics

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca traer¨¢ grandes cambios a la pol¨ªtica tanto en Estados Unidos como a escala global. Seguramente a mejor. La econom¨ªa tambi¨¦n puede tomar un nuevo rumbo, aunque no cabe esperar milagros en este campo ni en el sanitario, al menos, a corto plazo. La nueva Administraci¨®n no va a tener una luna de miel ni el periodo de gracia que se da a cualquier presidente porque EE UU est¨¢ profundamente dividida. Asimismo, la pandemia y sus devastadores efectos sobre la actividad empresarial y social permanecer¨¢n, al menos, en 2021. El presidente electo deber¨¢ hacer frente a estos problemas con realismo y decisi¨®n. No ha sido un negacionista en campa?a ¡ªlo que ha sido un factor a su favor¡ª y no cabe esperar que lo sea en su mandato.

?Qu¨¦ puede cambiar en la econom¨ªa con Biden? En el terreno dom¨¦stico, el primer gran eje es recuperar ¨¦tica institucional, algo que EE UU ha perdido en el ¨²ltimo Gobierno. Los dem¨®cratas quieren un paquete de medidas reformistas con un fuerte car¨¢cter social, planificadas para dos mandatos y que podr¨ªan elevar el gasto por encima de los siete billones de d¨®lares. El objetivo es ampliar el acceso de la poblaci¨®n m¨¢s desfavorecida a servicios sociales, sanitarios y educativos. El problema para muchos americanos es que al menos la mitad de ese gasto debe financiarse con impuestos. En el escenario actual ¡ªcasi ideal para el nuevo presidente¡ª, este programa reivindicar¨ªa el papel de los Gobiernos en la salida de la crisis. Ese programa eminentemente social no debe descuidar el apoyo a las empresas, que son las que garantizar¨¢n el empleo del futuro. Sin embargo, hay un posible obst¨¢culo que ya fue una r¨¦mora de todas las iniciativas que no se culminaron en la era Obama: el bloqueo de cualquier intento de reforma desde el Senado, que podr¨ªa tener mayor¨ªa republicana a partir de enero.

Hay otras preferencias de Biden en materia econ¨®mica. Por ejemplo, pretende gastar hasta dos billones de d¨®lares en pol¨ªticas de lucha contra el cambio clim¨¢tico, de las que Trump se hab¨ªa alejado totalmente, pero tambi¨¦n para mejorar gran parte de las infraestructuras p¨²blicas, bastante desfasadas. Cabe esperar que ese cambio en materia clim¨¢tica venga acompa?ado de una vuelta del di¨¢logo, el liderazgo y la cooperaci¨®n internacional. Es imprescindible reducir tensiones comerciales y geoestrat¨¦gicas as¨ª como rifirrafes pol¨ªticos est¨¦riles con otros pa¨ªses. En este contexto, soy algo m¨¢s optimista en que se avance hacia un acuerdo internacional sobre el impuesto a empresas tecnol¨®gicas y actividad digital, elemento clave en la fiscalidad del futuro por el gran peso de las Big Tech y los activos intangibles.

En suma, Biden es lo m¨¢s parecido al nuevo centrismo econ¨®mico que EE UU pod¨ªa ofrecer. Correcto para los mercados ¡ªa pesar de su ¨¦nfasis en subir impuestos¡ª y un hombre de su tiempo en derechos sociales y en pol¨ªticas de transformaci¨®n econ¨®mica. Si adem¨¢s consigue retomar la v¨ªa del entendimiento internacional con un liderazgo americano m¨¢s compartido, amable y sin unilateralismo, quedar¨¢ esperanza de un nuevo renacer econ¨®mico.