La dureza de la crisis fuerza a Lagarde a aprobar su tercer plan de est¨ªmulo
El BCE anunciar¨¢ este jueves una ampliaci¨®n de su plan de compra de deuda para asegurar unos bajos costes de financiaci¨®n a los Gobiernos
En la noche del 11 de marzo, el BCE sorprendi¨® al mundo sac¨¢ndose de la chistera un plan para ahuyentar los peores augurios de una crisis que ya entonces se intu¨ªa hist¨®rica. Ese d¨ªa, Christine Lagarde anunci¨® un programa de compra de deuda por valor de 750.000 millones de euros, que en junio ampli¨® a 1,35 billones. Son cifras mareantes, pero que han demostrado quedarse peque?as ante la enormidad de la recesi¨®n causada por el coronavirus. Las nuevas medidas de confinamiento alargan la crisis y obligan de nuevo a moverse al BCE, que este jueves ampliar¨¢ los est¨ªmulos. Los analistas apuestan por una nueva inyecci¨®n de 500.000 millones.
Todo apunta a que este jueves se producir¨¢ el tercer momento Lagarde en este a?o que ha logrado romper todas las certidumbres de la Europa prepandemia. El primero, y m¨¢s importante, fue en marzo, con el anuncio del programa milmillonario. Pero la dureza de la crisis oblig¨® a ampliarlo en junio, algo que este jueves volver¨¢ a ocurrir. Mientras los l¨ªderes de la UE tratan en Bruselas de desatascar un fondo de ayudas pensado para sacar a la Uni¨®n del hoyo en el que le hundi¨® el coronavirus, los miembros del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo lanzar¨¢n desde Fr¨¢ncfort un nuevo manguerazo para la econom¨ªa.
Los analistas apuestan por el anuncio de una nueva inyecci¨®n de al menos 500.000 millones en forma de compras de deuda. El programa, que en principio deb¨ªa concluir en junio del pr¨®ximo a?o, tiene todas las papeletas para prorrogarse hasta finales de 2021 o mediados de 2022. Y es muy probable que adem¨¢s se anuncien nuevas medidas de liquidez para la banca, muy castigada por el c¨®ctel de baj¨ªsimos tipos de inter¨¦s, d¨¦bil crecimiento y terremoto tecnol¨®gico.
Lagarde y sus colegas se enfrentan a un escenario endiablado. El BCE debe revisar sus previsiones de crecimiento. Las anteriores, publicadas en septiembre, anticipaban una ca¨ªda del PIB de la eurozona este a?o del 8% y un repunte el siguiente del 5%. Pero estos pron¨®sticos han envejecido mal. Las nuevas restricciones y confinamientos decretados por la segunda ola del virus obligar¨¢n a rebajar los pron¨®sticos a corto y medio plazo. Pero, al mismo tiempo, las buenas noticias desde el campo de las vacunas despejan el horizonte a m¨¢s largo plazo.
¡°Esto demuestra que hay luz al final del t¨²nel. Pero por supuesto a¨²n nos queda salir del t¨²nel. Es probable que la debilidad del cuarto trimestre se extienda a lo largo del pr¨®ximo a?o¡±, admit¨ªa en una reciente entrevista Isabel Schnabel, miembro del Consejo del BCE. ¡°Las cosas se pondr¨¢n peor antes de que mejoren¡±, resume en un correo electr¨®nico Carsten Brzeski, economista jefe de ING, que cree que habr¨¢ que esperar a la segunda mitad de 2021 para empezar a palpar la recuperaci¨®n de la econom¨ªa global.
Se?ales sobre los cambios
La presidenta del BCE ya se ha encargado de dar se?ales de por d¨®nde puede ir. En las ¨²ltimas semanas ha apuntado al programa de compras de deuda como el m¨¢s indicado para tocar en estas circunstancias. Y en la anterior reuni¨®n del Consejo de Gobierno, en octubre, insisti¨® hasta la saciedad en la idea de que estaba preparando cambios en sus instrumentos de pol¨ªtica monetaria. Por si quedaba alguna duda, repiti¨® la palabra ¡°recalibrar¡± dos decenas de veces.
Pero lo cierto es que el margen de maniobra del BCE para luchar contra la crisis es cada vez menor. Por eso fue clave que los l¨ªderes europeos impulsaran un fondo de recuperaci¨®n de 750.000 millones para dar ¨¢nimos a una econom¨ªa en horas baj¨ªsimas. Y por eso ser¨¢ fundamental el resultado de la cumbre que este jueves comienza en Bruselas.
¡°Con la incertidumbre reinante sobre la duraci¨®n y profundidad de la crisis, el BCE vuelve a recurrir al ¡®har¨¦ lo que sea necesario¡¯ de Mario Draghi. El problema es que ese ¡®lo que sea necesario¡¯ cada vez tiene menos recorrido. Es el momento de la pol¨ªtica fiscal, con el fondo de recuperaci¨®n que debe ponerse en pr¨¢ctica lo antes posible complementando a una pol¨ªtica monetaria que poco m¨¢s puede hacer¡±, resume Joaqu¨ªn Maudos, catedr¨¢tico de la Universidad de Valencia. ¡°Las nuevas medidas del BCE no van a cambiar la situaci¨®n de forma sustancial, como s¨ª lo hicieron en marzo. Se dar¨¢ un anuncio de continuidad de la actual pol¨ªtica monetaria. Pero el papel fundamental lo va a desempe?ar la pol¨ªtica fiscal¡±, concluye Brzeski.
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