La promesa del hidr¨®geno viene con letra peque?a

¡°De ahora en adelante, produciremos cantidades ilimitadas de energ¨ªa renovable y limpia, en todas partes, para todos los prop¨®sitos, por toda la eternidad¡±. Qui¨¦n no querr¨ªa abrazar el sue?o que propone Nel, una empresa Noruega que instal¨® su primer electrolizador en 1927 y que recientemente se ha aliado con Iberdrola para producir hidr¨®geno verde (de bajas emisiones). La urgencia clim¨¢tica se acelera, igual que la b¨²squeda de soluciones radicales para todo el planeta, y ah¨ª est¨¢ el hidr¨®geno, el elemento qu¨ªmico m¨¢s abundante del universo. Como el cuento de Pedro y el lobo, esa misma promesa reson¨® tras la crisis del petr¨®leo de 1970 y en 1990, pero no sucedi¨® nada m¨¢gico. ?Puede esta vez ser distinto?

El 95% del hidr¨®geno que se produce y utiliza en el mundo ahora mismo, acorde con un informe de Candriam, se extrae de combustibles f¨®siles mediante craqueo a alta temperatura y tiene unas emisiones anuales de 830 millones de toneladas de CO2, aproximadamente lo mismo que emiten Indonesia y Reino Unido juntas. El otro 5% se obtiene por electr¨®lisis, utilizando una corriente el¨¦ctrica para dividir los enlaces entre los ¨¢tomos de hidr¨®geno y ox¨ªgeno del agua, algo que es ¡°m¨¢s limpio, pero no tan barato¡±, explica Javier Brey, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola del Hidr¨®geno. M¨¢s limpio cuando la corriente que se aplica procede de fuentes renovables.

El coronavirus ha impulsado al hidr¨®geno como el vector clave para que Europa cumpla sus objetivos de descarbonizar la econom¨ªa para 2050. Pero los costes de producci¨®n, como le ocurr¨ªa a la energ¨ªa e¨®lica o a la solar hace quince a?os, no compensan los supuestos beneficios. ¡°Se necesitan acciones ambiciosas, espec¨ªficas y a corto plazo para superar a¨²n m¨¢s las barreras y reducir los costos¡±, dicen en la Asociaci¨®n Internacional de la Energ¨ªa.

El 25 de septiembre, la compa?¨ªa brit¨¢nica ZeroAvia complet¨® el primer vuelo mundial impulsado por pila de combustible de hidr¨®geno de un avi¨®n de calidad comercial. Tambi¨¦n se habla de que podr¨¢ propulsar camiones, autobuses o barcos que solo despedir¨¢n vapor de agua como residuo. Se estudia como un complemento al gas ciudad para calentar hogares, ya que por la misma infraestructura puede viajar una proporci¨®n de un 5% y hasta un 20% de este elemento. Y puede ayudar a almacenar la energ¨ªa (e¨®lica o solar) transform¨¢ndola en hidr¨®geno almacenable cuando hay un exceso de oferta.

El mero impulso de los Gobiernos ha provocado alzas en una gama de activos basados en el hidr¨®geno, y los precios de algunas acciones se han triplicado en los ¨²ltimos doce meses. ¡°Para los inversores, este hecho representa una oportunidad para diversificar entre proyectos con diferentes escalas temporales o entre diferentes tipos de negocio (electr¨®lisis, productores de hidr¨®geno, productores de c¨¦lulas de combustible)¡±, se?alan en Candriam. El Hydrogen Coucil, una asociaci¨®n con sede en Bruselas, cree que en 2030 el coste de las soluciones tecnol¨®gicas caer¨¢ a la mitad, ¡°lo que har¨¢ que el hidr¨®geno sea competitivo con otras alternativas bajas en carbono y, en algunos casos, incluso opciones convencionales¡±.

Pero, como se?ala un reciente art¨ªculo en The Economist, hay que recordar que no es un combustible primario (se crea a partir de algo) y aunque es mejor que las bater¨ªas, almacena menos energ¨ªa en un volumen determinado en comparaci¨®n con los combustibles f¨®siles. Adem¨¢s, reemplazar todo un sistema de infraestructuras pensado por y para los combustibles f¨®siles no ser¨¢ ni f¨¢cil, ni r¨¢pido ni barato.

Dicho esto, los expertos consultados creen que ser¨¢ imprescindible si el continente quiere alcanzar su hoja de ruta de ser neutra en emisiones en 2050. El camino trazado es el siguiente: desde ahora hasta 2024, la UE se ha propuesto apoyar la producci¨®n de hasta un mill¨®n de toneladas de hidr¨®geno renovable y en 2030, al menos 40 Gw de electrolizadores de hidr¨®geno renovable y 10 millones de toneladas. Eso es m¨¢s que los 8 millones de toneladas que estima la IEA para todo el mundo en esa fecha. De modo que las empresas se apresuran a presentar en sus pa¨ªses proyectos para ser los primeros y aprovechar el r¨ªo de fondos. ¡°Europa va a descarbonizar cuatro sectores: el de la energ¨ªa, la industria, el residencial y el transporte. No hay marcha atr¨¢s¡± cree Brey.

Paralelamente, Espa?a ha presentado su propia hoja de ruta dentro del Plan Integrado de Energ¨ªa y Clima (PNIEC) 2021-2030 que prev¨¦ 1.500 millones para activar la rueda de la industria. ¡°En diez a?os podremos producir hidr¨®geno verde a precios competitivos con el gris [el procedente de combustibles f¨®siles, que se cotiza a 1,5 d¨®lares el kilo]¡±, asegura Brey. Otros expertos lo ven como una palanca m¨¢s en la tarta energ¨¦tica, no como algo absolutamente disruptivo. ¡°La gran oportunidad para reconvertir las redes de transporte y distribuci¨®n de gas natural a hidr¨®geno va a depender del desarrollo de electrolizadores de gran escala que puedan tener una ventaja en costes frente a electrolizadores m¨¢s peque?os y cercanos al punto de consumo final¡±, cree Alberto Mart¨ªn, socio responsable de Energ¨ªa de KPMG en Espa?a.

Por ahora lo cierto es que, seg¨²n Bloomberg, Europa proyecta gastarse 470.000 millones de d¨®lares para conseguir que el hidr¨®geno verde, cuyo precio est¨¢ entre 3,5 y 6,5 euros el kilo, baje por debajo del euro. ¡°Con los fondos de recuperaci¨®n esto puede conseguirse m¨¢s r¨¢pido. La inversi¨®n masiva en tecnolog¨ªa va a hacer que la curva de aprendizaje se acelere¡±, cree el ingeniero de una gran empresa espa?ola dedicado a proyectos de este tipo. Porque, explica, el hidr¨®geno est¨¢ en una posici¨®n similar a la energ¨ªa e¨®lica o fotovoltaica en 2006, cuando necesitaba de cuantiosas subvenciones p¨²blicas para llegar a competir en precio con el petr¨®leo, como ocurre hoy.

Europa no quiere perder esa oportunidad de desarrollar toda una industria y no, como en otras energ¨ªas limpias, ser un mero comprador de los componentes y las bater¨ªas que se fabrican en China. Pero el riesgo es may¨²sculo: m¨¢s all¨¢ de que otros pa¨ªses est¨¢n en esa misma carrera, el continente podr¨ªa terminar teniendo un mont¨®n de f¨¢bricas ruinosas y sin haber conseguido su objetivo de descarbonizaci¨®n.