Ante el D¨ªa Internacional de la Educaci¨®n
La disminuci¨®n del fracaso escolar, el aumento de la equidad y la igualdad de oportunidades, la mejora de las instituciones y el refuerzo de la profesi¨®n docente son los grandes retos de la ense?anza espa?ola
El 24 de enero de 2019 se celebr¨® por primera vez el D¨ªa Internacional de la Educaci¨®n, que hab¨ªa sido proclamado el a?o anterior por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Con esa declaraci¨®n se pretend¨ªa reconocer el papel crucial que desempe?a la educaci¨®n para alcanzar la paz y el desarrollo. Adem¨¢s, esta celebraci¨®n est¨¢ vinculada con el compromiso que los pa¨ªses hemos asumido con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluidos en la Agenda 2030.
La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, afirm¨® en su mensaje del pasado a?o su convicci¨®n en que la educaci¨®n es la fuerza m¨¢s poderosa de que disponemos para garantizar mejoras significativas en la salud, estimular el crecimiento econ¨®mico y aprovechar el potencial y la innovaci¨®n que precisamos para construir sociedades m¨¢s resilientes y sostenibles. De la educaci¨®n se espera una contribuci¨®n fundamental para romper el ciclo de la pobreza, mitigar el cambio clim¨¢tico, adaptarnos a la revoluci¨®n tecnol¨®gica y lograr la igualdad de g¨¦nero. Y para conseguir esas metas, es necesario un compromiso pol¨ªtico ambicioso con la educaci¨®n. Como afirma la propia UNESCO, sin una educaci¨®n de calidad inclusiva y equitativa y oportunidades a lo largo de toda la vida para todos, los pa¨ªses no lograr¨¢n alcanzar la igualdad de g¨¦nero y romper el ciclo de pobreza que est¨¢ dejando atr¨¢s a millones de ni?os, j¨®venes y adultos.
Los pa¨ªses nos sentimos concernidos por este mensaje y por eso participamos en la celebraci¨®n que se lleva a cabo este a?o del D¨ªa Internacional de la Educaci¨®n. Y, de acuerdo con nuestra situaci¨®n concreta y en la medida de nuestras posibilidades, renovamos nuestro compromiso con la educaci¨®n. Eso implica actuar en diversas direcciones que confluyen en el cumplimiento de los ODS, tarea en que estamos empe?ados.
Estoy convencido de que el sistema educativo espa?ol ha experimentado una transformaci¨®n profunda en los ¨²ltimos cincuenta a?os y tiene hoy una situaci¨®n similar a la de otros pa¨ªses desarrollados. No obstante, presenta algunos problemas que requieren soluci¨®n. Entre ellos se deben destacar las bajas tasas de titulaci¨®n en la educaci¨®n secundaria, el abandono temprano de la educaci¨®n y la formaci¨®n, la insuficiencia de los resultados obtenidos en la etapa obligatoria, el deterioro de la equidad, la organizaci¨®n no siempre adecuada del modelo escolar, la necesidad de mejorar el funcionamiento de los centros educativos y de potenciar la profesi¨®n docente, por no citar sino algunos de los principales. Otra cosa es que la soluci¨®n a tales problemas sea tan sencilla e inmediata como algunos pretenden, que desde luego no lo es.
De acuerdo con estas apreciaciones, compartidas por muchas personas, nuestro sistema educativo afronta varios retos de cierta entidad, a los que me quiero referir brevemente. En mi opini¨®n, son desaf¨ªos de dos tipos distintos: un primer grupo tiene que ver con los fines y el sentido de la educaci¨®n en sus diferentes niveles y etapas, mientras que un segundo se refiere a las condiciones que permiten dar respuesta a los anteriores.
Para lograr unos resultados positivos hay que articular pol¨ªticas educativas que sean a la vez realistas y ambiciosas
Entre los primeros retos hay que subrayar la reducci¨®n del denominado fracaso escolar, la identificaci¨®n de los saberes necesarios para el futuro, el aumento de la equidad y la mejora del rendimiento educativo. En t¨¦rminos generales, debemos disminuir la tasa de abandono escolar temprano, con objeto de cumplir con la meta com¨²n europea, hacia la que vamos convergiendo, pero de la que estamos a¨²n alejados. Ello debe ir asociado con el aumento de la tasa de titulaci¨®n en la educaci¨®n secundaria obligatoria y postobligatoria y en la formaci¨®n profesional. Hemos tambi¨¦n de definir cu¨¢les son los objetivos que los estudiantes deben alcanzar al final de su escolarizaci¨®n y, en consecuencia, los saberes que deben adquirir y las competencias que deben desarrollar. Y todo ello se debe hacer mejorando la equidad y aumentando la igualdad de oportunidades ante la educaci¨®n.
Entre los segundos retos, debemos mejorar el funcionamiento de las instituciones educativas y reforzar la profesi¨®n docente. Se trata de reforzar el liderazgo pedag¨®gico, la coordinaci¨®n pedag¨®gica y curricular, la implicaci¨®n familiar en los centros, el cuidado del ambiente o clima escolar, la organizaci¨®n del tiempo escolar, la evaluaci¨®n continua y el control del progreso de los estudiantes, y el refuerzo positivo al aprendizaje. Y para ello resulta imprescindible revisar y mejorar la formaci¨®n inicial y continua del profesorado, pero tambi¨¦n revisar el modo en que los futuros docentes son seleccionados, prestarles acompa?amiento para su incorporaci¨®n paulatina a la profesi¨®n, apoyarles para que mantengan un desarrollo profesional continuo, ofrecerles inventivos para mejorar en su trabajo y evaluar el modo en que desarrollan su tarea.
Dar respuesta a este conjunto de retos resulta factible, aunque exigir¨¢ esfuerzo y constancia. Para lograr unos resultados positivos hay que articular pol¨ªticas educativas que sean a la vez realistas y ambiciosas. Pero no se puede ignorar que hay medidas que han sido objeto de experiencia y de an¨¢lisis y pueden adoptarse para afrontar los retos mencionados. La tarea es importante y sabemos que hay conocimiento y voluntad para abordarla. El objetivo que pretendemos, compartido adem¨¢s con muchos otros pa¨ªses, merece ser incluido en un lugar destacado de la agenda pol¨ªtica. Por ese motivo nos sumamos a la celebraci¨®n del D¨ªa Internacional de la Educaci¨®n.
* Alejandro Tiana Ferrer es secretario de Estado de Educaci¨®n
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