Villarejo accedi¨® a una ¡°ingente cantidad¡± de datos policiales en sus trabajos para el BBVA
Un informe incorporado al sumario revela la colaboraci¨®n de agentes de la lucha antiterrorista en la consecuci¨®n de informaci¨®n confidencial de v¨ªctimas de los espionajes
El comisario jubilado Jos¨¦ Manuel Villarejo, en prisi¨®n desde noviembre de 2017 como presunto cabecilla de una trama policial, tuvo durante a?os acceso libre e ilegal a las bases de datos oficiales del Ministerio del Interior para conseguir informaci¨®n confidencial de las personas que espiaba por encargo y previo pago, entre otros, del BBVA. As¨ª lo destaca un informe de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Polic¨ªa Nacional incorporado a la pieza n¨²mero nueve del sumario del caso Villarejo al que ha tenido acceso EL PA?S y en el que los investigadores destacan que el polic¨ªa, entonces en activo y que se jubil¨® en el verano de 2016, obtuvo de "una ingente cantidad de datos personales" de personas con la colaboraci¨®n de, al menos, media docena de polic¨ªas de la lucha antiterrorista. El documento recalca que esa informaci¨®n es estrictamente policial y no se puede ceder a entidades privadas, "menos a¨²n a cambio de precio".
El informe ¡ªfechado el 30 de julio pasado, aunque conocido ahora tras levantarse el secreto de sumario¡ª?se centra en los encargos del BBVA. Para ellos, los investigadores concluyen que Villarejo utiliz¨® este tipo de datos en, al menos, cuatro proyectos, los bautizados como B¨²lgaros, Neigbour, Templar y Hard. Los agentes destacan que no han podido extender la investigaci¨®n m¨¢s all¨¢ de 2017 ya que los sistemas inform¨¢ticos de Interior no guardan la informaci¨®n sobre estas consultas m¨¢s all¨¢ de dos a?os, salvo en las bases de datos del DNI, Adexttra?(con informaci¨®n de extranjeros) y Atlas (rese?as y b¨²squedas policiales de personas). Pese a ello, la auditor¨ªa realizada por la Polic¨ªa ha arrojado numerosos casos de accesos indebidos que terminaron alimentando los informes del comisario para la entidad financiera.
As¨ª, para el bautizado como Proyecto B¨²lgaros, al menos cinco polic¨ªas de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n, dedicados a la lucha antiterrorista, facilitaron a Villarejo "numerosos" datos de ocho ciudadanos de origen b¨²lgaro en poco m¨¢s de dos semanas de noviembre de 2016. Los agentes han detectado incluso una consulta sobre una novena persona realizada desde la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Castilla y Le¨®n. En concreto, se rastre¨® ilegalmente si ten¨ªan antecedentes, sus viajes con destino o partida en Espa?a, hoteles en los que se alojaban y veh¨ªculos que figuraban a su nombre. Para el llamado Proyecto Neigbour, el comisario tambi¨¦n se hizo en mayo de 2015 con informaci¨®n de dos ciudadanos extranjeros con la ayuda de un subinspector de la lucha antiterrorista que, seg¨²n refleja el informe policial, se termin¨® convirtiendo en una de las principales fuentes de informaci¨®n para Villarejo.
En el caso del Proyecto Templar, el documento policial refleja que el comisario obtuvo de bases policiales datos de cinco personas en marzo de 2015. De nuevo fue el mismo subinspector el que presuntamente se los facilit¨®. Se trataba de datos relativos a su DNI, si estaban catalogados como "de inter¨¦s policial" y denuncias existentes contra ellos. Para el Proyecto Hard, en el que se espi¨® a ocho personas vinculadas a la empresa Ib¨¦rica de Maderas y Aglomerados SA, Villarejo se vali¨® de un inspector jefe, actualmente jubilado, que en aquel momento estaba destinado tambi¨¦n en la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n.
Interior tiene decenas de bases de datos, la mayor parte de car¨¢cter administrativo. Un pu?ado de ellas requiere medidas de control ¡°alto¡±, seg¨²n la clasificaci¨®n de la Agencia de Protecci¨®n Datos, que distingue tres grados de seguridad en funci¨®n de la informaci¨®n que recojan. Ese nivel alto exige, por ejemplo, guardar la identidad del usuario, la fecha y hora en que realiz¨® la consulta y el fichero visitado durante un m¨ªnimo de dos a?os. Entre esos ficheros policiales m¨¢s sensibles se encuentran, precisamente, los consultados por Villarejo a trav¨¦s de otros polic¨ªas.
Para entrar en ellos, cada funcionario debe introducir en el ordenador desde el que hace la consulta su carn¨¦ profesional con chip identificativo y una contrase?a, lo que ahora ha permitido identificar a los presuntos colaboradores del comisario. La Polic¨ªa?cuenta con una aplicaci¨®n llamada Caupol que le permite auditar el uso que se hace de esas consultas, aunque estas pesquisas se realizan siempre tras recibir una queja o una denuncia ¡ªcomo ha ocurrido ahora¡ª, pero nunca con car¨¢cter prospectivo.
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