2020 ha sido el a?o de la muerte del ¡®reaganismo¡¯
La doctrina que rechaza ayudar a los m¨¢s necesitados deber¨ªa haber muerto en su choque con la realidad
El Gobierno prometi¨® ayudar, y lo hizo. Quiz¨¢ fue obra de los elementos visuales. Resulta dif¨ªcil saber qu¨¦ aspectos de la realidad penetran en la burbuja cada vez m¨¢s reducida de Donald Trump ¡ªy me alegra decir que, a partir de enero de 2021, no tendremos que preocuparnos por lo que pasa en su nada bonita mente¡ª, pero es posible que el presidente adquiriese conciencia de la imagen que ofrec¨ªa jugando al golf mientras millones de familias desesperadas perd¨ªan sus prestaciones de desempleo.
Sea cual fuere la causa, el domingo Trump firm¨® por fin una ley de alivio econ¨®mico que prolongar¨¢ las ayudas unos cuantos meses. Los trabajadores en paro no fueron los ¨²nicos en suspirar aliviados. El mercado de futuros ¡ªque no es una medida del ¨¦xito econ¨®mico, pero aun as¨ª¡ª subi¨®. Goldman Sachs modific¨® al alza sus previsiones de crecimiento econ¨®mico para 2021. De modo que este a?o se cierra con una segunda demostraci¨®n de la lecci¨®n que deber¨ªamos haber aprendido en primavera: en ¨¦poca de crisis, la ayuda del Gobierno a la gente en apuros es buena, no solo para quienes la reciben, sino para el pa¨ªs en su conjunto. O por decirlo de manera un poco diferente, 2020 ha sido el a?o de la muerte del reaganismo.
Lo que yo entiendo por reaganismo va m¨¢s all¨¢ de la econom¨ªa vud¨², o la afirmaci¨®n seg¨²n la cual las reducciones de impuestos tienen poderes m¨¢gicos y pueden resolver todos los problemas. Nadie cree en ello aparte de un pu?ado de charlatanes y chiflados, adem¨¢s de todo el Partido Republicano. No, a lo que yo me refiero es a algo de mayor alcance, a saber, la creencia de que ayudar a los necesitados siempre resulta contraproducente, y de que la ¨²nica manera de mejorar la vida de la gente corriente es hacer m¨¢s ricos a los ricos y esperar que los beneficios goteen hacia abajo. Esta creencia qued¨® condensada en la famosa sentencia de Ronald Reagan seg¨²n la cual las palabras m¨¢s aterradoras en ingl¨¦s son ¡°soy del Gobierno y estoy aqu¨ª para ayudar¡±.
Pues bien, en 2020 el Gobierno estuvo ah¨ª para ayudar, y eso fue lo que hizo. Es verdad que ha habido quien ha defendido la pol¨ªtica del goteo, incluso frente a la pandemia. Trump presion¨® para que se rebajase el impuesto sobre la n¨®mina, lo cual no tiene utilidad para ayudar directamente a los desempleados, aunque intente (sin ¨¦xito) reducir la recaudaci¨®n fiscal v¨ªa acci¨®n ejecutiva. Ah, y las nuevas medidas de recuperaci¨®n incluyen una rebaja de impuestos multimillonaria a las comidas de negocios, como si los almuerzos regados con Martini fuesen la respuesta a la depresi¨®n econ¨®mica creada por la pandemia.
La animadversi¨®n reaganiana a ayudar a las personas necesitadas tambi¨¦n ha persistido. Ha habido pol¨ªticos y economistas que han seguido insistiendo, contra toda evidencia, en que la ayuda a los parados genera desempleo. Pero, en general ¡ªy, en cierto modo, sorprendentemente¡ª, la pol¨ªtica econ¨®mica estadounidense respondi¨® bastante bien a las necesidades reales de un pa¨ªs obligado a confinarse. La ayuda a los desempleados y la condonaci¨®n de las deudas de las empresas si el pr¨¦stamo se utilizaba para seguir pagando las n¨®minas, limitaron el sufrimiento. Los cheques directos no han sido la mejor medida de todos los tiempos, pero sirvieron para animar a las personas.
Toda esta intervenci¨®n del Gobierno a gran escala funcion¨®. A pesar de un confinamiento que elimin¨® temporalmente 22 millones de empleos, el hecho es que la pobreza se redujo mientras dur¨® la ayuda.
Y no ha tenido un lado negativo visible. No ha habido indicios de que ayudar a los desempleados disuadiese a los trabajadores de aceptar un empleo. El crecimiento del empleo desde abril hasta julio, cuando nueve millones de estadounidenses volvieron a trabajar, sucedi¨® mientras el aumento de las ayudas segu¨ªa en vigor. El enorme endeudamiento p¨²blico tampoco tuvo las consecuencias nefastas que los cascarrabias del d¨¦ficit siempre predicen. Los tipos de inter¨¦s siguieron bajos, mientras que la inflaci¨®n permanec¨ªa est¨¢tica.
As¨ª que el Gobierno estuvo ah¨ª para ayudar y, efectivamente, lo hizo. El ¨²nico problema es que suprimi¨® la ayuda demasiado pronto. Las medidas extraordinarias deber¨ªan haber continuado mientras el coronavirus siguiese descontrolado, como reconoce de manera impl¨ªcita la disposici¨®n de ambos partidos a aplicar un segundo paquete de rescate, y el hecho de que Trump consintiese a rega?adientes en firmar la ley.
En efecto, parte de las ayudas otorgadas en 2020 deber¨ªan prolongarse incluso despu¨¦s de que se haya generalizado la vacunaci¨®n. Lo que deber¨ªamos haber aprendido la primavera pasada es que los programas gubernamentales financiados adecuadamente pueden reducir la pobreza en gran medida. ?Por qu¨¦ olvidar esta lecci¨®n en cuanto pase la pandemia? Ahora bien, cuando digo que el reaganismo ha muerto en 2020 no quiero decir que los sospechosos de rigor vayan a dejar de sostener sus argumentos de siempre. La econom¨ªa vud¨² est¨¢ demasiado arraigada en el actual Partido Republicano ¡ªy resulta demasiado ¨²til a los donantes multimillonarios que quieren que se les rebajen los impuestos¡ª para ser desterrada por unos hechos inoportunos.
La oposici¨®n a las ayudas a los desempleados y a los pobres nunca se ha basado en pruebas. Siempre ha tenido su origen en una mezcla de elitismo y hostilidad racial. Por eso seguiremos oyendo hablar del poder milagroso de las rebajas de impuestos y los males del Estado del bienestar. Pero, si bien el reaganismo seguir¨¢ existiendo, ahora, m¨¢s que nunca, ser¨¢ un reaganismo zombi, una doctrina que deber¨ªa haber muerto en su choque con la realidad, aunque vaya arrastrando los pies y comiendo el cerebro a los pol¨ªticos. La lecci¨®n de 2020 es que, en una crisis, e incluso en ¨¦pocas de m¨¢s calma, el Gobierno puede hacer mucho para mejorar la vida de la gente. Lo que m¨¢s deber¨ªamos temer es un Gobierno que se niegue a hacer su trabajo.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2021. Traducci¨®n de News Clips
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