Terapia para un tejido productivo debilitado
La clave est¨¢ en innovar hasta que la vacunaci¨®n incida sobre las expectativas y la movilidad
Las l¨ªneas definitorias de la econom¨ªa espa?ola para los pr¨®ximos a?os se est¨¢n dibujando en un plazo muy corto. Inexorablemente, los retrasos de la vacuna tienen consecuencias nefastas, especialmente para nuestro pa¨ªs por su dependencia del turismo. Pero tanto el vigor del rebote que se vaticina, como su persistencia y eventual sostenibilidad dependen sobre todo del acierto de la acci¨®n p¨²blica en las pr¨®ximas semanas.
De momento, la actividad se mover¨¢ al comp¨¢s de la situaci¨®n sanitaria y por tanto el panorama se presenta con muchos nubarrones al menos hasta el verano, retrasando la recuperaci¨®n. Adem¨¢s, la experiencia de pa¨ªses con pocos contagios muestra que las incertidumbres que lastran el consumo y la inversi¨®n tienden a persistir. En Australia, por ejemplo, tras varios meses sin apenas nuevos casos, los hogares son reacios a gastar el exceso de ahorro acumulado desde el inicio de la crisis. Por otra parte, una de las lecciones de anteriores epidemias es que el miedo a viajar tiende a persistir, comprometiendo el rebote del turismo. Para nuestro pa¨ªs, los ingresos registrados en una temporada tur¨ªstica ¡°normal¡± representan 2,5 veces m¨¢s de lo que esperamos obtener gracias a los fondos europeos.
Por si fuera poco, la industria, una de las principales bazas de la recuperaci¨®n, atraviesa una inesperada disrupci¨®n de los circuitos de abastecimiento internacional, como consecuencia del incremento de los costes del transporte de mercanc¨ªas. La escasez de contenedores junto con la recomposici¨®n de las cadenas de suministro provocada por la pandemia y las restricciones comerciales han multiplicado por cerca de cuatro el coste de los fletes mar¨ªtimos. Todo ello puede generar cuellos de botella en la actividad industrial, y as¨ª quebrar la a¨²n desigual recuperaci¨®n en forma de ¡°K¡±.
Tambi¨¦n surgen oportunidades, como el plan de est¨ªmulos de Biden, que de aprobarse inyectar¨ªa cerca del 4% del PIB directamente en la econom¨ªa americana este a?o. Una buena noticia para la econom¨ªa global, pero que no basta. Muchas de nuestras empresas que se encuentran al borde de la insolvencia pese a ser viables no llegar¨¢n hasta el verano sin alg¨²n tipo de ayuda. Afortunadamente, ante el espectro de nuevas turbulencias financieras, se ha abierto un debate acerca de esta cuesti¨®n. Las soluciones que se plantean incluyen transferencias directas a peque?os negocios afectados por los cierres administrativos, ERTE, reestructuraci¨®n de deudas y despliegue de instrumentos participativos. El dilema reside en la transparencia y en imponer condiciones para lograr que los incentivos se focalicen en las empresas que tienen futuro, pero sin que esos esfuerzos supongan un retraso en la puesta en marcha de un dispositivo tan crucial.
Con la actual reca¨ªda tambi¨¦n llega el momento de repensar el modelo productivo, y de corregir los desequilibrios que ya arrastraba. Se necesitan por tanto reformas que respondan a los retos del futuro, como el giro en la globalizaci¨®n, la digitalizaci¨®n y la transici¨®n verde. Bruselas las espera antes de abril para poder aprobar el desembolso de los fondos. Y sin ellas las inversiones del plan de recuperaci¨®n solo aportar¨¢n un est¨ªmulo transitorio, sin generar una expansi¨®n sostenida y socialmente inclusiva.
No olvidemos la brecha de renta per c¨¢pita que todav¨ªa nos separa de la media europea. Esta se eleva a 10 puntos (con datos de 2019), casi el doble de los valores registrados en el momento de creaci¨®n del euro. Algo que se explica tanto por la baja productividad, como por las deficiencias cr¨®nicas del mercado laboral, y su corolario de paro y exclusi¨®n de amplios sectores de la sociedad, en especial entre los j¨®venes.
Gracias a las compras de bonos p¨²blicos del BCE, complementada por los fondos europeos, ser¨¢ posible financiar esa combinaci¨®n heterodoxa de medidas anti-crisis, inversiones y reformas. La prioridad no puede ser otra que contener el riesgo de quiebras en cascada y sembrar las bases de una nueva senda de crecimiento, condici¨®n necesaria para la sostenibilidad de la deuda.
Actividad
Los principales ¨ªndices de coyuntura apuntan a una nueva contracci¨®n en enero, especialmente en el sector de servicios (el PMI pierde m¨¢s de 6 puntos, situ¨¢ndose netamente en terreno negativo). La actividad tambi¨¦n se debilita en el sector de manufacturas (con un PMI ligeramente por debajo del umbral que marca el crecimiento). Ambos sectores se enfrentan a crecientes dificultades de aprovisionamiento, y a retrasos en la entrega de insumos sobre todo desde Asia, que redunda en un incremento de los costes de producci¨®n. Sin embargo, las empresas esperan una mejora en los pr¨®ximos meses.
Raymond Torres es director de coyuntura en Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
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