Santana, 10 a?os de un motor gripado en Linares
La ciudad con mayor paro de Espa?a sigue instalada en la depresi¨®n cuando se cumple el d¨¦cimo aniversario del cierre de su industria automovil¨ªstica
Juan Jos¨¦ Gea, Pedro G¨¢lvez, Gregorio Ord¨®?ez y Victoriano L¨®pez vuelven, no sin cierta melancol¨ªa y emoci¨®n contenida, a pasear por las vetustas instalaciones en las que pasaron gran parte de sus vidas. Lo hacen al cumplirse los 10 a?os del cierre de Santana Motor, la empresa automovil¨ªstica de Linares (Ja¨¦n) a la que la Junta de Andaluc¨ªa ¨Cpropietaria de la compa?¨ªa desde la marcha de la multinacional nipona Suzuki en 1995- ech¨® el candado tras 55 a?os de actividad al no ser capaz de atajar la v¨ªa de agua que supon¨ªa las p¨¦rdidas de m¨¢s de 270 millones de euros que arrastraba. Para amortiguar el cierre, se present¨® el plan Linares Futuro, del que nunca m¨¢s se supo para la desolaci¨®n y frustraci¨®n de una ciudad que en el ¨²ltimo tercio del siglo pasado tambi¨¦n perdi¨® su hegemon¨ªa con las minas de plomo.
Hoy, el solar de la antigua Santana es un p¨¢ramo industrial que ni siquiera pueden disimular la docena de firmas que siguen tirando a duras penas dentro del parque empresarial que se dise?¨® a?os despu¨¦s de la marcha de los japoneses. Los casi 2.000 empleos que se perdieron entre Santana y sus empresas auxiliares llevaron a este municipio y a toda esta comarca del norte de Andaluc¨ªa a una depresi¨®n que, una d¨¦cada despu¨¦s, se hace a¨²n m¨¢s visible. Linares, que ha perdido 5.000 habitantes en los dos ¨²ltimos lustros, es hoy el municipio de m¨¢s de 20.000 habitantes con mayor tasa de paro de Espa?a, por encima del 30%. El porcentaje casi llega al 50% en cuanto al paro juvenil. ¡°Linares no puede seguir as¨ª¡±, indica Juan Jos¨¦ Gea, que form¨® parte de la legi¨®n de santaneros que encumbr¨® la historia de la lucha obrera de este pa¨ªs.
¡°Tener que firmar el cierre de Santana fue algo dur¨ªsimo, lo m¨¢s amargo de nuestras vidas¡±, admite Pedro G¨¢lvez, que trabaj¨® m¨¢s de tres d¨¦cadas en la planta y fue el ¨²ltimo presidente del comit¨¦ de empresa. Asumido el golpe, G¨¢lvez entiende que el cierre era la ¨²nica alternativa posible por la situaci¨®n de quiebra de la compa?¨ªa, y valora el acuerdo laboral por el que unos 800 trabajadores mayores de 50 a?os, ¨¦l entre ellos, se prejubilaron con el 80% de su base de cotizaci¨®n. Desde entonces, la econom¨ªa de Linares gira en buena medida de la renta de los antiguos empleados de la factor¨ªa.
Pocos d¨ªas despu¨¦s de que Linares se llevara otro golpe a su autoestima tras anunciarse el cierre, a finales de este mes, de El Corte Ingl¨¦s (apenas un tercio de sus m¨¢s de 200 empleados se recolocar¨¢n en otros centros); el presidente andaluz, Juanma Moreno, fue recibido en la ciudad entre abucheos. Iba a anunciar la cesi¨®n al Ayuntamiento del suelo del parque empresarial de Santana, junto a una inversi¨®n de seis millones de euros para su acondicionamiento y un fondo de cinco millones para potenciar start-up e iniciativas empresariales en los terrenos de la que fue la principal industria automovil¨ªstica del sur de Espa?a.
¡°Demasiado tiempo de crisis¡±
Como lamentan las autoridades locales, tambi¨¦n fue la ¨²nica firma de automoci¨®n que cerr¨® sus puertas. Para el alcalde de Linares, Ra¨²l Caro, la cesi¨®n de terrenos, largamente reivindicada, puede ser un punto de partida para intentar revertir el estado de abatimiento de la localidad. ¡°Llevamos demasiado tiempo de crisis en crisis, con muchos golpes, y eso se nota en el car¨¢cter de los linarenses y los aleja de la pol¨ªtica¡±, expone Caro, quien dio el salto a la pol¨ªtica en 2019 de la mano de Ciudadanos y ahora ve amenazada la estabilidad municipal tras la marcha del grupo independiente Cilu que formaba parte del tripartito con Cs y el PP. El regidor linarense dice comprender el hartazgo ciudadano ¡°ante tantas expectativas frustradas¡± y la impotencia por ¡°la lentitud que ofrecen las Administraciones¡±, pero se muestra optimista ante el futuro por las iniciativas empresariales que est¨¢n surgiendo.
¡°A Linares le ha pillado esta pandemia en ¨¦poca de vacas flacas, bajo de defensas¡±, se?ala Juan Fern¨¢ndez, alcalde de la ciudad durante dos d¨¦cadas al que la crisis de Santana le pas¨® factura en su carrera pol¨ªtica tras ser expulsado del PSOE. Responsabiliza a la ¡°inoperancia¡± de la Junta de Andaluc¨ªa (gobernada entonces por el que era su partido) ¡°y de muchos pol¨ªticos sin honor¡±. Ahora, como concejal del grupo independiente Linares Primero, Fern¨¢ndez aprovecha los plenos municipales para exhibir la camiseta que simboliza la rebeli¨®n ciudadana sin precedentes que vivi¨® Linares para intentar salvar su industria.
¡°Maltrato institucional¡±
Jos¨¦ Manuel Muriel fue uno de los ¨²ltimos presidentes de Santana Motor. La Junta llam¨® en 2004 a la puerta de este experto en reestructurar empresas (tambi¨¦n pas¨® por SOS Cu¨¦tara), que no pudo completar con ¨¦xito su encargo: ¡°De no haber sido por la dura crisis econ¨®mica de 2009, Santana Motor habr¨ªa salido adelante, pero no fue posible la diversificaci¨®n industrial que se hab¨ªa dise?ado¡±. Muriel no oculta la ¡°frustraci¨®n y pena¡± por el apego sentimental que ¨¦l mismo ten¨ªa hacia Santana, donde hizo sus primeras pr¨¢cticas como estudiante de Ingenier¨ªa. A su juicio, el inicio de la crisis hay que buscarlo en la llegada de la multinacional japonesa Suzuki: ¡°Los famosos Land Rover, que se vend¨ªan en varios pa¨ªses, quedaron en manos de Suzuki, que utiliz¨® la f¨¢brica linarense como simple mano de obra pero sin base tecnol¨®gica¡±, indica. Muriel se muestra esc¨¦ptico sobre el aprovechamiento del suelo del parque empresarial, que considera obsoleto. Una tesis que comparten los antiguos santaneros, que advierten incluso de que las naves son inservibles por su alta concentraci¨®n de amianto.
Aunque Santana Motor se cerr¨® en febrero de 2011, hubo un peque?o ret¨¦n de trabajadores que permaneci¨® en la f¨¢brica hasta final de a?o para completar los ¨²ltimos pedidos. Gregorio Ord¨®?ez fue uno de ellos. ¡°A m¨ª me dejaron las llaves para cerrar Santana¡±, rememora. Compa?ero de ese ¨²ltimo ret¨¦n fue Jos¨¦ Cabrero, uno de los pocos que vot¨® en contra del acuerdo laboral que firmaron la Junta de Andaluc¨ªa y los sindicatos para finiquitar la factor¨ªa: ¡°Ten¨ªa claro que con mi voto no se iba a cerrar Santana¡±, expone. Cabrero entr¨® como metal¨²rgico en 1975 y, tras una excedencia de 18 a?os por su dedicaci¨®n a la pol¨ªtica, volvi¨® a la f¨¢brica en 2008. Cree que la clausura no hizo m¨¢s que ahondar en ¡°el desequilibrio territorial, el d¨¦ficit inversor y el maltrato institucional hacia Ja¨¦n¡±.
Cabrero sostiene que Santana fue el embri¨®n del esc¨¢ndalo de los ERE que salpic¨® a numerosas empresas andaluzas en crisis. Y mientras se recupera de la covid, tras haber permanecido 45 d¨ªas en la UCI, apela a recuperar la lucha en la que ¨¦l mismo particip¨® en su condici¨®n de parlamentario de Izquierda Unida: ¡°Hace falta una sublevaci¨®n ciudadana como la de entonces¡±. Una afirmaci¨®n realizada horas antes de los incidentes vividos este fin de semana en la localidad jiennense, a ra¨ªz de la detenci¨®n de dos polic¨ªas por golpear a un hombre y su hija de 14 a?os.
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