Robert A. Mundell, padre de la macroeconom¨ªa abierta y del euro
Cre¨ªa que los tipos de cambio fijos y las zonas monetarias extensas son muchos m¨¢s favorables al comercio internacional y al crecimiento econ¨®mico
A mediados del siglo pasado, los macroeconomistas estaban ocupados desarrollando un marco conceptual para dise?ar pol¨ªticas fiscales y monetarias que estabilizaran las econom¨ªas, esto es, las sacaran de recesiones y evitaran episodios inflacionistas. Bas¨¢ndose en las ense?anzas de John Maynard Keynes y las experiencias de la Gran Depresi¨®n, empezaron a desarrollar el modelo IS-LM, que generaciones de estudiantes de Econom¨ªa aprendieron y que a¨²n hoy sigue constituyendo el principal puente de entrada en los estudios de macroeconom¨ªa. Este modelo sigue siendo, incluso, uno de los pilares de las pol¨ªticas de estabilizaci¨®n econ¨®mica.
Sin embargo, el modelo b¨¢sico estaba incompleto. Ten¨ªa en cuenta el sector exterior en una sola dimensi¨®n: el intercambio comercial entre pa¨ªses mediante exportaciones e importaciones. La determinaci¨®n de los tipos de cambio y las consecuencias de los movimientos de capitales entre pa¨ªses no formaban parte del an¨¢lisis. Hasta que lleg¨® Robert Alexander Mundell, economista canadiense que falleci¨® el domingo a los 88 a?os en Siena, ciudad italiana en la que resid¨ªa.
Doctor en Econom¨ªa por el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT) en 1956 ¡ªaunque escribi¨® su tesis doctoral en la London School of Economics bajo la direcci¨®n de James Meade¡ª, Mundell fue el primero en preocuparse por la macroeconom¨ªa de una econom¨ªa abierta con agentes que pueden invertir en activos denominados en distintas divisas.
Con movilidad de capitales, los tipos de cambio y de inter¨¦s ya no son variables que los gobiernos puedan escoger libremente. El primer resultado por el que Mundell es reconocido toma la forma de uno de esos trilemas tan populares en la macroeconom¨ªa internacional: un pa¨ªs no puede tener, al mismo tiempo, tipos de cambio fijos, perfecta movilidad de capitales y una pol¨ªtica monetaria independiente. La raz¨®n es sencilla (una vez que se descubre): con perfecta movilidad de capitales y tipos de cambio fijos, los tipos de inter¨¦s entre pa¨ªses tienden a igualarse y, por tanto, nada puede hacer el banco central por desviarse del ¡°tipo de inter¨¦s internacional¡±. En este sentido, Mundell fue el descubridor de la tiran¨ªa de los mercados internacionales de capitales.
Desde aqu¨ª y junto a John Markus Fleming, economista brit¨¢nico que trabaj¨® en el Fondo Monetario Internacional, elabor¨® los fundamentos de las relaciones entre actividad econ¨®mica y tipos de cambio y de inter¨¦s bajo reg¨ªmenes macroecon¨®micos alternativos, y con el que se analizan las pol¨ªticas fiscal y monetaria en econom¨ªas abiertas (el archiconocido y temido por los opositores modelo Mundell-Fleming).
El paso natural siguiente era descubrir qu¨¦ r¨¦gimen cambiario es m¨¢s propicio para la estabilidad macroecon¨®mica. Al contrario que Milton Friedman, firme defensor de los tipos de cambio flexibles, Robert Mundell cre¨ªa que los tipos de cambio fijos y las zonas monetarias extensas (pa¨ªses que comparten la misma moneda) son muchos m¨¢s favorables al comercio internacional y al crecimiento econ¨®mico. Para justificarlo, desarroll¨® la teor¨ªa de las ¨¢reas monetarias ¨®ptimas: ¡°Pa¨ªses que se enfrentan a fluctuaciones econ¨®micas similares, tienen precios y salarios suficientemente flexibles y entre los que los trabajadores se pueden mover libremente, deber¨ªan compartir la misma moneda¡±. Que esta teor¨ªa haya sido fundamental en el dise?o de la Uni¨®n Monetaria Europea y que a Robert Mundell se le conozca tambi¨¦n como el ¡°padre del euro¡± es, pues, nada sorprendente.
Nobel de Econom¨ªa
En 1999, obtuvo el Premio Nobel por ¡°su an¨¢lisis de las pol¨ªticas monetaria y fiscal bajo diferentes reg¨ªmenes de tipos de cambio y su an¨¢lisis de las ¨¢reas monetarias ¨®ptimas¡±. Estas fueron sus dos ¨²nicas contribuciones al pensamiento econ¨®mico (solo dos, pero inmensamente m¨¢s en cantidad y calidad que las de la inmensa mayor¨ªa de los economistas). Como profesor en las universidades de Chicago, primero, y Columbia (Nueva York), desde 1974, tuvo pocos pero escogidos estudiantes, entre ellos Rudiger Dornbusch, otro nombre familiar para varias generaciones de estudiantes de macroeconom¨ªa, y Carmen Reinhart, actual vicepresidenta y economista jefa del Banco Mundial. Por otra parte, fue muy activo como asesor de numerosos organismos econ¨®micos, tales como Naciones Unidas, FMI, Banco Mundial, Comisi¨®n Europea, Reserva Federal, Tesoro estadounidense y Gobierno canadiense.
Amaba la teor¨ªa econ¨®mica y amaba Italia, donde organizaba encuentros de colegas y estudiantes. Su legado acad¨¦mico en la macroeconom¨ªa internacional y su influencia en decisiones trascendentales de pol¨ªtica econ¨®mica constituyen uno de los principales logros de los macroeconomistas de la segunda mitad del siglo pasado.
Juan F. Jimeno es doctor en Econom¨ªa y profesor asociado de la Universidad de Alcal¨¢.
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