Infinitos proyectos, dinero limitado
El nivel de la respuesta empresarial al plan de recuperaci¨®n europeo, que debe inyectar en Espa?a 72.700 millones en subvenciones a fondo perdido, est¨¢ siendo contundente
La inc¨®gnita se ha invertido: no dudamos si llegaremos, sino sobre en cu¨¢nto nos pasamos. Al lanzarse el plan de recuperaci¨®n, la inquietud se cern¨ªa sobre si la econom¨ªa espa?ola ser¨ªa capaz de presentar suficientes proyectos, de buena calidad y en breve lapso de tiempo para acceder a las ayudas del Next Generation EU y programas adl¨¢teres. Hoy, las infinitas ¡°manifestaciones de inter¨¦s¡± de empresas y administraciones ya enviadas al Gobierno prefiguran que sus peticiones acaben desbordando ampliamente la cuant¨ªa de 72.700 millones en subvenciones europeas (ampliables hasta 83.200 millones) preasignados a Espa?a: una cantidad ingente, pero que con toda probabilidad ser¨¢ insuficiente para todos los demandantes.
Bastan unas muestras. Las empresas del Ibex ten¨ªan perfilados hace dos meses proyectos por un valor conjunto superior a 100.000 millones. Solo las energ¨¦ticas dise?aron 400 proyectos e Industria recib¨ªa proyecciones de hasta 60.000 millones. La automoci¨®n planea invertir hasta 54.000 millones hasta 2040. La aeron¨¢utica, 11.000 millones hasta 2026. Las constructoras, hasta 157.458 millones para 2030. Y otras cifras multimillonarias telecos, energ¨¦ticas, sectores tecnol¨®gicos¡ Y las administraciones. Un bot¨®n: los 27 proyectos p¨²blicos y privados patrocinados por la Generalitat prev¨¦n aplicar 41.000 millones.
Claro que esa lluvia de cifras es una amalgama heterog¨¦nea e incompleta: hay protagonistas repetidos y horizontes temporales dispersos. Y adem¨¢s los fondos europeos solo cubrir¨¢n una porci¨®n de las inversiones: para algunos expertos, entre una tercera y una cuarta parte. Pero aun as¨ª, datos e indicios perfilan un desbordamiento de la convocatoria.
M¨¢s all¨¢ de lo cuantitativo, quiz¨¢ el logro m¨¢s relevante de la iniciativa p¨²blica europea, y de la convocatoria espa?ola, sea cualitativo. Al im¨¢n del apoyo p¨²blico condicionado a revisar su propia estructura productiva orient¨¢ndola a un futuro ¡ªecol¨®gico, digital, social¡ª distinto, el nivel de la respuesta empresarial ¡ªa la espera de datos oficiales, y a veces espoleada por gabinetes jur¨ªdicos y consultoras¡ª est¨¢ siendo contundente. Descontada la inevitable cuota de oportunistas, cazatalentos y fun¨¢mbulos, muchas empresas (y organismos oficiales) han replanteado con seriedad sus modelos de negocio/servicio y sus planes estrat¨¦gicos plurianuales. Han modulado sus v¨ªnculos con sus matrices y/o con sus filiales; han establecido nuevas alianzas intersectoriales (por ejemplo, entre industrias automotrices y energ¨¦ticas). Han iniciado consorcios con el sector p¨²blico y v¨ªnculos con otras compa?¨ªas europeas. Han repensado su posici¨®n en el mercado, y para un mercado cambiante.
Inevitablemente, muchos de sus proyectos quedar¨¢n en el camino: o porque los hay mejores en el mismo sector, o porque son deficientes, o porque no habr¨¢ bastantes fondos. Hay que prever el rebote de frustraci¨®n, y prepararse para hacerle frente. ?C¨®mo? En cuanto a la financiaci¨®n, los buenos proyectos viables deber¨ªan tener oportunidad, incluso aunque no fuesen los primer¨ªsimos. Una vez se agote la disposici¨®n de los subsidios quedar¨ªa el recurso a los pr¨¦stamos barat¨ªsimos del Mecanismo de Estabilizaci¨®n o Mede (del que Espa?a podr¨ªa absorber 24.000 millones de euros); los del programa InvestEU, el sucesor del Plan Juncker (que ha cofinanciado proyectos generadores de inversiones por 514.000 millones), y que aproximadamente lo repetir¨¢ hasta 2027; o, entre otros, los del Banco Europeo de Inversiones, que a¨²n podr¨ªan multiplicarse. Eso valdr¨ªa tambi¨¦n para todos los proyectos ¡ªincluyendo de forma transitoria a los ganadores¡ª si el episodio del bloqueo del Tribunal Constitucional alem¨¢n prolonga el retraso en la disponibilidad de los fondos Next Generation. Pero entonces quiz¨¢ cabr¨ªa combinarlos con un mayor endeudamiento directo de la Comisi¨®n, de forma similar al programa SURE, que respalda con 100.000 millones operaciones laborales como los ERTE.
En cuanto a la gobernanza, el rechazo de planes correctos inducir¨¢ cr¨ªticas acerbas que entorpezcan el plan y tiendan a deslegitimarlo. Descartada la opci¨®n de una agencia independiente, la administraci¨®n en solitario no se bastar¨¢ para conjurar este peligro. Activar los foros de participaci¨®n y grupos de alto nivel (previstos en el art¨ªculo 17 de la ley que regula los fondos), y su capacidad de efectuar ¡°recomendaciones¡± es una opci¨®n ¨²til. Para convencer a los segundones de que otros merec¨ªan el primer puesto. Objetivamente.
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