La izquierda quiere quitar el impuesto a los grandes caseros de viviendas sociales en Pa¨ªses Bajos
El tributo, que ha tenido un efecto contrario al que se cre¨ªa al estrangular el mercado de pisos para rentas bajas, marca el debate presupuestario
El problema de la vivienda ha figurado de forma prominente en los ¨²ltimos d¨ªas en el debate sobre los pr¨®ximos presupuestos en Pa¨ªses Bajos. El Gabinete est¨¢ en funciones desde enero y no tiene mucho margen de maniobra, pero la mayor¨ªa del Congreso coincide en abolir los impuestos que, desde 2013, pagan las asociaciones de propietarios de inmuebles con alquileres sociales ¡ªlos que tienen una renta mensual m¨¢xima de 750 euros¡ª, seg¨²n la terminolog¨ªa...
El problema de la vivienda ha figurado de forma prominente en los ¨²ltimos d¨ªas en el debate sobre los pr¨®ximos presupuestos en Pa¨ªses Bajos. El Gabinete est¨¢ en funciones desde enero y no tiene mucho margen de maniobra, pero la mayor¨ªa del Congreso coincide en abolir los impuestos que, desde 2013, pagan las asociaciones de propietarios de inmuebles con alquileres sociales ¡ªlos que tienen una renta mensual m¨¢xima de 750 euros¡ª, seg¨²n la terminolog¨ªa oficial. Con ello se pretende asegurar la construcci¨®n de nuevas casas asequibles, evitando a su vez que los grupos con pocos ingresos sean marginados. Dicha tasa, sin embargo, rinde al Estado unos 1.800 millones de euros anuales y el partido liberal de derecha del primer ministro, Mark Rutte, ganador de las elecciones del pasado marzo, se resiste a perderlos.
En junio de este a?o, Pa¨ªses Bajos sumaba 8 millones de viviendas ¡ªentre alquiler y propiedad¡ª seg¨²n la Oficina Central de Estad¨ªstica. Sin embargo, para una poblaci¨®n de 17 millones de habitantes, el mismo servicio indica que faltan cerca de 300.000 casas. La situaci¨®n se estabilizar¨¢ hacia 2030. Con la crisis econ¨®mica apenas terminada, en 2013 se implant¨® un gravamen para los due?os de m¨¢s de 10 ¡ªahora son 50¡ª alojamientos de renta no superior a 750 euros. El Ejecutivo pretend¨ªa con ello obtener ingresos e impulsar el sector de alquiler libre, que empieza a partir de esa cifra.
Pero el mercado se movi¨® de forma distinta a lo esperado: las corporaciones de arrendamiento social construyeron menos casas y el sector libre creci¨®, pero no lo suficiente. El resultado es que se formaron largas listas de espera para las viviendas baratas, mientras sub¨ªan los precios de las otras. En 2016, un estudio de la Universidad de Groninga indicaba que el ¡°impuesto al casero social¡± desincentiva la renovaci¨®n de las casas ya existentes, as¨ª como la construcci¨®n de otras nuevas. ¡°Se acaba por subir el alquiler al inquilino, y se vende o se edifica, pero en la franja sin esta carga¡±, a?aden los expertos.
La consultora Companen calcula que, libre del tributo, el sector se habr¨ªa ahorrado unos 16.000 millones de euros entre 2013 y 2023. Con dicha suma, ¡°se podr¨ªan haber levantado 93.500 casas extra y los arrendatarios habr¨ªan pagado 70 euros menos al mes¡±. Socialdem¨®cratas y ecologistas del partido GroenLinks (Izquierda Verde) sostienen que la abolici¨®n bajar¨¢ los alquileres favoreciendo que haya nuevas edificaciones. Para financiar la suma millonaria que se perder¨¢, ambos partidos proponen aumentar el impuesto sobre los beneficios de las grandes empresas. El Gobierno invertir¨¢ asimismo 100 millones anuales de euros durante la pr¨®xima d¨¦cada para construir 900.000 viviendas.
Mercados desequilibrados
Este no es solo un problema holand¨¦s. En enero de este a?o, el Parlamento Europeo adopt¨® una resoluci¨®n pidiendo a los pa¨ªses de la UE que reconocieran el acceso a un alojamiento adecuado como un derecho humano fundamental en sus respectivas legislaciones. ¡°Entre 2010 y 2018, cerca de un 10% de la poblaci¨®n de la Europa comunitaria empleaba m¨¢s de un 40% de sus ingresos en pagar la casa; el desembolso en vivienda social de los distintos Gobiernos representa el 0,66% del PIB europeo; en los ¨²ltimos tres a?os, los precios de las casas han subido un promedio del 5% en la UE¡±, se?al¨® entonces la Euroc¨¢mara. Las manifestaciones exigiendo un hogar digno ¡ªy el control de la especulaci¨®n, que enfrenta a j¨®venes y familias reci¨¦n formadas a alquileres por encima de 1.000 euros¡ª se han sucedido en las grandes ciudades holandesas. Lo mismo ha ocurrido en Alemania, donde el desequilibrio de los precios a escala nacional ha llegado a la campa?a de las elecciones generales celebradas este domingo.
Seg¨²n la oficina de estad¨ªstica del pa¨ªs, tampoco el mercado holand¨¦s de compraventa de casas est¨¢ equilibrado: son un 78% m¨¢s caras que en 2013, cuando val¨ªan un promedio de 373.000 euros. En estos momentos, en ?msterdam el precio medio de venta es de 545.000 euros. Adem¨¢s, en agosto los precios subieron un 17,8% con respecto a 2020. El aumento es el mayor desde septiembre del a?o 2000.