Una urna para votar sobre el alquiler de Berl¨ªn
El debate sobre la vivienda asequible de la capital se traslada a la campa?a electoral nacional. El refer¨¦ndum sobre la expropiaci¨®n de grandes propietarios coincide con las elecciones
Los fondos de inversi¨®n se pirran por parcelas como esta en el antiguo municipio de Tegel, al norte de Berl¨ªn. Bien comunicada, con parada de metro y cercan¨ªas, a minutos a pie de un lago y de zonas verdes, esta antigua planta de agua potable del XIX es ahora un caramelo para las empresas inmobiliarias que buscan suelo c¨¦ntrico en el que construir. La propietaria actual pretend¨ªa derribar los antiguos edificios de ladrillo, levantar en su lugar viviendas de lujo y excavar un aparcamiento subterr¨¢neo. Pero se encontr¨® con Heinz-J¨¹rgen Korte y Regina Sch?nfeld, una pareja que llev¨® el caso a los tribunales para que el lugar donde viven y trabajan ¡ªtienen un taller de motos en una de las antiguas naves¡ª no acabe convertido en otro complejo impersonal de apartamentos exclusivos.
El proyecto est¨¢ parado y los vecinos se han unido para tratar de comprar ellos mismos la parcela y desarrollarla con un enfoque social. ¡°La situaci¨®n de la vivienda en Berl¨ªn es dram¨¢tica¡±, dice Korte frente a una taza de t¨¦ en su taller: ¡°No nos negamos a construir aqu¨ª, la ciudad necesita m¨¢s pisos, pero queremos que sean viviendas que pueda pagar la gente normal¡±. En el edificio residencial de la parcela, varios apartamentos llevan vac¨ªos desde 2016 mientras se resuelve el futuro del terreno. La pareja est¨¢ en uno provisional desde hace tres a?os. El suyo acab¨® infestado de moho por falta de mantenimiento y todav¨ªa no ha sido acondicionado. Es una queja muy com¨²n en Berl¨ªn, donde m¨¢s del 85% de la poblaci¨®n vive de alquiler: los propietarios, generalmente grandes empresas, muchas extranjeras, dejan de invertir en los inmuebles y se limitan a embolsarse los beneficios.
El movimiento que denuncia la escalada de precios en las grandes ciudades alemanas se ha colado con fuerza en la campa?a electoral. Los partidos lanzan propuestas para incentivar la construcci¨®n o para congelar las subidas de las rentas en el pa¨ªs desarrollado donde m¨¢s personas viven de alquiler ¡ªsolo Suiza tiene mayor porcentaje de inquilinos¡ª. Este domingo, coincidiendo con las elecciones generales, los berlineses votan en un pol¨¦mico refer¨¦ndum si la ciudad debe expropiar a los grandes propietarios (a partir de 3.000 viviendas). Ese d¨ªa tambi¨¦n se celebran elecciones regionales en la ciudad-estado, muy centradas en el problema de la carest¨ªa de la vivienda, uno de los que m¨¢s preocupan a los berlineses. Die Linke, el partido poscomunista, ha basado su campa?a en este eslogan: ¡°Para que Berl¨ªn siga siendo tu hogar¡±.
El problema es nacional, pero los berlineses son los m¨¢s combativos, quiz¨¢ porque en tiempos la ciudad fue muy asequible. Hoy el contraste con aquel Berl¨ªn ¡°pobre pero sexy¡± que atra¨ªa a j¨®venes de todo el mundo por sus alquileres baratos es chocante. Aunque no es la m¨¢s cara ¡ªla superan M¨²nich y Colonia, entre otras¡ª, Berl¨ªn es la ciudad donde m¨¢s han subido los alquileres en los ¨²ltimos cinco a?os, se?ala un informe reciente de Deutsche Bank sobre el mercado inmobiliario. La demanda supera con mucho a la oferta. De media, para cada apartamento que se queda libre en la ciudad hay m¨¢s de 200 interesados. Los alquileres suben, pero los sueldos no. La lucha de los berlineses, que organizan recogidas de firmas y manifestaciones casi cada fin de semana, ha acabado convertida en debate nacional.
Jochen M?bert, analista de Deutsche Bank, explica que ¡°en cuesti¨®n de vivienda, se producen grandes desequilibrios dentro del pa¨ªs¡±. Mientras en los centros econ¨®micos y regiones metropolitanas, objetivo de la migraci¨®n interna, la oferta es escasa, en las ¨¢reas rurales se calcula que hay dos millones de viviendas vac¨ªas. A los movimientos internos se suma la llegada de trabajadores de otros pa¨ªses, atra¨ªdos por puestos en el sector tecnol¨®gico. La poblaci¨®n es de 82,3 millones de habitantes, ¡°superior a lo calculado por las proyecciones oficiales¡±, recuerda M?bert. Para obtener el c¨®ctel final, solo hay que a?adir el inter¨¦s del capital, que acude a invertir a Alemania al calor de unos tipos de inter¨¦s decrecientes y unos rendimientos del alquiler de un 4%. El resultado: hoy el precio de los apartamentos es un 90% superior a los niveles de 2009 y los alquileres han aumentado alrededor del 50%. ¡°Se calcula que el bum continuar¨¢ durante alg¨²n tiempo¡±, asegura el economista.
Los dos principales candidatos a la canciller¨ªa, el socialdem¨®crata Olaf Scholz y el democristiano Armin Laschet, han defendido en los debates electorales que para salir de la crisis de la vivienda hace falta construir m¨¢s. Expertos como Harald Simons, de la Universidad de Leipzig, aseguran que ese ser¨¢ el caballo de batalla en los pr¨®ximos a?os: se necesitan m¨¢s terrenos edificables y acelerar la construcci¨®n, un proceso lento y caro en Alemania. En Berl¨ªn la construcci¨®n no aguanta el ritmo de la demanda. Entre 2015 y 2019 se terminaron 63.000 pisos, explica Reiner Wild, presidente de la poderosa Asociaci¨®n de Inquilinos de Berl¨ªn. ¡°Pero la gran mayor¨ªa son apartamentos para alquilar a precios altos¡±, lamenta.
El intento fallido de Berl¨ªn de congelar los alquileres durante cinco a?os y poner un tope a los precios ¡ªel Constitucional determin¨® en mayo pasado que una regi¨®n no tiene competencias para ello¡ª ha trasladado el debate a escala nacional. Si no puede un Land, deber¨ªa acometerlo el Gobierno federal, aseguran activistas como la organizaci¨®n Deutsche Wohnen & Co Enteignen, que ha liderado la recogida de firmas para permitir el refer¨¦ndum de Berl¨ªn. La consulta no es vinculante, pero a?adir¨¢ presi¨®n a los partidos que tras los comicios tengan que formar gobierno. Las encuestas de las elecciones regionales de Berl¨ªn dan ventaja a la socialdem¨®crata Franziska Giffey, ministra de Familia del Gobierno de gran coalici¨®n de Angela Merkel que dimiti¨® en mayo por un caso de presunto plagio en su tesis doctoral. A poca distancia est¨¢n Los Verdes y en tercer lugar la CDU.
El programa de los conservadores propone edificar m¨¢s de 1,5 millones de viviendas en todo el pa¨ªs hasta 2025 mediante desgravaciones fiscales y reducci¨®n de burocracia. No habla de limitar las subidas. El SPD tambi¨¦n quiere promover la construcci¨®n de 100.000 viviendas sociales al a?o, pero s¨ª est¨¢ a favor de congelar los alquileres de forma que no aumenten por encima del IPC. Este podr¨ªa ser un punto de fricci¨®n con los liberales del FDP, que se perfilan como uno de los socios de la pr¨®xima coalici¨®n que gobierne Alemania: est¨¢n en contra de los l¨ªmites al precio del alquiler ¡ªadem¨¢s, apuestan por la compra¡ª y podr¨ªan considerarlo una l¨ªnea roja en las negociaciones. La pregunta de si habr¨¢ un tope al alquiler similar al que intent¨® Berl¨ªn se repite a medida que se aproximan los comicios. Los expertos no lo ven plausible a menos que se forme una coalici¨®n de izquierdas liderada por Scholz con Los Verdes y Die Linke, posible matem¨¢ticamente pero improbable.
Acuerdos de ¨²ltima hora antes de la consulta
El hartazgo de la ciudadan¨ªa por la subida de los alquileres ha forzado que el Gobierno de Berl¨ªn (un tripartito de SPD, Verdes y Die Linke) y los dos mayores caseros de la ciudad muevan ficha pocos d¨ªas antes del refer¨¦ndum que preguntar¨¢ a los berlineses si hay que expropiar los pisos de los grandes propietarios. La ciudad-estado comprar¨¢ 14.750 apartamentos a Vonovia y Deutsche Wohnen, que est¨¢n en plenas negociaciones para fusionarse y crear un gigante inmobiliario con m¨¢s de medio mill¨®n de viviendas en Alemania. Berl¨ªn pagar¨¢ 2.460 millones de euros. Con la compra la ciudad recupera una peque?a parte del parque p¨²blico de viviendas que vendi¨® a operadores privados en los a?os noventa y principios de los 2000 acuciada por las deudas. Deutsche Wohnen, con m¨¢s de 100.000 pisos en la capital, es el principal objetivo de la campa?a a favor de la expropiaci¨®n. ¡°Adem¨¢s de contribuir a la expansi¨®n del parque de vivienda municipal, ambas empresas nos comprometemos a regular los incrementos de los alquileres y a construir 13.000 nuevos pisos en Berl¨ªn¡±, dijo el consejero delegado de Vonovia.
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