¡°Ganas, pero el banco recurre y recurre¡ y no pasa nada¡±
Una familia de Madrid que evit¨® su desahucio logra que el Tribunal Constitucional examine si las entidades deben pagar las costas del proceso judicial cuando pierden
Cuando Agust¨ªn Armas muri¨® de un infarto en su puesto de trabajo en marzo de 2012, el banco quiso desahuciar a su pareja, Tatiana Castillo, y al hijo de ambos, Lucas. El hombre dej¨® pendientes de pago 157.000 euros de la hipoteca que contrat¨® para comprar un piso en el barrio madrile?o de Villaverde Bajo. Pero hab¨ªa adquirido un seguro de vida por el que BBVA asum¨ªa el coste del pr¨¦stamo en esa circunstancia. Llegado el momento, la entidad se desentendi¨® de la p¨®liza y, cuando la mujer dej¨® de pagar las cuotas, inici¨® el proceso para desahuciarla a ella y a Lucas, que entonces ten¨ªa tres a?os.
La familia contraatac¨® y venci¨® por partida doble: por un lado, logr¨® que la justicia reconociera la vigencia del seguro y que el banco pagara la deuda; por el otro, que archivara el desahucio. Pero fue una victoria a medias, que les dej¨® una profunda sensaci¨®n de injusticia: tras ocho a?os de sufrimiento y de inquietud, en 2020 la Audiencia de Madrid dio carpetazo definitivo al asunto. Pero evit¨® imponer al banco las costas del proceso de ejecuci¨®n hipotecaria pese a que la entidad hab¨ªa perdido la demanda. Esa es la resoluci¨®n ¡°incongruente con la legalidad¡±, seg¨²n los abogados, que ha sido recurrida y admitida a tr¨¢mite por el Tribunal Constitucional.
¡°Ganas y piensas que ya est¨¢s segura. Pero el banco recurre y recurre¡ Y no pasa nada. Tienen abogados, recursos, pueden hacer lo que quieran. Nosotros no¡±, explica Castillo desde el piso de Villaverde Bajo, donde a¨²n viven. La mujer, de 32 a?os y origen dominicano, dice que si ha acudido al Constitucional no es por dinero ¨Des beneficiaria de justicia gratuita¨D sino por dignidad. ¡°Sab¨ªan que no ten¨ªan raz¨®n y quisieron echarnos de casa, quitarnos lo que era nuestro. No quiero que le pase a nadie m¨¢s lo que me pas¨® a m¨ª¡±.
Los abogados de Tatiana sostienen que, cuando los bancos pierden en una ejecuci¨®n hipotecaria, pero se les perdona la condena en costas, se est¨¢ vulnerando el derecho fundamental de los ciudadanos a la tutela judicial efectiva. Ese es el argumento con el que han convencido al Tribunal Constitucional para que admita a tr¨¢mite el recurso de amparo, algo que no es sencillo: el a?o pasado, apenas se admitieron el 3,3% de los escritos. En una providencia a la que ha accedido EL PA?S, el TC se?ala que el caso de Lucas y Tatiana va m¨¢s all¨¢ de esa familia y ¡°plantea una cuesti¨®n de relevante repercusi¨®n social y econ¨®mica¡±.
¡°Hay miles de casos en los que el consumidor, pese a ganar la batalla en los tribunales, no ve resarcidos plenamente sus derechos por falta de condena en costas a la parte que actu¨® con mala fe o temeridad¡±, apunta el escrito de los abogados Gonzalo Carrasco y Miguel ?ngel Ant¨®n. Para no verse en la calle, los ciudadanos se ven obligados a defenderse en los tribunales con los medios a su alcance, en desigualdad de condiciones. Pero cuando obtienen la victoria, las entidades ¡°terminan libr¨¢ndose de hacer frente¡± a los gastos que acarrea un proceso judicial, incluidos interminables recursos que dilatan el procedimiento.
El caso de Agust¨ªn, aseguran los abogados, es flagrante. El seguro de vida estaba vigente y deb¨ªa servir, precisamente, para no dejar deudas a un ni?o y una mujer sin trabajo. Un juzgado estim¨® la demanda, pero el recurso del banco oblig¨® a la Audiencia de Madrid a pronunciarse, de forma definitiva, en 2018.
En paralelo, la familia tuvo que defenderse del proceso de ejecuci¨®n hipotecaria que el banco inici¨® cuando Tatiana dej¨® de pagar las cuotas. ¡°Me lo pusieron muy dif¨ªcil. Me enviaban cartas. Llamaban a medianoche pidiendo hablar con Agust¨ªn, cuando ?ya sab¨ªan que estaba muerto! Me ve¨ªa sola con un ni?o de tres a?os y en la calle¡±. La sentencia reconoci¨® la existencia de ¡°cl¨¢usulas abusivas¡± y tumb¨® el proceso. BBVA recurri¨®, pero la familia volvi¨® a imponerse en la Audiencia de Madrid, finalmente, en 2020.
La desigualdad del acceso a la justicia
La ley obliga a imponer las costas a quien ha perdido la demanda de ejecuci¨®n hipotecaria, aunque hay algunas excepciones; por ejemplo, si el juez aprecia que hubo ¡°dudas de derecho¡± para tomar la decisi¨®n, como hizo la Audiencia de Madrid. Pero para los abogados no es el caso, y adem¨¢s el auto no las motiv¨®. Esas ¡°dudas de derecho¡± se convierten, sostienen, en la puerta trasera por la que, habitualmente, los bancos evitan la condena en costas e inician procesos y plantean recursos sin correr riesgos adicionales.
¡°Si la situaci¨®n no se revierte, los bancos continuar¨¢n con estas pr¨¢cticas temerarias sin hacer frente a las costas, pese a la mala fe de su actuaci¨®n¡±, insiste el escrito, que subraya que las costas forman parte del derecho a la tutela judicial. ¡°La condena en costas es un desincentivo a quien acuda a los juzgados con temeridad o sin sustento legal¡±. En el otro lado de la balanza est¨¢ el consumidor que, ante la amenaza de verse sin casa, ha de afrontar unos gastos que luego no recupera.
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