Los piratas asolan los mares con menos fiereza: los abordajes caen a su nivel m¨¢s bajo en casi tres d¨¦cadas

La mala noticia es que cada tres d¨ªas los tripulantes de uno de los miles de buques mercantes que navegan por los mares y oc¨¦anos de todo el mundo se topan con una desagradable compa?¨ªa: los piratas. La buena, que este tipo de agresiones est¨¢ cayendo con fuerza: los incidentes con los corsarios no hab¨ªan sido tan bajos en los primeros nueve meses del a?o desde 1994, hace casi tres d¨¦cadas. As¨ª figura en un informe publicado recientemente por la Oficina Mar¨ªtima Internacional. Hasta finales de septiembre se han contabilizado 97 encuentros con los bandoleros de alta mar, con resultados a veces nefastos: en enero, un marino fue asesinado en el golfo de Guinea en un ataque a un portacontenedores, al que hay que sumar otros tres tripulantes heridos, dos agredidos, cinco amenazados, ocho tomados como rehenes y 51 secuestrados.

Los n¨²meros han mejorado. En 2017 hubo 121 percances, en 2018 fueron 156, en 2019 cayeron a 119, pero en 2020, el a?o de la pandemia, volvieron a aumentar hasta 132. Ahora, la cifra ha descendido de la barrera de los 100, pero los testimonios de la violencia desmedida con que se emplean los delincuentes son numerosos. Entre los casos, el 11 de marzo un buque de bandera maltesa que navegaba a unas 210 millas n¨¢uticas (unos 388 kil¨®metros) de la costa de Ben¨ªn ¡ªen aguas del temido golfo de Guinea¡ª transportando productos qu¨ªmicos fue abordado por nueve piratas armados con fusiles a AK-47 que se aproximaron a ¨¦l en una lancha r¨¢pida. Los tripulantes dieron la voz de alarma y Nigeria envi¨® una embarcaci¨®n en su auxilio, pero lleg¨® tarde: los piratas hab¨ªan escapado con 15 secuestrados. Los seis marinos que lograron quedarse en el barco se encargaron de llevarlo a puerto seguro. Un mes despu¨¦s, los retenidos, de nacionalidad filipina, rusa y de dos pa¨ªses b¨¢lticos, fueron liberados sin que se aclarara si se pag¨® un rescate por ellos.

El ¨²nico enfrentamiento mortal se produjo en un barco de bandera liberiana, el Mozart, que hac¨ªa la ruta entre Lagos (Nigeria) y Ciudad del Cabo (Sud¨¢frica). Cuando se encontraba a 98 millas al noroeste de Santo Tom¨¦, hombres armados se acercaron a ¨¦l en una lancha r¨¢pida, subieron a bordo e iniciaron una refriega en la que muri¨® una persona, el ingeniero azerbaiyano Farman Ismayilov. El resto, 15 marineros turcos, fueron secuestrados. Ser¨ªan liberados casi tres semanas despu¨¦s, devueltos a su pa¨ªs y recibidos en el aeropuerto de Estambul por el ministro de Exteriores de su pa¨ªs, Mevlut Cavusoglu.

M¨¢s asaltos en Singapur y Per¨²

La din¨¢mica es recurrente. Quienes transitan por el golfo de Guinea saben que es una zona delicada con un largo historial de asaltos. Incluso con una pandemia de por medio. 135 tripulantes fueron secuestrados de sus buques en sus aguas en 2020, el 95% de todos los raptos de marinos registrados en el mundo. Y cuando el buque Ever Given encall¨® en el canal de Suez bloqueando una de las grandes arterias comerciales del mundo, una de las grandes preocupaciones fue tener que emplear como ruta alternativa para evitar la par¨¢lisis un camino que les obligaba a navegar por las aguas m¨¢s peligrosas del planeta.

Pese a que siguen produci¨¦ndose casos puntuales de extrema violencia en la zona, la estad¨ªstica, sin embargo, muestra un descenso notable de la pirater¨ªa en el golfo de Guinea, especialmente en las costas de Nigeria, donde solo se registraron cuatro incidentes hasta septiembre, frente a los 17 en el mismo periodo de 2020 o los 41 en 2018. Para Michael Howlett, director de la Oficina Mar¨ªtima Internacional, la reducci¨®n muestra una mejora de la seguridad gracias a las medidas coordinadas adoptadas por las autoridades regionales y nacionales.

En el lado opuesto, los casos aumentaron en el estrecho de Singapur, donde hubo 20 incidentes de robo a mano armada, el n¨²mero m¨¢s alto desde 1991, y en el ¨¢rea de fondeo de El Callao (Per¨²) con 15 incidentes de pirater¨ªa registrados en lo que va de a?o, la cifra m¨¢s alta desde 1991. Aunque ambas localizaciones lideran ahora la lista de actos piratas, suelen ser de una violencia menor a la detectada en el golfo de Guinea, si bien en el caso de Per¨² los asaltantes llevaban armas blancas en el 60% de los intentos de robo.