La crisis del coronavirus hace retroceder la emancipaci¨®n juvenil al m¨ªnimo desde finales de los noventa

Espa?a tiene algo m¨¢s de 6,8 millones de personas entre 16 y 29 a?os, y apenas un mill¨®n de ellas viven fuera del hogar familiar. Eso se traduce en una tasa de emancipaci¨®n del 14,9%, el porcentaje m¨¢s bajo en lo que llevamos de siglo XXI. Seg¨²n el ¨²ltimo Observatorio de Emancipaci¨®n del Consejo de la Juventud de Espa?a (CJE), publicado este jueves y relativo al primer semestre de 2021, hay que remontarse hasta 1998 para encontrar una peor estad¨ªstica. Y para indagar en las causas, hay que remitirse inevitablemente a la situaci¨®n econ¨®mica. La crisis del coronavirus moder¨® los precios de la vivienda, pero tambi¨¦n ha supuesto una vuelta m¨¢s de tuerca en el mercado laboral para quienes precisamente m¨¢s sufren la temporalidad y la inseguridad del trabajo. ¡°Las personas j¨®venes no estamos saliendo de la crisis, no estamos recuper¨¢ndonos¡±, alerta la presidenta del CJE, Elena Ruiz Cebri¨¢n.

El estudio, que se elabora semestralmente a partir del an¨¢lisis de microdatos de varias estad¨ªsticas del INE, deja datos elocuentes para entender por qu¨¦ a los j¨®venes espa?oles les cuesta m¨¢s que a la mayor¨ªa de sus hom¨®logos europeos irse de casa. Uno de ellos es la relaci¨®n entre las condiciones salariales y los precios de la vivienda. Esta proporci¨®n, sobre la base de un piso tipo y el salario medio de los menores de 30 a?os, significa que un joven tendr¨ªa destinar el 81,9% de sus ingresos al alquiler para vivir solo. Si quisiera comprar ¡ªen el caso de que tuviera los ahorros o el apoyo familiar necesarios para cubrir la parte del importe que no respalda la hipoteca (habitualmente un 20% del precio de la vivienda, m¨¢s los impuestos y otros gastos)¡ª tendr¨ªa que dedicar un 51,2% del sueldo a las letras del pr¨¦stamo. Ambos porcentajes mejoran ligeramente respecto a finales de 2020, pero el propio CJE recuerda que siguen muy por encina del 30% que generalmente se recomienda como barrera para no sobreendeudarse con los gastos de la vivienda.

A ello se suma la inestabilidad de los ingresos. Conforme evolucion¨® la pandemia, mejoraron las perspectivas laborales: la tasa de empleo de los menores de 30 a?os se situ¨® en el 38,4% durante la primera mitad de 2021. Son 4,9 puntos m¨¢s que en el estudio anterior, pero no faltan los datos que ensombrecen ese logro. Por un lado, los j¨®venes todav¨ªa no han recuperado el nivel de empleo anterior a la crisis del coronavirus (40,8% a finales de 2019). Y a la vez, la temporalidad escal¨® 5,7 puntos y se situ¨® en el 54,7%. Es decir, m¨¢s de la mitad de los j¨®venes ocupan un puesto de trabajo de forma eventual. Los que ten¨ªan jornadas parciales eran el 27,8%. Y ninguna de ambas situaciones, destaca los autores del estudio, se producen porque quienes tienen contratos temporales o jornadas parciales deseen tenerlos, sino porque es lo ¨²nico que encuentran.

Perspectivas pesimistas

La capacidad de decidir sobre algunos aspectos de sus vidas es, de hecho, una de las experiencias que se est¨¢ hurtando a las generaciones m¨¢s j¨®venes. ¡°Ahora se ha puesto de moda hablar del coliving [viviendas con espacios compartidos] igual que en su d¨ªa se dec¨ªa que nos fu¨¦ramos al extranjero a aprender ingl¨¦s¡±, se queja Ruiz. ¡°Esto nos parece una falta de perspectiva: igual hay personas que se van al extranjero a aprender idiomas o gente que vive compartiendo por vivir esa experiencia; pero la mayor¨ªa no lo hacen porque quieren, sino porque es la ¨²nica posibilidad que tienen¡±, a?ade la presidenta del organismo. El observatorio, por ejemplo, calcula que la media de salarios y alquileres solo alcanzar¨ªa a cada joven para rentar una casa de 29,3 metros cuadrados.

Con tales datos, parece casi inevitable caer en el pesimismo. ¡°Si la crisis econ¨®mica que comenz¨® en 2008 ya lastr¨® de forma permanente las trayectorias vitales de toda una generaci¨®n¡±, se?alan los autores del estudio al inicio de la presentaci¨®n, ¡°la crisis de 2020, agravada por la pandemia de la covid-19, est¨¢ teniendo unos efectos incluso peores, dado que las personas j¨®venes que los sufren se encuentran en una situaci¨®n de partida m¨¢s precaria¡±. En resumen, llueve sobre mojado y los problemas de emancipaci¨®n en Espa?a ¡°siempre han tenido un car¨¢cter estructural¡±. Frente a eso, ¡°pocas de las mejoras coyunturales que peri¨®dicamente se producen en el ¨¢mbito del empleo y la vivienda tienen como resultado una mejora de la situaci¨®n global del colectivo¡±.

El ¨²ltimo estudio da muestra de esa parcialidad con que el colectivo de menores de 29 a?os recibe algunos beneficios. La mejor coyuntura laboral, por ejemplo, se debe solo a una progresi¨®n de quienes tienen estudios superiores, el resto no la han notado. Y, tanto desde el punto de vista del trabajo como desde el de la vivienda, las mujeres j¨®venes siempre aparecen en peor posici¨®n que los hombres.

Modelo de pa¨ªs

La presidenta del CJE abunda al tel¨¦fono en ese contraste entre una situaci¨®n que se eterniza ¡ª¡±que no solo afecta a muchas personas j¨®venes, sino que lastra como modelo de pa¨ªs¡±, advierte¡ª y las soluciones que van llegando con cuentagotas. ¡°Si tienes una casa y quieres comprar otra puedes poner de aval tu propio piso y si tienes un coche y quieres otro, hay planes para financiar la compra del segundo con la venta del primero¡±, ejemplifica Ruiz, ¡°al final es un modelo econ¨®mico que deja de lado, si no fuera, a las personas j¨®venes y es necesario hacer pol¨ªticas espec¨ªficas para esas primeras oportunidades¡±. En el consejo dudan de la eficacia de algunas ayudas de car¨¢cter puntual y temen que, por ejemplo, el futuro bono joven de alquiler acabe beneficiando a los caseros si suben los precios. ¡°Al final entras en un c¨ªrculo vicioso y se requieren pol¨ªticas valientes que vayan a lo estructural; no podemos seguir parcheando¡±, reivindica la m¨¢xima representante del organismo.

Con ese panorama, incluso el descenso sostenido de la pobreza parece un ¨¦xito relativo. Un 30,3% de los menores de 30 a?os est¨¢n en riesgo de pobreza o exclusi¨®n (la conocida como tasa AROPE, por las siglas en ingl¨¦s). Pero el ¨²ltimo an¨¢lisis del CJE sospecha que ese porcentaje, que se calcula sobre datos m¨¢s antiguos, todav¨ªa no recoge todo el golpe de la crisis. Y los autores del estudio apuntan, en un contexto en el que desciende la emancipaci¨®n, que no necesariamente refleja una mejor¨ªa de las condiciones materiales de los hogares j¨®venes. En un entorno hostil para el desarrollo de sus proyectos vitales, agravado por la pandemia, los m¨¢s vulnerables no tuvieron m¨¢s remedio que refugiarse de nuevo en el domicilio de sus padres.