Espa?a insiste en Bruselas en la necesidad de reformas ante el alza de precios de la luz

Espa?a contraataca en Bruselas. Tras el fiasco del ¨²ltimo Consejo Europeo del a?o, que se cerr¨® la semana pasada sin que los l¨ªderes de los Veintisiete fueran capaces de pactar unas conclusiones sobre energ¨ªa, la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha llegado este lunes a la capital comunitaria con el mismo mensaje en el que lleva insistiendo desde los primeros embates de la crisis de la factura de la electricidad este verano: por un lado ha reclamado medidas ¡°pol¨ªticas¡± para ¡°reaccionar en situaciones excepcionales¡± de precios disparados, como la actual, y, por otro, ha pedido un debate de ¡°largo recorrido¡± que permita remozar el mercado energ¨¦tico europeo y adaptarlo a la realidad actual.

Espa?a, uno de los pa¨ªses que m¨¢s ha pujado por hacer avanzar el debate sobre los precios del gas, fue quiz¨¢ la mayor de las v¨ªctimas colaterales de la estrategia del Este la semana pasada, cuando Polonia y la Rep¨²blica Checa decidieron dinamitar las negociaciones sobre energ¨ªa en la cumbre del jueves. ¡°Ha habido temas que se han cruzado en el debate que tienen que ver con el cuestionamiento inaceptable de todo el sistema de compromiso clim¨¢tico¡±, lament¨® sobre la falta de acuerdo el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, en una comparecencia al t¨¦rmino de la cita de jefes de Estado y de Gobierno.

Formalmente, Varsovia y Praga rompieron las conversaciones por su desacuerdo con el sistema de comercio de derechos de emisiones de CO? (ETS, por sus siglas en ingl¨¦s), cuyo precio se ha m¨¢s que duplicado en 2021. Aunque en Bruselas, y en varias capitales, sospechan que la decisi¨®n del Gobierno polaco es una forma de represalia por el bloqueo de la Comisi¨®n a aprobar su fondo de recuperaci¨®n; mientras que la del Ejecutivo checo tendr¨ªa que ver m¨¢s bien con una estrategia propia de quien deja el cargo: Andrej Babis, el pol¨¦mico magnate populista que perdi¨® las ¨²ltimas elecciones.

A la ruptura de las discusiones sobre energ¨ªa la semana pasada tambi¨¦n contribuy¨® el debate en torno a la energ¨ªa nuclear y el gas, que un buen n¨²mero de pa¨ªses quieren incluir en la llamada taxonom¨ªa verde. La Comisi¨®n tiene previsto aprobar en breve esta clasificaci¨®n que distinguir¨¢ qu¨¦ es un bono verde y qu¨¦ no, con el objetivo de teledirigir las finanzas hacia la transici¨®n ecol¨®gica emprendida por la UE.

¡°No podemos ser testigos mudos frente a esta situaci¨®n que impacta en las familias, en los hogares, pero tambi¨¦n en la industria en general, en la capacidad de recuperaci¨®n¡±, ha se?alado Ribera, que tambi¨¦n se ha referido a las ¨²ltimas propuestas de la Comisi¨®n de la semana pasada. ¡°Se han abierto algunas puertas¡±, ha explicado en referencia a la iniciativa de crear reservas estrat¨¦gicas de gas y permitir las compras conjuntas de este combustible de forma voluntaria, recogiendo de forma parcial una sugerencia espa?ola, pero sin posibilidad de que esta se aplique de forma inmediata. ¡°Tomar una decisi¨®n e implementarla a nivel europeo, desgraciadamente, tarda mucho m¨¢s tiempo de lo que nos gustar¨ªa¡±, ha reconocido antes de adentrarse en el encuentro con sus hom¨®logos.

En la cita, los ministros se han puesto al d¨ªa sobre su visi¨®n del llamado Pacto Verde Europeo, un gigantesco paquete de medidas con el que la UE pretende reducir en 2030 un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar la neutralidad clim¨¢tica en 2050. En el turno de palabra, Polonia ha dejado claro que no solo va a ser dura de convencer en el debate sobre los precios de la energ¨ªa; tambi¨¦n mostrar¨¢ resistencia en la discusi¨®n de este paquete destinado a la transici¨®n ecol¨®gica del continente.

¡°Esta crisis por estos precios tan altos de la energ¨ªa cambia un poquito la din¨¢mica de la negociaci¨®n¡±, ha arrancado Anna Moskwov¨¢, ministra polaca de Medio Ambiente. ¡°Me recuerda todas las pegas que tenemos con el ETS¡±, ha a?adido, alertando tambi¨¦n de que trasladar este mecanismo de derechos de CO? a los sectores del transporte por carretera y edificios, tal y como ha propuesto Bruselas, podr¨ªa ¡°aumentar las cargas sociales de los hogares m¨¢s vulnerables¡±. El debate ser¨¢ largo.