Bruselas lanza un plan de 43.000 millones de euros para producir el 20% de los microchips de todo el mundo
La Comisi¨®n crea un fondo para fomentar la inversi¨®n en ¡®start-ups¡¯ y potenciar¨¢ la construcci¨®n de megaf¨¢bricas
La UE quiere recuperar su alica¨ªda alma industrial, empezando por la producci¨®n de microchips. Bruselas ha lanzado este martes una propuesta con la que pretende llegar a alcanzar en 2030 el 20% de la cuota mundial de fabricaci¨®n de microprocesadores, un sector estrat¨¦gico y clave para la transformaci¨®n digital y ecol¨®gica, golpeado por la crisis de suministros que ha sacudido el planeta con la pandemia. La Comisi¨®n E...
La UE quiere recuperar su alica¨ªda alma industrial, empezando por la producci¨®n de microchips. Bruselas ha lanzado este martes una propuesta con la que pretende llegar a alcanzar en 2030 el 20% de la cuota mundial de fabricaci¨®n de microprocesadores, un sector estrat¨¦gico y clave para la transformaci¨®n digital y ecol¨®gica, golpeado por la crisis de suministros que ha sacudido el planeta con la pandemia. La Comisi¨®n Europea pretende movilizar hasta 43.000 millones de euros de inversiones p¨²blicas con el objetivo de cuadruplicar la actual capacidad manufacturera de la UE.
La iniciativa pretende financiar la construcci¨®n de megaf¨¢bricas, prev¨¦ potenciar la creaci¨®n de l¨ªneas piloto de producci¨®n, que son grandes infraestructuras que facilitan el enorme salto que implica pasar de la investigaci¨®n en el laboratorio (algo en lo que la UE s¨ª es uno de los l¨ªderes mundiales) a la producci¨®n a gran escala. Y pone la vista en la tecnolog¨ªa de vanguardia (como la inteligencia artificial, el 5G y el 6G o la llamada computaci¨®n en el borde) para tratar de crear productos destinados a sus necesidades, como la producci¨®n de microprocesadores de tama?o inferior a dos nan¨®metros.
La mayor parte de las inversiones, en torno a 30.000 millones, son partidas ya comprometidas por parte de Bruselas y los Estados miembros, entre el presupuesto comunitario y los fondos de recuperaci¨®n. A esto, la Comisi¨®n quiere a?adir 11.000 millones m¨¢s para ¡°financiar el liderazgo tecnol¨®gico en capacidades de investigaci¨®n, dise?o y fabricaci¨®n¡±, seg¨²n detalla la propuesta publicada este martes por el Ejecutivo comunitario, y otros 2.000 millones adicionales de un nuevo fondo (bautizado ¡°Fondo de Chips¡±) destinado a dar apoyo de capital a empresas en fase inicial, embrionaria o en proceso de crecimiento, y tambi¨¦n a las pymes.
¡°Los chips est¨¢n en el centro de la carrera tecnol¨®gica mundial. Son la base de nuestras econom¨ªas modernas¡±, ha asegurado este martes la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, en una alocuci¨®n sin preguntas. La pandemia, sin embargo, ¡°ha puesto dolorosamente de manifiesto la vulnerabilidad de las cadenas de suministro¡±, ha a?adido.
Entre otras medidas, la presidenta ha anunciado que se van a adaptar las normas sobre ayudas estatales ¡°bajo estrictas condiciones¡± para que permitan dar apoyo p¨²blico a las instalaciones de producci¨®n europeas calificadas como ¡°primeras de su clase¡±. Estas compa?¨ªas podr¨ªan llegar a recibir el 100% de sus necesidades de financiaci¨®n con recursos p¨²blicos, seg¨²n ha a?adido este martes en una comparecencia Margrethe Vestager, vicepresidenta y comisaria de Competencia. ¡°Estas instalaciones no existir¨ªan en Europa si no hici¨¦ramos algo¡±, ha justificado.
Sectores en jaque
La iniciativa llega en un momento en el que los Veintisiete se juegan su recuperaci¨®n. ¡°En caso de interrupci¨®n de la cadena de suministro, las reservas de chips de Europa en algunos sectores industriales, como el de la automoci¨®n, podr¨ªan agotarse en pocas semanas, obligando a muchas industrias europeas a ralentizar o detener la producci¨®n¡±, alerta la propuesta de la Comisi¨®n. Debido a la escasez de chips, a?ade el documento, en 2021 no se pudieron fabricar 11,3 millones de coches y en algunos Estados miembros la producci¨®n disminuy¨® un 34% respecto a 2019, volviendo a los niveles de 1975. En Espa?a la falta de microprocesadores ha puesto en jaque la industria automovil¨ªstica.
Los Veintisiete, en estos momentos, producen cerca del 10% de los chips del mundo, una industria que ronda los 500.000 millones de euros y que tiene previsto alcanzar el bill¨®n en la pr¨®xima d¨¦cada, por lo que la iniciativa europea implicar¨ªa multiplicar por cuatro la capacidad manufacturera europea. Taiw¨¢n, Corea del Sur, Jap¨®n y China, todos pa¨ªses asi¨¢ticos, concentran la mayor parte de la producci¨®n mundial de este diminuto objeto de deseo tecnol¨®gico cuya carencia, seg¨²n ha asegurado Von der Leyen, ¡°ha ralentizado la recuperaci¨®n¡± tras el zarpazo del coronavirus.
El desembolso de 43.000 millones, seg¨²n Bruselas, se encuentra a la altura del que ha previsto Estados Unidos para impulsar tambi¨¦n la industria nacional de semiconductores, de unos 52.000 millones de d¨®lares (unos 46.500 millones de euros).
Estrategia de reindustrializaci¨®n europea
La estrategia de los microchips se encuadra en una tendencia europea por recuperar parte del esplendor industrial perdido, de la que se habla mucho, pero que avanza poco. En 2020, poco despu¨¦s del primer electroshock de la pandemia, y alertada por los primeros signos de lo que se convertir¨ªa en la globalizaci¨®n agrietada de nuestros d¨ªas, Bruselas someti¨® a un profundo an¨¢lisis las carencias de su industria. Las conclusiones fueron demoledoras. La Comisi¨®n identific¨® ¡°137 productos (que representan el 6% del valor total de las importaciones de bienes de la UE) en ecosistemas sensibles de los que la UE es muy dependiente¡±, seg¨²n el informe publicado en mayo de 2020. Mencionaba carencias en materias primas, ingredientes farmac¨¦uticos y sectores clave para acometer la transformaci¨®n ecol¨®gica y digital del bloque comunitario, como la microelectr¨®nica. Tambi¨¦n subrayaba que la mitad de las importaciones de bienes de los que era altamente dependiente proced¨ªan de China. Y de entre las m¨¢s de 5.000 importaciones analizadas, 34 fueron consideradas ¡°potencialmente m¨¢s vulnerables¡± por la poca capacidad de la UE de diversificar o de sustituir con producci¨®n propia.
El comisario europeo Thierry Breton, al frente de Mercado Interior e Industria, ha sido uno de los encargados de batirse con estos problemas (tambi¨¦n se encuentra detr¨¢s de la propuesta sobre semiconductores). Y el modelo es el de la producci¨®n de vacunas contra la covid. Cuando a principios de 2021 no terminaba de arrancar la fabricaci¨®n europea de viales, la presidenta Von der Leyen le pidi¨® que encabezara una divisi¨®n especial para dinamizar la manufactura. Ha sido uno de los casos claros de ¨¦xito del Ejecutivo comunitario: ahora los Veintisiete producen a un ritmo de 300 millones de dosis mensuales, y se han distribuido m¨¢s de 1.200 millones de pinchazos en la UE y otros 1.600 millones fuera de estas fronteras, a m¨¢s de 150 pa¨ªses.
Los frentes del franc¨¦s Breton, un infatigable ex consejero delegado de empresas del sector tecnol¨®gico, preocupado por la ¡°geopol¨ªtica de las cadenas de suministro¡±, van desde la industria aeroespacial a la de defensa europea, que cobrar¨¢ protagonismo en una cumbre prevista este primer semestre del a?o.
Las iniciativas de Bruselas cuentan tambi¨¦n con cr¨ªticos. Wolfgang Munchau, del laboratorio de ideas Eurointelligence, ha puesto en cuesti¨®n la nueva estrategia de semiconductores al asegurar que ¡°la idea es construir tres o cuatro megaf¨¢bricas para la nueva generaci¨®n de chips de 2 nan¨®metros, y permitir que los proyectos se financien con subvenciones del 100%¡±, seg¨²n un texto reciente. En su opini¨®n, la mayor parte de las inversiones anunciadas corresponden a fondos nacionales ¡°reclasificados¡±. Pero duda de que los gobiernos quieran desviar ¡°sus propias inversiones para financiar una megaf¨¢brica en otro pa¨ªs de la UE¡±. Y critica la vieja f¨®rmula de reasignar inversiones ya previstas, mientras al otro lado del Atl¨¢ntico tienen otro enfoque. ¡°El problema de Europa es la falta de una uni¨®n de mercados de capitales¡±, asegura. ¡°Por ello, la UE sigue luchando por crear un floreciente sector de capital riesgo, que es la base de la innovaci¨®n que vemos en Estados Unidos¡±, agrega.