El dilema de las empresas occidentales: romper con Rusia o mantener sus negocios

Los rusos no ver¨¢n este viernes en los cines el estreno de The Batman porque Warner Bros ha decidido cancelarlo. Tampoco llegar¨¢ a las salas la semana pr¨®xima la comedia de animaci¨®n Red, de Pixar, anulada por su due?a, Disney. Ni Morbius, de Sony. Las tres compa?¨ªas han suspendido la emisi¨®n de sus pel¨ªculas en el pa¨ªs ante la invasi¨®n de Ucrania. Tampoco podr¨¢n los rusos comprar iPhones de Apple. Ni zapatillas de Nike. Ni conducir el coche que prefieran. La marca sueca Volvo no enviar¨¢ m¨¢s veh¨ªculos hasta nuevo aviso. Ni la brit¨¢nica Jaguar Land Rover o la divisi¨®n de camiones de la alemana Daimler. Otras, como BMW, estudian seguir sus pasos, o desprenderse de sus participaciones all¨ª, como Mercedes Benz con su 15% en el fabricante ruso de camiones Kamaz. Tambi¨¦n sucede en otros sectores: British Petroleum se desprender¨¢ de su 19,75% en Rosneft, Shell romper¨¢ sus alianzas con Gazprom, y la petrolera estatal noruega Equinor detendr¨¢ sus inversiones y se deshar¨¢ de sus activos. Rusia es ahora mismo un inmenso cartel de se vende para los directivos occidentales.

Los boicoteos tienen precedentes hist¨®ricos variados. Los hubo durante el apartheid sudafricano, las sanciones a Cuba acaban de cumplir 60 a?os, y Estados Unidos incluso castig¨® a empresas por violar el embargo a las exportaciones petroleras de Ir¨¢n. En Rusia, mucho m¨¢s interconectada por su extensi¨®n y su proximidad a la Uni¨®n Europea, la desbandada de grandes corporaciones es patente, y crece cada hora que pasa. Con ellas se marchan, sin fecha de vuelta, inversiones, empleos, servicios y mercanc¨ªas que antes llegaban por tierra, mar y aire. Presi¨®n extra para el r¨¦gimen de Vladimir Putin, cada vez m¨¢s aislado.

La lista es larga. Este lunes, la irlandesa AerCap, l¨ªder global en el alquiler de aviones, ha dejado de arrendarlos a las aerol¨ªneas rusas, que adem¨¢s tienen prohibido volar a 36 pa¨ªses europeos y Canad¨¢. Y este mismo martes, las dos mayores navieras del mundo, la suiza MSC y la danesa Maersk, han anunciado que dejar¨¢n de llevar pedidos a los puertos rusos, con excepci¨®n de alimentos, medicinas y ayuda humanitaria, lo mismo que hicieron hace unos d¨ªas Ocean Network Express, de Singapur, y la alemana Hapag-Lloyd, cuarta y quinta a nivel mundial. Para Jordi Esp¨ªn, secretario general de Transprime, la Asociaci¨®n espa?ola de empresas cargadoras, esto puede limitar mucho el tr¨¢fico de mercanc¨ªas. ¡°Dada la concentraci¨®n del sector, sin duda es una estocada a las importaciones y exportaciones rusas¡±.

La escalada de sanciones y la crudeza de las im¨¢genes b¨¦licas, con edificios bombardeados y centenares de miles de ucranianos abandonando sus hogares aterrorizados, plantean para las empresas que operan en el mercado ruso un dilema donde econom¨ªa y ¨¦tica se entremezclan. ?Es leg¨ªtimo hacer negocios con el pa¨ªs responsable de la mayor agresi¨®n militar en Europa desde la Segunda Guerra Mundial?

Joan Fontrodona, director del departamento de ?tica Empresarial de la escuela de negocios IESE, cree que la responsabilidad social no solo se demuestra con acciones sencillas y gratuitas, sino en momentos como este, de alta gravedad y potenciales da?os para la cuenta de resultados. ¡°Es una oportunidad para dejar claro que la prioridad no es hacer dinero a toda costa. El boicot est¨¢ muy justificado para que las empresas pongan su grano de arena en manifestar que no est¨¢n de acuerdo. ?Van a sufrir sus empleados? S¨ª, pero no hay soluciones perfectas. Me parece que tiene prioridad mandar un mensaje claro de que se est¨¢ en contra de la guerra¡±, argumenta.

Las compa?¨ªas occidentales se juegan en la crisis decenas de miles de millones de euros, y eso puede marcar la diferencia: no es lo mismo abandonar el mercado ruso para una firma que no ha invertido demasiado que para los supermercados franceses Auchan, que cuentan con 231 establecimientos, facturan m¨¢s de 3.000 millones anuales y emplean a 30.000 personas. Para Inditex, que tiene en Rusia su segundo mayor mercado en n¨²mero de tiendas (527), solo por detr¨¢s de Espa?a. O para el banco italiano Unicredit y la automovil¨ªstica francesa Renault, que han perdido m¨¢s de un 25% en las ¨²ltimas cinco sesiones burs¨¢tiles por su fuerte exposici¨®n al pa¨ªs euroasi¨¢tico.

Rusia, territorio t¨®xico para las empresas

Las consecuencias ser¨¢n sobre todo para Rusia, que ver¨¢ su PIB desplomarse y se ha convertido en apenas una semana en territorio t¨®xico a evitar para las empresas, pero tambi¨¦n estas sufrir¨¢n efectos colaterales por el hundimiento del rublo y las dificultades para importar si se quedan; o por vender sus activos por debajo del precio que tendr¨ªan en una situaci¨®n normal para aquellas que opten por salir precipitadamente.

La distribuci¨®n de da?os es desigual. Seg¨²n el ICEX, hay unas 130 firmas espa?olas establecidas en Rusia, una cifra muy inferior a la de Francia, segundo mayor inversor y principal empleador extranjero en el pa¨ªs, donde cuenta con unas 700 filiales que dan trabajo a 160.000 personas en compa?¨ªas tan conocidas como Leroy Merlin, Decathlon, y las citadas Auchan y Renault, esta ¨²ltima responsable de la fabricaci¨®n del 39,5% de todos los coches que se producen en Rusia, seg¨²n IHS Markit.

Roland Gillet, profesor de Econom¨ªa Financiera en la Universidad de la Sorbona de Par¨ªs y en la Universidad Libre de Bruselas, entiende que haya compa?¨ªas que de forma espont¨¢nea decidan retirarse de Rusia por una cuesti¨®n de reputaci¨®n, pero advierte frente a una sobrerreacci¨®n. ¡°Si llevamos las cosas demasiado lejos podemos tener una reacci¨®n desproporcionada por el lado militar, porque el poder ruso va a sentirse completamente acorralado, y ya han mencionado la reacci¨®n nuclear¡±, estima. Gillet cree que la poblaci¨®n ya va a sufrir con fuerza la devaluaci¨®n del rublo, que va a encarecer la compra de bienes de primera necesidad, por lo que cree que en lugar de convertir Rusia en un erial, el foco debe ponerse en tomar medidas en el flanco energ¨¦tico y golpear a personalidades afines al r¨¦gimen. ¡°Es m¨¢s importante bloquear las cuentas de los oligarcas¡±, sostiene.

Fontrodona, del IESE, opina que tanto quedarse como irse de Rusia tiene lecturas positivas y negativas, pero aunque la log¨ªstica de interrumpir una actividad comercial a gran escala es compleja, la considera factible. ¡°Durante la pandemia hubo empresas que cerraron de un d¨ªa para otro, y este caso me parece que tiene la misma gravedad, aunque es verdad que algunas pueden decir que llueve sobre mojado¡±.