El precio de los pisos crece tres veces m¨¢s r¨¢pido que los sueldos en las grandes ciudades
El valor de las casas en los mercados inmobiliarios m¨¢s tensos se divorcia de la evoluci¨®n salarial en la ¨²ltima d¨¦cada; en Ibiza, la diferencia se multiplica por 11
El divorcio entre los salarios y la vivienda parece cada vez m¨¢s inevitable. Incluso cuando ambos se mueven en la misma direcci¨®n, se van separando porque los precios inmobiliarios avanzan m¨¢s r¨¢pido. Para las familias que viven del sueldo, la consecuencia es que comprar una casa se hace m¨¢s dif¨ªcil. Y donde m¨¢s necesidad hay de pisos, como las grandes ciudades, la cosa se complica a¨²n m¨¢s. Los ¨²ltimos datos de valor tasado de la viv...
El divorcio entre los salarios y la vivienda parece cada vez m¨¢s inevitable. Incluso cuando ambos se mueven en la misma direcci¨®n, se van separando porque los precios inmobiliarios avanzan m¨¢s r¨¢pido. Para las familias que viven del sueldo, la consecuencia es que comprar una casa se hace m¨¢s dif¨ªcil. Y donde m¨¢s necesidad hay de pisos, como las grandes ciudades, la cosa se complica a¨²n m¨¢s. Los ¨²ltimos datos de valor tasado de la vivienda publicados por el Ministerio de Transportes, y su comparativa con la evoluci¨®n de los salarios en la ¨²ltima d¨¦cada, resultan ilustrativos: mientras los sueldos han subido casi un 11% en la Comunidad de Madrid desde 2012, las casas han escalado un 38% en la capital. Es decir, tres veces m¨¢s r¨¢pido que las n¨®minas. Y algo parecido pasa en todos los municipios con m¨¢s de medio mill¨®n de habitantes, con la excepci¨®n de Zaragoza.
El catedr¨¢tico de econom¨ªa Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo destaca que este desacople de precios inmobiliarios y sueldos es una constante de las ¨²ltimas d¨¦cadas: ¡°Lo normal hasta principios de los a?os 2000 era que la gente necesitase entre 3 y 4 a?os de renta para comprar una vivienda, pero lo que sucede es que cada vez que hay una subida de esa medida, luego no vuelve al punto inicial¡±, explica. La relaci¨®n entre el precio de un inmueble medio y los a?os que una familia con ingresos medios tardar¨ªa en pagarlo destinando todo su dinero a ello es un indicador cl¨¢sico de accesibilidad. La Comisi¨®n Europea estim¨® a finales del a?o pasado, usando datos de 2020, que en Espa?a se necesitar¨ªan 11 a?os. Eso la sit¨²a a media tabla entre los pa¨ªses del euro. ¡°En alg¨²n momento tras la crisis de 2008 baj¨® hasta seis a?os, pero luego ha vuelto a subir¡±, describe Garc¨ªa Montalvo.
?Qu¨¦ provoca que los pisos se revaloricen m¨¢s que los sueldos? Dar una respuesta precisa desde el ¨¢mbito acad¨¦mico no resulta f¨¢cil, pero el fen¨®meno se entiende mejor a partir de algunas intuiciones sencillas. La primera la aporta Sergio Nasarre, catedr¨¢tico de Derecho Civil y exdirector de la c¨¢tedra de Vivienda de la Unesco en la Universidad Pompeu Fabra. ¡°La vivienda sube porque alguien la puede comprar¡±, afirma. Y si ese alguien no son quienes tienen una n¨®mina, es evidente que se abre paso otro perfil de adquirientes. Garc¨ªa Montalvo apunta a peque?os inversores, ¡°gente con ahorros a la que la evoluci¨®n salarial le afecta poco¡±. Y cree que el sistema financiero tambi¨¦n ha desarrollado un papel importante: ¡°Si tienes cr¨¦dito barato y cada vez a plazo m¨¢s largo, puedes permitirte pagar m¨¢s para acceder a una vivienda¡±. Nasarre pide no subestimar la entrada de nuevos actores corporativos en el mercado, como grandes fondos de inversi¨®n.
Ibiza, precios disparados
En Ibiza, que desde la Gran Recesi¨®n ha vivido un auge que la ha llevado a pelear con San Sebasti¨¢n por el t¨ªtulo de ciudad m¨¢s cara de Espa?a, los precios en 10 a?os han escalado cerca de un 80%. Parece dif¨ªcil que sean sus residentes quienes est¨¢n adquiriendo casas a los importes que se piden, porque en ese mismo periodo los salarios en Baleares, medidos a partir de la encuesta de costes laborales del INE, han progresado un 7,5%. Es decir, 11 veces menos. ¡°Cada verano vemos trabajadores temporales que tienen que dormir en balcones que se alquilan como habitaci¨®n¡±, recuerda Nasarre, ¡°es una verg¨¹enza y, sobre todo, un tema de explotaci¨®n tur¨ªstica de la vivienda y de segundas residencias¡±.
Sin llegar a esos extremos, los datos muestran el mismo fen¨®meno en todas las grandes ciudades. Solo Zaragoza, la m¨¢s barata de ellas en t¨¦rminos absolutos, se distancia de la norma. La capital aragonesa sali¨® m¨¢s tarde que otras de la crisis de 2008 y los precios siguieron cayendo hasta hace cuatro a?os, por lo que a¨²n contin¨²an m¨¢s bajos que una d¨¦cada atr¨¢s. Pero en la segunda con una menor revalorizaci¨®n inmobiliaria, Sevilla, los pisos han subido m¨¢s del doble que los sueldos. En Valencia y Madrid esa diferencia ronda el triple; en Barcelona la multiplica por cuatro; y en M¨¢laga, por seis. Al analizar Espa?a en su conjunto, se observa un mayor equilibrio (los salarios han crecido un 8,1% y las casas, un 10,6%), porque en el fondo el problema se circunscribe a los grandes n¨²cleos de poblaci¨®n y a otras dos comunidades con un fuerte componente tur¨ªstico: Baleares y Canarias.
¡°Los salarios solo afectan a la demanda¡±, valora Garc¨ªa Montalvo, quien cree que ¡°el problema fundamental es que hay muchas restricciones para la oferta¡±. Es decir, que en esos territorios se construyen muchas menos casas de las que la gente quiere comprar. Para Carlos Bravo, secretario de Pol¨ªticas P¨²blicas de CC OO, ¡°la ubicaci¨®n geogr¨¢fica es fundamental¡±. Hay ¨¢reas, explica, donde ¡°se vende todo y a precios que suben mucho, porque al final es un valor de inversi¨®n¡±. Bravo lo relaciona con los problemas de alquiler que experimentan esas mismas ciudades y por eso pide regular los arrendamientos: ¡°Este pa¨ªs necesita de una vez por todas actuar de manera diversa sobre un parque p¨²blico de vivienda, limitar los precios de alquiler en las zonas tensionadas y ponderar el derecho de propiedad en relaci¨®n con el derecho de acceso a la vivienda¡±, sostiene.
Esos argumentos se parecen mucho a los objetivos que el Gobierno ha declarado para llevar al Congreso la que aspira a convertirse en la primera ley estatal de vivienda. Se espera que esta semana se debatan las enmiendas a la totalidad, la primera prueba de fuego para una norma que a juicio de CC OO y otras organizaciones se queda corta en sus aspiraciones.
Pero Nasarre duda que el enfoque de la futura ley sea el m¨¢s adecuado. Por m¨¢s que se controlen los precios, dice, fomentar el alquiler como forma preferente de acceso a la vivienda convierte la propiedad en un objeto de deseo para los inversores: ¡°Es una ganancia segura; compran y a la vez tienen clientela asegurada¡±. Por eso pide volver la vista atr¨¢s, a lo que Espa?a hizo con ¨¦xito en la segunda mitad del siglo XX. ¡°La v¨ªa menos mala es posibilitar que todo el mundo pueda comprar de manera sostenible y sin sobrendeudarse¡±, asegura el catedr¨¢tico. Y recuerda que en Viena, un espejo al que miran muchas ciudades porque tiene un 50% de parque social de alquiler, el alcalde no ha cambiado de color pol¨ªtico (socialdem¨®crata) desde que acab¨® la Segunda Guerra Mundial. ¡°Ayudar a la gente a tener una vivienda en propiedad es lo m¨¢s democr¨¢tico que hay¡±. El mercado inmobiliario, sin embargo, parece reservar otros planes para quienes tienen una n¨®mina.