Boeing se arrepiente del contrato del Air Force One que firm¨® con Trump
La fabricaci¨®n de dos 747 modificados para el presidente de Estados Unidos le est¨¢ generando p¨¦rdidas multimillonarias a la compa?¨ªa
El Air Force One es el avi¨®n en el que viaja el presidente de Estados Unidos. Est¨¢ dotado de todo tipo de avances tecnol¨®gicos y de seguridad. Desde que Franklin D. Roosevelt vol¨® a Casablanca en 1943 a bordo de un hidroavi¨®n B314, Boeing ha sido el proveedor habitual del avi¨®n presidencial. Se supone que eso le aporta imagen y prestigio. Sin embargo, el ¨²ltimo contrato firmado por Boeing en febrero de 2018 con el entonces presidente Donald Trump para suministrar dos nuevos 747-8 que hagan las funciones de Air Force One se ha convertido en una pesadilla para la compa?¨ªa, que est¨¢ sufriendo p¨¦rdidas millonarias con ese contrato y se arrepiente de haberlo firmado.
La compa?¨ªa comunic¨® ayer a la Comisi¨®n de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC, por sus siglas en ingl¨¦s), que las p¨¦rdidas acumuladas en este acuerdo de 4.300 millones de d¨®lares (cerca de 4.100 millones de euros) aumentaron en 660 millones de d¨®lares en el primer trimestre de este a?o, hasta sumar ya 1.146 millones. Y la cosa puede empeorar: ¡°Persiste el riesgo de que tengamos que registrar p¨¦rdidas adicionales en periodos futuros¡±, dice en su comunicaci¨®n a la SEC la empresa, que culpa de esas p¨¦rdidas a mayores costes de proveedores y de completar ciertos requisitos t¨¦cnicos y a retrasos en la ejecuci¨®n del programa.
El consejero delegado de la compa?¨ªa, Dave Calhoum, confes¨® este mi¨¦rcoles en una conferencia con analistas para presentar los resultados del primer trimestre que firmar ese contrato fue un error. ¡°El Air Force One es un momento ¨²nico, una negociaci¨®n ¨²nica, una serie de riesgos ¨²nicos que Boeing probablemente no deber¨ªa haber tomado¡±, se?al¨®. ¡°Pero estamos donde estamos y vamos a entregar grandes aviones¡±, a?adi¨®, seg¨²n la transcripci¨®n ¨ªntegra de la conferencia con analistas recogida por Bloomberg.
Los 660 millones de d¨®lares de p¨¦rdidas generadas en el trimestre por ese contrato contribuyeron a que Boeing tuviera unos n¨²meros rojos de 1.242 millones de d¨®lares (1.180 millones de euros), m¨¢s del doble que en el mismo periodo del a?o anterior. Los ingresos cayeron un 8%, hasta los 13.991 millones de d¨®lares (alrededor de 13.300 millones de euros) . Tambi¨¦n pes¨® un cargo de 367 millones en el programa del avi¨®n militar de entrenamiento T-7A Red Hawk por sobrecostes derivados de las presiones inflacionistas, el atasco en la cadena de suministros y la covid. Como los contratos se firmaron con un precio fijo, Boeing debe asumir los sobrecostes. A todo eso se uni¨® otro cargo de 212 millones que la compa?¨ªa atribuye a la guerra de Ucrania.
Las acciones de Boeing se han desplomado un 7,5% este mi¨¦rcoles en Bolsa despu¨¦s de publicar los resultados, aunque en alg¨²n momento la ca¨ªda lleg¨® a ser del 12,6%. Las acciones han cerrado la sesi¨®n en Wall Street en 154,46 d¨®lares, su nivel m¨¢s bajo desde noviembre de 2020.
Una negociaci¨®n de Trump
Los actuales aviones presidenciales cuentan con una suite presidencial, habitaciones para sus acompa?antes, sala de conferencias, equipos de seguridad, m¨¦dicos y de comunicaciones avanzados que permiten al presidente ejercer sus funciones desde el aire mientras vuela. El contrato del Air Force One fue firmado por Trump y por el entonces consejero delegado de la compa?¨ªa, Dennis Muilenburg, y contempla la entrega de dos nuevos aviones 747-8 adaptados a las necesidades de la Presidencia. El primero deber¨ªa ser entregado en 2024 y el segundo, al a?o siguiente. Los actuales aviones presidenciales son de 1990.
Boeing is proud to build the next generation of Air Force One, providing American Presidents with a flying White House at outstanding value to taxpayers. President Trump negotiated a good deal on behalf of the American people. pic.twitter.com/m0HtGfXVlv
— The Boeing Company (@Boeing) February 27, 2018
Trump amenaz¨® con cancelar el pedido, realizado antes de asumir la presidencia, y logr¨® finalmente una rebaja. Cuando se firm¨® el nuevo acuerdo, Boeing tuite¨® desde su cuenta oficial: ¡°Boeing se enorgullece de construir la pr¨®xima generaci¨®n del Air Force One, proporcionando a los presidentes estadounidenses una Casa Blanca voladora con un precio excepcional para los contribuyentes. El presidente Trump ha negociado un buen acuerdo en nombre del pueblo estadounidense¡±. El que no negoci¨® un acuerdo tan bueno fue Boeing.
El avi¨®n presidencial
Cualquier avión de la fuerza aérea en el que viaje el presidente de Estados Unidos pasa a ser en ese momento el Air Force One. El nombre, sin embargo, se usa principalmente para referirse a los aviones especialmente adaptados a las necesidades presidenciales.
El actual Air Force One tiene la capacidad de recargar a mitad del vuelo y, por tanto, alcance ilimitado. Los equipos electrónicos están protegidos frente a impulsos electromagnéticos y el avión cuenta con comunicaciones seguras avanzadas, permitiendo que la aeronave funcione como un centro de comando móvil en caso de que haya un ataque a los Estados Unidos, explica la Casa Blanca.
Adentro, el presidente y sus acompañantes de viaje disfrutan de 372 metros cuadrados de espacio en tres niveles, incluyendo una suite amplia para el presidente con una oficina grande, un cuarto de baño y un salón de conferencias. También hay una consulta médica que puede funcionar como un salón de operaciones y siempre viaja un doctor a bordo. El avión tiene dos áreas de preparación de comida con capacidad para alimentar hasta a 100 personas al mismo tiempo.
El Air Force One también tiene habitaciones o espacios para las personas que acompañan al presidente, incluyendo colaboradores, agentes del servicio secreto, la prensa que viaja con el presidente y otros invitados.
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