Documentos secretos desvelan las estrategias de Uber para implantarse en decenas de pa¨ªses: ¡°A veces hay problemas porque somos jodidamente ilegales¡±
Una filtraci¨®n de archivos internos de la compa?¨ªa desvela los detalles sobre c¨®mo afrontaba la empresa de transporte su aterrizaje en nuevos mercados. Intentaban sortear las leyes mientras su red de ¡®lobby¡¯ buscaba presionar a pol¨ªticos de primer nivel. Si no funcionaba y se produc¨ªan redadas policiales, la soluci¨®n era pulsar el ¡°bot¨®n del p¨¢nico¡±
¡°B¨¢sicamente, Uber llega y luego empieza la tormenta de mierda legal y legislativa¡±. Es julio de 2014 y varios directivos de Uber discuten en una cadena de correos c¨®mo enfrentarse a las protestas de los taxistas de medio mundo ante su llegada. Su app permite pedir un conductor privado y sin licencia, algo que rompe con las normas de todos los mercados. ¡°No, no hay ejemplos, no hay investigaci¨®n, no nos paramos a entender el marco legal¡±, siguen los mensajes. ¡°A veces tenemos problemas porque, bueno, es que somos jodidamente ilegales¡±, resumir¨¢ otra directiva a final de ese a?o, en el que Uber desembarc¨® en 31 pa¨ªses. De nada sirve prepararse ni estudiar la normativa: hay que ¡°abrazar el caos¡±, apunta otra ejecutiva de la empresa en ese mismo periodo. En los mercados m¨¢s complicados, como Espa?a o Italia, la estrategia a seguir es clara: desarrollar ¡°t¨¢cticas para enfrentarse a las autoridades¡±.
Estos correos son parte de Uber Files, m¨¢s de 124.000 documentos filtrados al diario The Guardian y compartidos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci¨®n (ICIJ, por sus siglas en ingl¨¦s) y sus medios colaboradores, EL PA?S y La Sexta en Espa?a. M¨¢s de 180 periodistas de 44 medios han analizado los archivos, que abarcan de 2013 a 2017, fechas en las que Uber se estrenaba en decenas de ciudades, pasando por encima del marco legal, sin permisos, eludiendo el pago de impuestos, enfrent¨¢ndose a la industria del taxi y exigiendo a conductores precarios y sin licencia facturaciones cada vez mayores para conseguir m¨¢s beneficios. Uber Files revela la historia interna de c¨®mo Uber, una startup de Silicon Valley fundada en 2009, se convirti¨® en un gigante mundial del transporte con el respaldo de fondos de inversi¨®n y de multimillonarios: irrumpi¨® en los nuevos mercados y solo m¨¢s tarde intent¨® manejar las consecuencias.
Los archivos muestran las interioridades del lobby que Uber iba tejiendo con los pol¨ªticos locales una vez hab¨ªa llenado las calles de coches. Varias hojas de c¨¢lculo recogen m¨¢s de 1.800 personas de inter¨¦s para la empresa, cuyos directivos clasificaban seg¨²n su ¡°hostilidad¡± o influencia de cara a allanarle el camino de un cambio legislativo. Entre 2014 y 2016, los ejecutivos de Uber tuvieron m¨¢s de 100 reuniones con funcionarios p¨²blicos, entre ellos al menos doce miembros de la Comisi¨®n Europea que no hicieron p¨²blicos esos encuentros.
Intentaron, no siempre con ¨¦xito, hacer llegar su mensaje a pol¨ªticos de primer nivel, como el entonces presidente Mariano Rajoy o el italiano Matteo Renzi, pero incluso hay detalles de reuniones privadas para discutir la ley que regular¨ªa el sector con el entonces ministro franc¨¦s de Econom¨ªa ¡ªy ahora presidente¡ª, Emmanuel Macron, o de los encuentros con el entonces primer ministro israel¨ª Benjamin Netanyahu, adem¨¢s de Joe Biden en el foro internacional de Davos, entre otros l¨ªderes mundiales. Uber tambi¨¦n busc¨® y consigui¨® aprovechar su relaci¨®n con ex funcionarios p¨²blicos para presionar gobiernos locales, como pas¨® con Neelie Kroes, ex ministra de Transportes holandesa que ocup¨® el puesto de vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea: en mayo de 2016, Kroes se convirti¨® en presidenta del consejo asesor de pol¨ªticas p¨²blicas de Uber.
En Rusia, los ejecutivos de Uber consiguieron estrechar lazos con oligarcas cercanos a Putin, hoy sancionados por su papel en la guerra de Ucrania. Como desvelar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas EL PA?S y los medios del ICIJ, la empresa intent¨® comprar su influencia sobre el Kremlin a trav¨¦s de acuerdos confidenciales que enriquecer¨ªan a los oligarcas en funci¨®n del negocio logrado en el pa¨ªs. Hoy, la compa?¨ªa asegura que esos comportamientos son parte del pasado (de la etapa en la que el fundador Travis Kalanick era todav¨ªa consejero delegado de la compa?¨ªa, hasta 2017) y no est¨¢n en consonancia con sus valores actuales.
La confrontaci¨®n era un h¨¢bito para Uber en cualquier nuevo mercado: ¡°En Italia, Espa?a, Pa¨ªses Bajos y B¨¦lgica han desarrollado t¨¢cticas interesantes para enfrentarse a las autoridades¡±, escribe en un correo Pierre-Dimitri Gore-Coty, director de Uber para Europa Occidental. Para hacerlo, no hab¨ªa un plan, sino m¨¢s bien una suerte de guerrilla improvisada que generaba lo que directivos de la empresa definen como ¡°la pir¨¢mide de la mierda¡± en una presentaci¨®n de 2014. En la base, ¡°las querellas de los conductores¡± en varios pa¨ªses; un pelda?o m¨¢s arriba, las ¡°investigaciones regulatorias¡±; luego, los ¡°procedimientos administrativos¡±, y en la c¨²spide, las ¡°acciones legales directas¡±.
Es en esa estrategia donde encajan f¨®rmulas como utilizar las im¨¢genes de la violencia de los taxistas sobre los conductores de Uber para vender su discurso: ¡°Creo que merece la pena¡±, dec¨ªa en un mensaje sobre las protestas en Francia, en junio de 2016, el entonces consejero delegado Travis Kalanick: ¡°La violencia garantiza el ¨¦xito¡±.
Ante la avalancha de investigaciones y redadas en las oficinas europeas, Uber ten¨ªa un plan. Correos electr¨®nicos y mensajes de texto confirman que la compa?¨ªa dispon¨ªa de un ¡°bot¨®n del p¨¢nico¡± (kill switch, en ingl¨¦s) para desconectar las m¨¢quinas de los servidores de la empresa e imposibilitar el acceso a su contenido. La existencia de este bot¨®n ya hab¨ªa salido a la luz, pero Uber Files documenta su uso en seis ocasiones solo a lo largo de 2015: en Francia, Canad¨¢, Pa¨ªses Bajos, B¨¦lgica, India, Hungr¨ªa y Hong Kong. En la misma l¨ªnea, varias conversaciones hablan del ¡°manual para redadas de madrugada¡±, que dec¨ªa a los empleados qu¨¦ hacer cuando las autoridades locales entraran en sus oficinas e intentaran hacerse con material potencialmente comprometedor.
Del ¡®lobby¡¯ a la narrativa de la violencia
En abril de 2014, Uber aterriza en Barcelona con la misma estrategia que en los pa¨ªses donde desembarc¨® ese a?o: en lugar de pasar por el proceso tradicional y legal de obtenci¨®n de licencias o de trabajar para encontrar un nuevo marco para servicios similares al taxi, capta de forma agresiva a miles de consumidores para que, una vez instaurado el modelo, a las autoridades les resulte muy dif¨ªcil dar marcha atr¨¢s.
Desde muy temprano, dise?¨® una intensa y extensa campa?a de presi¨®n que, coordinada bajo el grupo de correo ¡°Spain Lobbying¡±, trat¨® de influir en pol¨ªticos ¡ªresponsables de cambios legales que pudieran beneficiarlos¡ª, pero tambi¨¦n en empresarios, acad¨¦micos, representantes de asociaciones de consumidores y think tanks. Para hacerlo, sigui¨® un mapa de ¡°personas de inter¨¦s¡± (stakeholders, en ingl¨¦s) donde recog¨ªa 116 nombres propios ¡ªla mayor¨ªa, pol¨ªticos¡ª en los que concentrar su actividad de lobby.
¡°Aislar pol¨ªticamente [a favor del taxi]¡±. ¡°Aliado [ha defendido a Uber en su blog]¡±. ¡°Evitar hablarles de viajes compartidos y econom¨ªa colaborativa¡±. ¡°Puede influir en el Ministerio de obras p¨²blicas¡±. ¡°Utilizarlo para contactar a las autoridades de turismo de Madrid¡±. Son algunas de las definiciones de esa cartograf¨ªa del poder que Uber prepar¨® para su llegada a Espa?a. Tambi¨¦n aparecen ministros: a F¨¢tima B¨¢?ez se propusieron seducirla con escenarios beneficiosos para el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que entonces encabezaba. ¡°Puede influir a otras autoridades si se la convence de que Uber crear¨¢ empleos y favorecer¨¢ el emprendimiento¡±, recoge el mapa de ¡°personas de inter¨¦s¡± (o stakeholders). A Crist¨®bal Montoro, al frente de Hacienda, quer¨ªan prometerle que fomentar¨ªan ¡°el ingreso de impuestos procedentes de los conductores¡±. Uber intent¨® acercarse al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; a Ana Pastor, entonces ministra de Obras P¨²blicas, (definida como ¡°intervencionista¡± y ¡°dura negociadora¡± en los correos); a Artur Mas, presidente de la Generalitat, o a Pere Aragon¨¦s, entonces miembro de una Comisi¨®n encargada de estudiar la nueva econom¨ªa colaborativa. Todos ellos han negado haberse reunido con representantes de Uber, con excepci¨®n de Aragon¨¦s, que mantuvo encuentros ¡°puntuales¡± en el marco del desarrollo de las actividades de comisi¨®n.
¡°Tenemos que mantener viva la narrativa de la violencia durante unos d¨ªas¡±, escrib¨ªa un directivo de la empresa
Pero en verano de ese primer a?o de actividad la situaci¨®n en Espa?a sigue siendo ¡°compleja¡± para la empresa, como reconocen los directivos europeos en un documento interno. Se suceden las huelgas de taxistas y de hecho las protestas se recrudecen en oto?o, sobre todo en Barcelona. Los conductores de Uber son perseguidos por los taxistas y a menudo obligados a abandonar los coches. La empresa, lejos de plantearse c¨®mo proteger a quienes llevaban sus veh¨ªculos por las calles, sigui¨® otra v¨ªa: utilizar esa violencia como m¨¢rketing, mostr¨¢ndose como una v¨ªctima para conseguir que el discurso pol¨ªtico y social se pusiera de su lado: ¡°Ser¨ªa muy potente tener fotos de violencia en Barcelona, de esta semana y tambi¨¦n de otros incidentes¡±, escrib¨ªa el 23 de octubre el director de Pol¨ªticas P¨²blicas de Uber para Europa, Oriente Medio y ?frica, Mark MacGann, en un correo electr¨®nico dirigido a los encargados de desarrollar las medidas de presi¨®n para lograr una legislaci¨®n favorable a sus intereses. Tambi¨¦n decidi¨® pasar al contraataque. En Madrid, contrat¨® una empresa de espionaje para descubrir las debilidades de una asociaci¨®n de taxistas: quer¨ªa buscar sus ¡°fuentes de financiaci¨®n¡±, sus ¡°conexiones pol¨ªticas¡± y cualquier ¡°informaci¨®n relevante de tipo peyorativo¡±, se lee en los correos.
No son frases anecd¨®ticas, sino parte de una estrategia de presi¨®n que se observa desde la India hasta Europa, seg¨²n se revela en los Uber Files: ¡°Tenemos que mantener viva la narrativa de la violencia durante unos d¨ªas¡±, escrib¨ªa un directivo de la empresa en Pa¨ªses Bajos mientras planeaba la estrategia de cara a la prensa durante las protestas de los taxistas locales. Igual que en B¨¦lgica: ¡°Tenemos que usar esto a nuestro favor(...) la violencia en Francia ha llevado la cuesti¨®n al ¨¢mbito regulatorio¡±.
¡°La violencia es garant¨ªa de ¨¦xito¡±, se lee en una conversaci¨®n de Whatsapp sobre las protestas en Francia entre Travis Kalanick, fundador y consejero delegado de Uber hasta 2019, una directiva de la compa?¨ªa y el lobbista Mark McGann. Un directivo de la compa?¨ªa que ha hablado con los medios de esta investigaci¨®n ha confirmado la existencia de una estrategia interna para explotar la violencia: ¡°Los ejecutivos de la compa?¨ªa estaban sentados en sus despachos en San Francisco, la gente que estaba siendo atacada en la calle era la que ten¨ªa la valent¨ªa de conducir para Uber¡±, recuerda, pidiendo el anonimato. Un portavoz de Kalanick, por su parte, defiende que el entonces CEO ¡°nunca sugiri¨® que Uber deb¨ªa sacar ventaja de la violencia a expensas de la seguridad de los conductores¡±.
Los usuarios de de la app de transporte no disminu¨ªan en Espa?a, pero su enfrentamiento con las administraciones dio un vuelco a finales de 2014. Un juzgado de Madrid orden¨® el cese de las actividades de la compa?¨ªa. Los directivos europeos se enteraron por la prensa e idearon una larga lista de estrategias para sortear, desactivar o sacar partido del bloqueo ante la opini¨®n p¨²blica: desde registrar dominios alternativos hasta ¡°buscar las debilidades¡± del juez Andr¨¦s S¨¢nchez Magro, que firmaba la orden judicial del cese cautelar (que entrar¨ªa en vigor el 31 de diciembre).
En el largo camino que llevar¨¢ a su vuelta a Espa?a, Uber vio un aliado clave en la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC): como escrib¨ªa en un correo Elia Ferrer, entonces en el departamento de pol¨ªticas p¨²blicas de Uber para el sur de Europa, el organismo era ¡°el principal aliado en la Administraci¨®n P¨²blica espa?ola¡±. La empresa trabajaba entonces con el despacho Cuatrecasas, y en los correos filtrados aparecen tambi¨¦n los de la abogada que, entre otros, llevaba tambi¨¦n sus asuntos: Cani Fern¨¢ndez, hoy presidenta de la CNMC desde junio de 2020. ¡°Est¨¢n claramente a favor de Uber, la regulaci¨®n y la liberalizaci¨®n del mercado [...]. Continuaremos interactuando con ellos y prepararemos un paquete para que lo estudien y refuercen sus conclusiones¡±, se lee en un reporte del departamento de pol¨ªticas de Uber sobre una reuni¨®n mantenida con Antonio Maudes, entonces responsable del departamento de promoci¨®n de la competencia, dedicado a vigilar el marco regulatorio en el que las empresas desarrollan su actividad y encargado del resultado de la consulta.
Estas afinidades terminaron por levantar ampollas dentro de la propia autoridad. Cuando se public¨® el informe con el punto de vista de la CNMC sobre Uber, seis de los diez consejeros de la entidad reclamaron el cese de Maudes ¡°por falta de independencia interna¡±. Permaneci¨® en el cargo hasta su dimisi¨®n, un a?o m¨¢s tarde. Ante las preguntas sobre esos encuentros y la postura de la CNMC, Maudes explica ahora a EL PA?S que ¡°no hab¨ªa relaciones cercanas con ning¨²n administrado¡± y que el organismo atiende a los grupos de presi¨®n cuando interesa para sus propias l¨ªneas de investigaci¨®n. Desde la CNMC defienden que ¡°el hecho de que unas empresas nos perciban como aliados es inevitable, igual que hay otras que nos perciben como enemigos¡±.
Ocho a?os despu¨¦s de ese desembarco tumultuoso, los hechos se han consumado y Uber es una realidad en muchas ciudades espa?olas. Desde hace una semana ha vuelto a operar en Barcelona, aunque con restricciones. En Madrid, se estima que hay m¨¢s de 3.000 taxistas (de los 16.000 que circulan por sus calles) que ya utilizan la app de Uber para conectar con los viajeros. Y hasta tiene competencia: Bolt, la compa?¨ªa de VTC con sede en Estonia, ofrece agresivos descuentos y se dirige a sus mismos clientes.
Uber asegura haber cambiado
Ante las preguntas de los medios que han participado en Uber Files, la empresa asegura no ser la misma de 2017: "Nunca hemos puesto ni pondremos excusas por comportamientos del pasado, que claramente no están en consonancia con nuestros valores actuales", ha contestado Jill Hazelbaker, vicepresidente de Marketing y Asuntos Públicos. "Le pedimos al público que nos juzgue por lo que hemos hecho en los últimos cinco años y lo que haremos de aquí en adelante".
Después de 2017, al salir Travis Kalanick de la empresa, se llevó a cabo una profunda investigación, asegura: "El consecuente reconocimiento de errores dio como resultado un gran escrutinio público, una serie de juicios contra altos cargos, múltiples investigaciones gubernamentales y el despido de varios ejecutivos de la compañía".
Uber contrató a un nuevo CEO, Dara Khosrowshahi: "Cuando decimos que Uber es una empresa diferente hoy en día, lo decimos en el sentido más literal de la palabra: el 90% de los empleados actuales de Uber llegaron a la compañía tras la incorporación de Dara como CEO".
La empresa asegura haber pasado "de una era de confrontación a una de colaboración: trabajamos con los gobiernos a todos los niveles para mejorar la vida de quienes usan nuestra plataforma, y las ciudades en las que operamos".