Bruselas pide restringir desde este verano el consumo de gas ante la crisis energ¨¦tica

La Comisi¨®n Europea considera que ha llegado el momento de pasar de la reducci¨®n voluntaria en el consumo de gas propuesta el pasado mes de mayo a medidas obligatorias para poder acumular reservas con vistas a un invierno en el que, con toda probabilidad, Rusia cortar¨¢ el suministro a la Uni¨®n Europea. Bruselas aprobar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles su plan de ahorro, que incluye, seg¨²n el borrador al que ha tenido acceso EL PA?S, desde la prohibici¨®n de mantener el termostato del aire acondicionado por debajo de 25 grados en edificios p¨²blicos o centros comerciales a la subasta de capacidades de gas para incentivar a la industria a reducir temporalmente su producci¨®n y, por tanto, su consumo energ¨¦tico. El documento se?ala que estas medidas son el ¨²ltimo paso previo a una posible declaraci¨®n de emergencia energ¨¦tica en la Uni¨®n Europea, una decisi¨®n que permite reducir el suministro a cierto tipo de clientes.

El plan de la Comisi¨®n parte de la premisa de que ¡°actuar ahora puede reducir en un tercio el impacto de una repentina interrupci¨®n del suministro¡±. Y se?ala que ya se dan las condiciones para pasar a una segunda fase en las medidas preventivas, lo que supone ¡°una reducci¨®n del consumo coordinada a nivel europeo antes de la emergencia¡±.

El documento de la Comisi¨®n, una comunicaci¨®n titulada Ahorra gas para un invierno seguro, apuesta por comenzar ya a ahorrar combustible y prev¨¦ la obligaci¨®n para los edificios p¨²blicos de poner el termostato de la calefacci¨®n a un m¨¢ximo de 19 grados y el del aire acondicionado a un m¨ªnimo de 25. Bruselas tambi¨¦n propone incentivar la sustituci¨®n del gas por otros combustibles en la industria y en la producci¨®n el¨¦ctrica. Y la organizaci¨®n de subastas de capacidad, en ciertos casos a nivel transfronterizo, para que las industrias que puedan permit¨ªrselo ofrezcan una reducci¨®n del consumo a cambio de una remuneraci¨®n.

La Comisi¨®n tambi¨¦n pide que se apliquen en esta nueva etapa las medidas previstas en la fase de alerta de los planes nacionales de emergencia para el sistema gasista. En el plan de Espa?a para el per¨ªodo 2021-2023, se prev¨¦ en esa segunda fase la aplicaci¨®n de la interruptibilidad en todo el sistema, es decir, la posibilidad de parar el suministro a cualquier operador no imprescindible; y la optimizaci¨®n del consumo en las centrales el¨¦ctricas de los ciclos combinados, pero sin poner en peligro la producci¨®n de electricidad.

La comunicaci¨®n subraya que las medidas para reducir el consumo ¡°deben adoptarse inmediatamente y de manera conjunta¡± para ¡°reducir considerablemente los riesgos de un desequilibrio entre suministro y demanda durante el pr¨®ximo invierno y m¨¢s all¨¢¡±. El organismo presidido por Ursula von der Leyen quiere, sobre todo, evitar que se repita el fiasco de los inicios de la pandemia, cuando los gobiernos europeos entraron en p¨¢nico uno tras otro frente al virus y cerraron fronteras, poniendo en peligro la unidad del mercado interior y las cadenas de suministro. Bruselas teme ahora que, sin una coordinaci¨®n a nivel europeo, cada pa¨ªs opte por acaparar el gas disponible y los flujos hacia sus pa¨ªses vecinos, aunque estos se encuentren en mayores dificultades.

Antes de la guerra contra Ucrania, las exportaciones de gas ruso cubr¨ªan en torno al 40% del consumo total de la UE. Y aunque ese porcentaje se ha reducido paulatinamente desde principios de a?o, el impacto podr¨ªa ser considerable si Mosc¨² ordena el cese del suministro. Bruselas avisa de que una interrupci¨®n imprevista ¡°tendr¨¢ efectos significativos en la econom¨ªa europea y afectar¨¢ en todos los Estados miembros, incluso si el m¨¢s inmediato depender¨¢ del nivel de importaci¨®n de gas ruso en cada pa¨ªs¡±.

Prepararse para lo peor

En previsi¨®n de esa posible pesadilla, el organismo comunitario fijar¨¢ este mi¨¦rcoles los cuatro criterios que determinar¨ªan la secuencia del racionamiento del gas para el consumo de la industria. El primero de ellos prev¨¦ mantener el suministro a empresas neur¨¢lgicas, como pueden ser las del sector de la salud, la seguridad o la defensa. El segundo criterio eval¨²a el impacto en las cadenas de suministro, para evitar que afecte a empresas imprescindibles en la producci¨®n de ciertos sectores, como el farmac¨¦utico o partes del qu¨ªmico. En tercer lugar, se debe priorizar el corte de suministro a empresas que pueden buscar alternativas al consumo del gas. Y por ¨²ltimo, evitar el corte a instalaciones que puedan sufrir da?os irreparables por una interrupci¨®n del suministro.

Solo en quinto lugar y de manera complementaria, seg¨²n la Comisi¨®n, deben evaluarse los aspectos econ¨®micos del corte, como pueden ser el valor a?adido de cada sector o su importancia en t¨¦rminos de empleo. El hecho de que esas consideraciones se releguen es prueba de la dram¨¢tica situaci¨®n de emergencia que anticipa el organismo comunitario. ¡°El objetivo es prepararnos para lo peor y esperar que no ocurra¡±, resume una fuente comunitaria.

Las estimaciones de la Comisi¨®n apuntan a que los consumidores protegidos, en particular, los hogares podr¨ªan tener el despacho de gas garantizado incluso si se produjera una interrupci¨®n del suministro ruso a gran escala. Pero la Comisi¨®n advierte de que esos hogares, que representan el 37% del consumo total de gas de la UE, corren el riesgo de verse afectados si el cerrojazo del grifo ruso coincide con alg¨²n otro acontecimiento imprevisto.

Los riesgos m¨¢s evidentes apuntan a una climatolog¨ªa adversa, tanto por un verano m¨¢s t¨®rrido de lo habitual que eleve el uso del aire acondicionado, como por un invierno muy duro que disparase el uso de la calefacci¨®n. Bruselas subraya que poner en marcha ya durante este verano medidas a nivel europeo para reducir el consumo puede ser esencial para facilitar el llenado de las reservas de gas y mitigar as¨ª ¡°la necesidad de reducciones de la demanda m¨¢s dolorosas durante el invierno¡±.

Los 18 pa¨ªses que disponen de almacenes de gas, entre ellos Espa?a, han acelerado el llenado con el objetivo de llegar al 80% de capacidad antes del mes de noviembre. Pero Bruselas teme que un aumento del consumo durante los meses de verano como consecuencia de las elevadas temperaturas y un corte del gas ruso antes de lo esperado deje las reservas a medio llenar. En todo caso, el m¨¢ximo volumen de almacenamiento ronda los 100.000 millones de metros c¨²bicos, poco m¨¢s del 25% del consumo anual de la UE (412.000 millones de metros c¨²bicos en 2019, el ¨²ltimo ejercicio antes de la pandemia).

Las estimaciones que maneja la Comisi¨®n apuntan que si Putin cierra el grifo este mes de julio, los dep¨®sitos podr¨ªan quedarse entre el 65% y el 71% de su capacidad, lo que dejar¨ªa a Europa con 20.000 millones de metros c¨²bicos menos de lo necesario para un invierno con temperaturas dentro de la habitual. Esas cifras abocar¨ªan, adem¨¢s, unas reservas muy bajas al final del pr¨®ximo invierno, lo cual complicar¨ªa la fase de llenado durante el verano de 2023. ¡°En el caso de un invierno inusualmente fr¨ªo, el riesgo de m¨¢s limitaciones dr¨¢sticas [del consumo] aumentar¨ªa¡±, remata la Comisi¨®n.

El plan de la Comisi¨®n llega cuando una decena de pa¨ªses de la UE ya han declarado el nivel de ¡°alerta temprana¡±, primera fase del Reglamento comunitario que establece las medidas para garantizar la disponibilidad de gas en caso de que se produzcan interrupciones del suministro. Alemania, el principal consumidor de la UE, ha pasado ya, adem¨¢s, a la segunda fase de nivel de alerta y se ha quedado a un pelda?o del nivel de emergencia, en el que se pueden imponer restricciones al consumo a cierto tipo de clientes.

El riesgo de un cierre abrupto y unilateral

El documento de la Comisi¨®n precisa que ¡°las ¨²ltimas disrupciones en el suministro de gas procedente de Rusia sugieren un riesgo considerable de que la paralizaci¨®n total del suministro puede materializarse este a?o y de una manera abrupta y unilateral¡±. El flujo de los gasoductos rusos hacia Europa ya est¨¢ bajo m¨ªnimos. Y el cierre esta semana del grifo de la tuber¨ªa del B¨¢ltico (Nord Stream I) para proceder a una revisi¨®n t¨¦cnica durante 10 d¨ªas, seg¨²n la gas¨ªstica rusa Gazprom, se ha interpretado como el amargo aperitivo previo a la ruptura definitiva de los lazos energ¨¦ticos entre Rusia y la Uni¨®n Europea.

¡°La UE necesita estar preparada para este escenario y considerar medidas adicionales acordes al desaf¨ªo que entra?a¡±, avisa el borrador del plan de la Comisi¨®n. El Ejecutivo comunitario calcula que la llegada de gas ruso ya se ha reducido al menos en un 30% en relaci¨®n con la media del per¨ªodo 2016-2021, el lustro anterior a la invasi¨®n rusa de Ucrania. El organismo comunitario se?ala que parte de la ca¨ªda se ha debido al af¨¢n europeo por buscar suministradores alternativos desde que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, lanz¨® su guerra contra un pa¨ªs vecino.

Pero reconoce que buena parte del corte tambi¨¦n se debe ¡°a medidas repentinas, imprevistas y unilaterales de Gazprom para frenar el suministro a los clientes europeos, con vistas a perturbar su actividad econ¨®mica y manipular los precios¡±. Y Bruselas constata que el impacto ya es evidente en forma de ¡°unos precios de la energ¨ªa hist¨®ricamente altos y vol¨¢tiles, que contribuyen a la inflaci¨®n y crean el riesgo de un mayor deterioro econ¨®mico en Europa¡±. Y la Comisi¨®n lanza un ¨²ltimo mensaje: ¡°Cuanto mayor sea la reducci¨®n del consumo por acciones voluntarias, menos ser¨¢ la necesidad de un racionamiento obligatorio m¨¢s adelante para la industria¡±.