La energ¨ªa nuclear, orgullo de Francia, flaquea en plena crisis energ¨¦tica
Los problemas de corrosi¨®n en las tuber¨ªas y las tareas de mantenimiento fuerzan a parar la mitad de los reactores y a buscar alternativas, y disparan las importaciones de electricidad
Los camiones cargados de carb¨®n cruzan la entrada de la vetusta central t¨¦rmica de Saint-Avold, en el nordeste de Francia. Los obreros ya trabajan en la torre de 92 metros que alberga la caldera. Todo aqu¨ª debe estar a punto para que a finales del oto?o la central vuelva a producir electricidad despu¨¦s de echar el cierre en marzo.
¡°Humildemente, contribuiremos a limitar el riesgo de cortes de corriente¡±, dice el sindicalista Jean-Pierre Damm, que entr¨® a trabajar en la central de carb¨®n a los 19 a?os, en 1973. ¡°No somos salvadores, pero ayudaremos¡±.
A 80 kil¨®metros de Saint-Avold, en la frontera con Luxemburgo, las cuatro torres refrigeradoras de la central nuclear de Cattenom se elevan entre pastos y pueblos pintorescos como catedrales del siglo XX. Tres de los cuatro reactores de esta central est¨¢n parados por problemas de corrosi¨®n en las tuber¨ªas y tareas de mantenimiento.
De los 56 reactores nucleares franceses, 32, incluidos los de Cattanom, est¨¢n parados tambi¨¦n, lo que ha forzado a buscar alternativas ?Una prueba de que la energ¨ªa nuclear no sirve?
¡°Al contrario¡±, replica Bernard Zenner, el alcalde de Cattenom, municipio de 2.500 habitantes. ¡°Hoy tenemos la prueba de que lo nuclear es necesario¡±, a?ade el regidor, quien en 1986 dirigi¨® el equipo que activ¨® la primera reacci¨®n en cadena, y durante d¨¦cadas trabaj¨® en la central.
Este rinc¨®n de Europa entre Cattenom y Saint-Avold ¡ªla cuenca minera y sider¨²rgica donde, al final de la Segunda Guerra Mundial, se fragu¨® la reconciliaci¨®n franco-alemana y europea¡ª es el escenario de una de las paradojas del shock energ¨¦tico. Regresa el carb¨®n, un inesperado revival (en principio, excepcional) de uno de los culpables del calentamiento del planeta. Y, cuando m¨¢s se la necesitaba, la energ¨ªa nuclear, orgullo de la naci¨®n y fundamento de su soberan¨ªa energ¨¦tica, flaquea.
De producir en torno al 70% de la electricidad en Francia, las nucleares han pasado a poco m¨¢s del 50%. De exportar electricidad ha pasado a importarla. Los precios se han disparado: el megavatio por hora ha llegado a costar, esta semana en Francia, 1.021 euros; en Espa?a, el m¨¢ximo ha sido 476 euros, seg¨²n RTE, la red el¨¦ctrica francesa.
La discusi¨®n es si los fallos son pasajeros. O si evidencian la quiebra de un modelo lastrado por el temor a las cat¨¢strofes y las inc¨®gnitas sobre los residuos, pero con una ventaja sustancial ante el cambio clim¨¢tico: casi no emite gases de efecto invernadero. Una fuente de EDF dijo que el objetivo es ¡°optimizar la disponibilidad del parque nuclear, en condiciones de seguridad, para el paso del invierno¡±.
Cuando se le pregunta si la energ¨ªa nuclear muestra sus l¨ªmites, Thomas Pellerin-Carlin, director del departamento de Energ¨ªa en el Instituto Jacques Delors, responde: ¡°No¡±. Y explica: ¡°Una parte de la indisponibilidad de lo nuclear franc¨¦s estaba prevista, por el mantenimiento de las centrales durante el verano, de modo que funcionen en invierno. La otra parte era previsible: se sabe que, en todo momento, los ingenieros de seguridad nuclear pueden encontrar problemas¡±.
Pellerin-Carlin sostiene que ¡°lo que muestra sus l¨ªmites es la creencia en una pol¨ªtica del todo nuclear¡±. Y aclara: ¡°La nuclear es una energ¨ªa descarbonizada, ¨²til y relativamente fiable y poco costosa, pero no es una soluci¨®n milagrosa. Francia necesita apoyarse en la energ¨ªa nuclear hist¨®rica y, al mismo tiempo, desplegar masivamente energ¨ªas renovables con la renovaci¨®n de edificios y la adaptaci¨®n a un modo de vida sobrio en energ¨ªa¡±.
Hay otro debate sobre si el problema se debe no a los retrasos en la diversificaci¨®n energ¨¦tica, sino a que, en la ¨²ltima d¨¦cada, se ha dedicado una inversi¨®n insuficiente a la energ¨ªa nuclear despu¨¦s de que el socialista Fran?ois Hollande planeara reducir de la producci¨®n nuclear. Su sucesor, Emmanuel Macron, rectific¨® este plan.
¡°Nos faltan brazos, porque no tenemos suficientes equipos formados¡±, se quej¨® esta semana, en la escuela de verano de la patronal, Jean-Bernard L¨¦vy, presidente ejecutivo de ?lectricit¨¦ de France (EDF), propiedad del Estado en un 84% y pronto en un 100%. ¡°Nos hab¨ªan dicho: ¡®El parque nuclear declinar¨¢. Prep¨¢rense para cerrar centrales¡¯¡±.
Yves Marignac, del laboratorio de ideas n¨¦gaWatt, discrepa: ¡°Me choca la audacia de quienes dice que la situaci¨®n actual es porque no hemos invertido suficientemente en lo nuclear. Es lo contrario: EDF ha elegido invertir en la prolongaci¨®n del parque nuclear en vez de en otras opciones¡±. Y a?ade: ¡°La lecci¨®n es que no hay que seguir reproduciendo la dependencia en lo nuclear.¡± La opci¨®n de Macron es redoblar la apuesta nuclear. Y esto incluye un plan, anunciado en febrero, para construir entre seis y 14 reactores m¨¢s.
Transici¨®n energ¨¦tica
¡°Hay que volver a dar vigor y perspectivas al nuclear franc¨¦s¡±, dijo en el foro de la patronal, el ministro de Econom¨ªa y Finanzas, Bruno Le Maire. ¡°La crisis energ¨¦tica actual muestra que necesitamos la energ¨ªa nuclear para hacer con ¨¦xito la transici¨®n clim¨¢tica y energ¨¦tica¡±, a?adi¨®. Y anunci¨® que un nuevo equipo directivo de EDF, sin L¨¦vy, relanzar¨¢ los reactores parados y preparar¨¢ la construcci¨®n de los nuevos. ¡°Nos arremangamos¡±.
Mientras tanto, Saint-Avold se prepara para quemar carb¨®n unos meses m¨¢s, como hizo durante siete d¨¦cadas, y garantizar un invierno llevadero a los usuarios. El propietario, GazelEnergie, ha convencido a 68 de los 87 antiguos empleados para volver a trabajar con una prima mensual de hasta 5.000 euros, adem¨¢s del salario.
Y Cattenom aguarda a que la reactivaci¨®n de los reactores ¡ªen noviembre y diciembre, seg¨²n EDF¡ª permita volver a demostrar su poder¨ªo at¨®mico. Se vive bien aqu¨ª: gracias a los impuestos millonarios que ingresa de la central, el municipio disfruta de unas infraestructuras que envidiar¨ªan algunas ciudades. Biblioteca, campos deportivos, piscina climatizada, gimnasio de artes marciales, sem¨¢foros ultramodernos...
Cuenta el alcalde Zenner que hace unos a?os el primer ministro del vecino Luxemburgo, inquieto por la presencia de la central nuclear a 15 kil¨®metros de la frontera, ofreci¨® mil millones de euros para cerrarla. ?No les tienta la oferta? ¡°No¡±, zanja. Porque aqu¨ª lo tienen claro: en Cattenom, y en Francia, hay nuclear para rato.
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