Populismo fiscal
Los errores de pol¨ªtica econ¨®mica pueden conseguir que un problema transitorio se convierta en permanente

Liz Truss nada m¨¢s tomar posesi¨®n como primera ministra acaba de aprobar un plan de est¨ªmulos fiscal de 170.000 millones de libras. Truss quiere emular las pol¨ªticas que aplic¨® Margaret Thatcher en 1979 cuando lleg¨® al poder. Es populista ya que quiere emular la revoluci¨®n neoconservadora, para reducir el tama?o del estado, y ha aprobado un aumento del gasto p¨²blico brutal de 120.000 millones de libras.
Desde 1980, el debate pol¨ªtico en econom¨ªa se centra en los impuestos, donde se toman posiciones ideol¨®gicas muy enfrentadas. La realidad es que los impuestos son un medio para conseguir los fines; pleno empleo y desarrollo social. La primera condici¨®n que necesita una econom¨ªa de mercado es la estabilidad macroecon¨®mica. El mundo est¨¢ inmerso en un periodo de fuerte volatilidad macroecon¨®mica. Comenz¨® con la pandemia que hundi¨® la actividad y los precios y continu¨® con una recuperaci¨®n mundial muy intensa comenz¨® un brote de inflaci¨®n en el que seguimos inmersos.
La econom¨ªa mundial ante la brusca subida de precios ha reaccionado frenando la demanda, principalmente de materias primas, y la inflaci¨®n da se?ales de moderaci¨®n desde la pasada primavera. Pero los errores de pol¨ªtica econ¨®mica pueden conseguir que un problema transitorio se convierta en permanente.
Ante un problema de inflaci¨®n es necesario enfriar la demanda y favorecer lo m¨¢s posible la inversi¨®n y el desplazamiento de la oferta. En 1979 Thatcher y luego en 1981 Ronald Reagan hicieron pol¨ªticas fiscales expansivas que agravaron el problema de inflaci¨®n y las mantuvieron durante todo su mandato hasta finales de los a?os ochenta. Thatcher dej¨® el Gobierno con un d¨¦ficit p¨²blico estructural del 4%. Y Ronald Reagan mantuvo un d¨¦ficit p¨²blico pr¨®ximo al 3% del PIB sus ocho a?os de mandato y aument¨® la deuda p¨²blica del 30% del PIB en 1980 al 50% en 1989.
Sus pol¨ªticas forzaron a la Reserva Federal y al Banco de Inglaterra a mantener tipos de inter¨¦s m¨¢s altos, desincentivando la inversi¨®n empresarial. En la primera legislatura de Thatcher la tasa de paro se dobl¨® y subi¨® hasta el 12%. Y en EE UU se destruyeron tres millones de empleos. Truss llega al Gobierno con un d¨¦ficit p¨²blico estructural de nuevo en el 4% del PIB pero con el triple de deuda p¨²blica que la que se encontr¨® Thatcher. Los mercados financieros globales hoy est¨¢n mucho m¨¢s interconectados. Por esa raz¨®n, la decisi¨®n del aumento masivo del d¨¦ficit provoc¨® la pasada semana una fuga de capitales y el desplome de la libra. Esto se produce con subidas de casi 100 puntos b¨¢sicos de los tipos de inter¨¦s de la deuda p¨²blica brit¨¢nica, lo cual confirma el miedo de los inversores.
Giorgia Meloni ha hecho las mismas propuestas populistas pero la situaci¨®n fiscal de Italia es m¨¢s dram¨¢tica con 150% del PIB. Si cumple sus promesas de campa?a, como ha hecho Truss, tendr¨ªa que pedir un rescate a sus socios europeos y al FMI en pocas semanas. El populismo fiscal fracas¨® en la crisis del petr¨®leo de 1979 y volver¨¢ a fracasar en la crisis actual del gas.
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