Rotundas sorpresas presupuestarias

Primera sorpresa, para quienes auguraban inestabilidad: se ha aprobado el Presupuesto para 2023, el tercero de la legislatura. Y atenci¨®n, con 187 votos. En los tres casos se super¨® el registro de todos los a?os desde 2003, cuando hab¨ªa una mayor¨ªa absoluta del PP aznarista (183 esca?os).

Segunda sorpresa, para quienes sostienen que nadie fuera de Espa?a le concede cr¨¦dito, esa pol¨ªtica-ficci¨®n. La Comisi¨®n Europea le ha otorgado su (indispensable) aprobado. Lo califica de ¡°prudente¡±, pero advierte de que el Gobierno debe estar presto a cualquier rev¨¦s para ajustar, si toca, el gasto corriente, el factor que inquiet¨® aqu¨ª a los reguladores.

Adem¨¢s, afirma que su arquitectura macro es ¡°plausible¡±. Que sus proyecciones de reducci¨®n de d¨¦ficit (del 5% al 3,9% en 2023) y deuda (del 115,2% del PIB al 112,4%% ese a?o) est¨¢n ¡°en l¨ªnea¡± con las de la Comisi¨®n. Y, aunque le da un pellizco por extender las ayudas m¨¢s all¨¢ de ¡°hogares y empresas vulnerables¡±, estima que el gasto corriente ser¨¢ inferior al del crecimiento econ¨®mico potencial: la clave de b¨®veda del criterio fiscal de Bruselas. As¨ª que en ella Espa?a tambi¨¦n ¡°est¨¢ en l¨ªnea¡±.

Tercera sorpresa, la comparativa. Tambi¨¦n ah¨ª este pa¨ªs sale bien librado. Figura entre los nueve socios que cumplir¨¢n las previsiones, sobre todo la regla del gasto (aumento inferior al del PIB). Lo que contrasta con frugales como Pa¨ªses Bajos, Finlandia, Austria y Alemania, que ¡°no est¨¢n en l¨ªnea¡± con la estrategia del Consejo y a los que ¡°invita¡± a tomar medidas para ¡°subsanar¡± ese incumplimiento.

El a?o 2023 se prev¨¦ una continuaci¨®n (amortiguada y ralentizada) de 2021 y 2022. La buena racha ha favorecido una gran recaudaci¨®n, que ha estrechado la brecha fiscal de Espa?a con la eurozona: en tres a?os la ha reducido a la mitad, 3,5 puntos de PIB: est¨¢ en el 43,7% frente al 47,2%, cuando antes de la pandemia la distancia era del 46,3% europeo al 39,2% espa?ol. Cierto que el grueso del achicamiento se debe a la mayor recaudaci¨®n a causa de la inflaci¨®n (aunque eso ha ocurrido en los dem¨¢s pa¨ªses), que aumenta los ingresos generados por los viejos impuestos, y no por una pol¨ªtica impositiva global reformada, siempre pendiente.

Claro que hay catalejos menos amables. Un ¡°pero¡± al aplauso de Bruselas es el c¨¢lculo del FMI sobre la conveniencia de reducir el d¨¦ficit estructural, de entre un cuarto y medio punto del PIB (hasta 6.500 millones) en 2023. En trazo grueso, lo significativo es que el reino de Espa?a est¨¦ alineado con lo m¨¢s ortodoxo de la eurozona, atendiendo al an¨¢lisis de Bruselas. Y que toda la UE cabalga sobre un doble ra¨ªl: aumento del gasto para compensar a los precarizados por la guerra y la inflaci¨®n; ingresos suficientes, en general al alza, aunque con alg¨²n retoque impositivo a la baja.

En esto, el paradigma de la ca¨ªda de Saulo lo dibujan el exsocio Reino Unido e Italia. En pocas semanas han destruido el mito de las rebajas fiscales generales, la falacia neoliberal de que gravar menos recauda m¨¢s y la obscenidad de que siempre hay que acrecer la riqueza del rico.

Acierten o no en el conjunto de sus medidas fiscales, resulta meritoria la rectificaci¨®n de ambas derechas radicales sobre sus promesas de reducciones fiscales. Rishi Sunak ha revertido los planes de rebajas de la dist¨®pica Liz Truss. Retengan dos medidas del nuevo primer ministro: mantiene el tipo marginal del IRPF al 45%: ?sin deflactar sus tramos!, con lo que recaudar¨¢ 12.500 millones de euros m¨¢s al a?o; y gravar¨¢ los beneficios energ¨¦ticos ca¨ªdos del cielo no seg¨²n resultados, sino seg¨²n facturaci¨®n. ?Una gu¨ªa para tories hispanos?

Y otra de Giorgia Meloni, que santific¨® la tasa plana del IRPF al 15% para todo el mundo. La constri?e ya a los aut¨®nomos que ingresen 85.000 euros al a?o (y no solo hasta 65.000). Estas s¨ª son rebajas ideol¨®gicas de Black Friday.