Sufrimientos evitables
Hoy comprobamos que la crisis anterior se pudo haber resuelto de otra manera. Ahora se permiten rebajas de las cuotas de las hipotecas y aplazamientos. Los bancos son los mismos pero los Gobiernos bien distintos
El acuerdo entre el Gobierno y la banca para mitigar los sufrimientos de los hipotecados por la fuerte subida de los tipos de inter¨¦s supone un enfoque radicalmente distinto al empleado en la crisis anterior en 2012. Hace diez a?os se aplic¨® a rajatabla la antisocial legislaci¨®n vigente que llev¨® a cientos de miles de familias con sus hijos peque?os a la calle por m¨ªnimos impagos de sus hipotecas. Miles de desahuciados siguen todav¨ªa pagando las consecuencias de aquellas medidas. Algunos como okupas en sus propias casas, actualmente en poder de fondos especulativos, sobreviven pendientes de la renovaci¨®n de las sucesivas moratorias del Gobierno que impiden la expulsi¨®n de sus hogares.
Hoy comprobamos que la crisis anterior se pudo haber resuelto de otra manera. Ahora se permiten rebajas de hasta el 50% de las cuotas de las hipotecas y aplazamientos de las mismas cinco a?os. Ahora comprobamos que aquellos sufrimientos que se presentaron como irremediables eran evitables. Los bancos son los mismos pero los Gobiernos bien distintos.
Adem¨¢s de los enormes costes humanos, la gesti¨®n de la anterior crisis ha sido la m¨¢s costosa de la Uni¨®n Europea. Las ayudas a los bancos han aumentado el d¨¦ficit p¨²blico en 73.261 millones de euros, seg¨²n la actualizaci¨®n de Eurostat del pasado octubre. Es una cifra que crece sin cesar a?o tras a?o. En 2021 se increment¨® en 1.255 millones. Los gestores del descalabro, Mariano Rajoy y Luis de Guindos, nunca han explicado por qu¨¦ las cosas fueron tan distintas de sus previsiones que aseguraban que ¡°no costar¨¢ un euro al contribuyente¡±.
La distinta respuesta a la crisis se debe a dos razones: un cambio sustancial de la legislaci¨®n a la que han contribuido las movilizaciones sociales y el derecho europeo y a un gobierno cuyas prioridades no se limitan a salvar a los bancos.
Las medidas actuales se basan, sin embargo, en un nuevo C¨®digo de Buenas Pr¨¢cticas (CBP) que fue el sistema empleado en 2012. El balance ha sido notoriamente deficiente. Seg¨²n el XIX Informe de la Comisi¨®n de control de su cumplimiento hasta finales de 2021 de las 133.797 solicitudes de hipotecados solo se realizaron 62.526 operaciones, un 46,7%. De ellas, 54.190, han sido reestructuraciones de deuda y solo se han aceptado 8.317 daciones en pago y 19 quitas.
El abogado Javier Rubio, del Centro de Asesor¨ªa y Estudios Sociales (CAES), con una larga trayectoria en la defensa de familias vulnerables, sostiene que el escaso impacto del c¨®digo de 2012 ¡°se debe a que los bancos se han resistido a aplicarlo y no han informado a sus clientes de su existencia y sus derechos¡±. ¡°El C¨®digo actual¡±, a?ade, ¡°es mejor porque reduce el desequilibrio entre el banco y el cliente, que sigue siendo muy grande¡±.
La clave estar¨¢ en c¨®mo se aplicar¨¢ el nuevo C¨®digo cuyas medidas son a¨²n muy t¨ªmidas ante la magnitud del drama social. Hay que recordar que en el New Deal, el Gobierno de Roosevelt fue mucho m¨¢s decidido con ayudas directas a los hipotecados arruinados, con la Ley de Refinanciamiento de la Vivienda de 1935. No se debe retrasar m¨¢s la nueva ley de vivienda en Espa?a.
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