Nicol¨¢s Redondo: un l¨ªder sindical y socialista que contribuy¨® a la modernizaci¨®n de Espa?a
Logramos su apoyo cuando reclamamos cuotas para que hubiera m¨¢s mujeres en los ¨®rganos de direcci¨®n sindical y en todas sus estructuras
No voy a caer en la tentaci¨®n de convertirme en falsa historiadora, no es el momento. Por suerte disponemos de dos realidades significativas e importantes para conocer m¨¢s y mejor a Nicol¨¢s Redondo: 1) En la UGT y en la Fundaci¨®n Francisco Largo Caballero hemos recogido y publicado aspectos y momentos de la historia de Nico, sus escritos, discursos y documentos a los que dedic¨® tiempo y reflexi¨®n antes de poner en ellos su firma. Animo a su lectura y a su valoraci¨®n por parte de historiadores e investigadores. 2) A la vez, ya tenemos la segunda y ya m¨¢s completa Ley de Memoria Democr¨¢tica que permitir¨¢ seguir recordando a las personas que tuvieron que ver con la reconstrucci¨®n de la Democracia y del Estado Social de Derecho de y en la Espa?a que hoy vivimos. Como es el caso de Nicol¨¢s Redondo.
Intentar¨¦ escribir unas l¨ªneas urgentes desde una mirada de mujer, en tiempos donde hab¨ªa pocas y menos con responsabilidades sindicales, pol¨ªticas y sociales.
Nico fue un autodidacta, como la mayor¨ªa de la clase trabajadora de su tiempo, pero le¨ªa constantemente para conocer m¨¢s y tambi¨¦n para disfrutar de esas lecturas, lo hac¨ªa mientras iba en coche o en otro medio de transporte, como queriendo aprovechar esos ¡°tiempos muertos¡±. Tambi¨¦n le gustaba escuchar, creo que lo ley¨® en Pit¨¢goras: ¡°Escucha y ser¨¢s sabio, el comienzo de la sabidur¨ªa es el silencio¡± y si no lo ley¨® en Pit¨¢goras, lo ley¨® en Valery: ¡°Cada ¨¢tomo de silencio es la posibilidad de un fruto maduro¡±. Lo no quitaba que le molestase cuando, seg¨²n ¨¦l, habl¨¢bamos demasiado, y te dedicase una mirada que entend¨ªas perfectamente: ¡°Mejor c¨¢llate que no le est¨¢ interesando lo que le cuentas¡±.
Nos ped¨ªa que no dej¨¢semos de dedicar esfuerzos, en la formaci¨®n sindical, a la historia de la UGT para que los nuevos afiliados conocieran nuestras ra¨ªces y nuestros hist¨®ricos compromisos. Ojal¨¢ se siguiese haciendo ahora y constantemente, porque la Historia necesita descifrarse y conocerse a fondo para aprender positivamente de ella.
Nico era un hombre de su tiempo, pero era un hombre m¨¢s moderno que la mayor¨ªa de los hombres de su tiempo. Como l¨ªder sindical, su apuesta por el internacionalismo y el europe¨ªsmo lo dejaron patente. A todos los secretarios generales de las Federaciones de Industria, en aquellos tiempos ¨¦ramos doce o trece, nos exig¨ªa que cuid¨¢semos las relaciones con los sindicatos hermanos de otros pa¨ªses y con las internacionales sectoriales. ?l apost¨® por un europe¨ªsmo de la raz¨®n, no so?aba con instituciones fant¨¢sticas y costosas, apoyaba que los pa¨ªses y sus sindicatos se pusiesen de acuerdo alrededor de diferentes proyectos que fuesen ¨²tiles para los trabajadores y la sociedad europea en general.
Fue un modernizador de la negociaci¨®n colectiva y vigilaba los pasos que d¨¢bamos. Nos ped¨ªa que di¨¦ramos eficacia a nuestro trabajo sindical a trav¨¦s de la negociaci¨®n y que dedic¨¢ramos esfuerzos a homogeneizar las condiciones de trabajo y as¨ª, nos esforz¨¢semos en reducir el n¨²mero de convenios existentes para proteger a los trabajadores de las empresas peque?as.
Ten¨ªa al art¨ªculo 7? de la Constituci¨®n siempre presente: ¡°Los sindicatos de los trabajadores contribuyen a la defensa y promoci¨®n de los intereses econ¨®micos y sociales que le son propios¡¡± y por eso apost¨® por la concertaci¨®n bipartita y tripartita desde el primer momento de nuestra vida democr¨¢tica. Cuidaba a los dirigentes empresariales con mucho di¨¢logo, siguiendo aquel dicho chino de ¡°todo se ordena si la vara no se rompe¡±.
Nico era paternalista como la mayor¨ªa de los hombres y m¨¢s los de aquellos tiempos. Un paternalista protector, que no dej¨® de apoyar lo que reivindic¨¢bamos las mujeres en la UGT. Dos ejemplos de muestra. En un Comit¨¦ Confederal, que ahora no tengo tiempo para buscar su fecha, present¨¦ una Declaraci¨®n de apoyo a las mujeres del PSOE y en concreto a las parlamentarias socialistas que estaban intentando sacar adelante la primera Ley de interrupci¨®n voluntaria del embarazo. Muchos cuadros sindicales empezaron a pedir la palabra para decir que en esos berenjenales no deber¨ªamos meternos. Una vez m¨¢s pens¨¦ que ¨ªbamos a perder, no nos escuchaban, y entonces, Nico tom¨® la palabra y dijo: ¡°la ni?a tiene raz¨®n, nosotros tambi¨¦n estamos aqu¨ª para producir cambios sociales que den libertad a las mujeres¡± (la ni?a era yo y puede que no sea literal lo que escribo ahora, habr¨ªa que leer como se recogi¨® en el acta de ese comit¨¦ confederal, pero es lo que vino a decir) y as¨ª conseguimos el voto favorable a una Declaraci¨®n que mostraba que las mujeres de la clase trabajadora apoy¨¢bamos una Ley necesaria para todas las mujeres y que romper los techos de cristal era tambi¨¦n una tarea ugetista.
Conseguimos su apoyo para cambiar mentalidades cuando reclamamos las cuotas para que hubiera m¨¢s mujeres en los ¨®rganos de direcci¨®n sindical y en todas sus estructuras. Mujeres en las mesas negociadoras de todo tipo, en las secciones sindicales y en los comit¨¦s de empresa. Y no era f¨¢cil. Antes, y desde 1977, iniciamos una etapa de conferencias nacionales e internacionales de mujeres trabajadoras para realizar nuestra plataforma sindical espec¨ªfica, hasta disponer de un ¨®rgano espec¨ªfico de trabajo feminista sindical, el Departamento Confederal de la Mujer Trabajadora, que se aprob¨® en un Congreso. Todo ello fue apoyado por Nicol¨¢s y, a veces, teniendo que levantar la voz para ayudarnos o apoyarnos.
Como ven, fue pionero en tiempos dif¨ªciles. Siguiendo a don Emilio Lled¨® cuando escribi¨® que en democracia ¡°no debe haber un l¨ªder absoluto, debe haber ideas l¨ªderes y gentes honestas capaces de llevarlas a cabo¡±. Nico, como todos le llam¨¢bamos, era un hombre fuerte de car¨¢cter que no fue un l¨ªder absoluto, que lideraba ideas y exig¨ªa democr¨¢ticamente que las hici¨¦ramos realidad.
Matilde Fern¨¢ndez Sanz fue secretaria general de la Federaci¨®n de Industrias Qu¨ªmicas y Energ¨¦ticas de 1977 a 1988.
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