La sequ¨ªa golpea al jam¨®n de bellota

El sector del ib¨¦rico de dehesa ser¨¢ uno de los afectados por la sequ¨ªa de los ¨²ltimos meses ante la falta de hierba en esos territorios y, sobre todo, por la escasez de bellota para proporcionar alimentaci¨®n suficiente a las caba?as ganaderas que tradicionalmente se engorda en ese tipo de ecosistema. Este supone m¨¢s de tres millones de hect¨¢reas, fundamentalmente de encinas, alcornoques, quejigos o acebuches en Extremadura, Andaluc¨ªa, Castilla y Le¨®n, Castilla-La Mancha y Madrid.

En los ¨²ltimos a?os, y en condiciones de normalidad, la montanera supuso la entrada en la dehesa de casi 700.000 animales para la fase de engorde a base sobre todo de bellota y otras hierbas. Esta campa?a, todas las estimaciones coinciden en una reducci¨®n en la entrada de animales. Para Agust¨ªn Gonz¨¢lez, responsable del sector del ib¨¦rico en Cooperativas Agroalimentarias andaluzas, el recorte se situar¨ªa en m¨¢s del 20%, lo que disminuir¨ªa la oferta frente a una demanda al alza en los mercados. Seg¨²n sus estimaciones, la reducci¨®n de la bellota ser¨ªa de cerca de un 40% respecto a un a?o normal.

Desde las cooperativas andaluzas se denuncia, adem¨¢s, la decisi¨®n del gobierno aut¨®nomo de no conceder ayudas para el suministro de pienso a las explotaciones con menos de 15 madres, lo que consideran, al igual que la COAG, que supone dejar fuera al 70% de las explotaciones familiares que operan en la actividad. En este recorte de animales para la montanera influye igualmente el incremento de los precios de los cereales, mayores costes y la inseguridad de su recuperaci¨®n en la venta, por lo que muchos ganaderos optaron ya por deshacerse de los lechones y renunciar a su engorde.

Desde la interprofesional del sector del cerdo ib¨¦rico, su presidente Antonio Prieto coincide en la escasez de bellota, si bien la situaci¨®n es muy dispar seg¨²n cada territorio. Como consecuencia de este contexto, estima que probablemente muchos animales, que en este momento se hallan en la montanera para su clasificaci¨®n como animales de bellota, deban pasar a calificarse solamente como animales de cebo de campo por insuficiencia de ese fruto para su engorde hasta marzo. En este sentido, en el sector se coincide en la necesidad de reforzar los controles y las inspecciones a la hora de la clasificaci¨®n de las canales de los animales para mantener su imagen de calidad y que cada producto responda a su alimentaci¨®n y manejo, adem¨¢s de su raza.

Para la obtenci¨®n de animales de bellota sobre la base de su alimentaci¨®n, la entrada de los mismos en la dehesa o montanera se debe llevar a cabo desde el 1 de octubre hasta el 15 de diciembre para su sacrificio entre el 15 de diciembre y el 31 de marzo. Los animales deben entrar en ese ecosistema con un peso medio del lote entre los 92 y los 115 kilos, y deber¨¢n reponer, como m¨ªnimo, 46 kilos durante un periodo de m¨¢s de 60 d¨ªas con una edad m¨ªnima de 14 meses. En matadero, su peso m¨ªnimo ser¨¢ de 115 kilos, excepto para los animales 100% ib¨¦ricos que debe ser de 108 kilos.

Para su calificaci¨®n por su alimentaci¨®n, una animal de bellota debe tener una dieta diaria m¨ªnima de ocho kilos que busca en el suelo, adem¨¢s de hierbas y cereales para una transformaci¨®n estimada en 0,8 kilos de peso. En condiciones normales, la densidad ser¨ªa de un animal para entre 1,5 y m¨¢s de 4 hect¨¢reas, seg¨²n la campa?a de bellotas o su masa arb¨®rea.

Para los ib¨¦ricos de bellota est¨¢ reservada la etiqueta negra si adem¨¢s son 100% ib¨¦ricos de raza y la roja si su pureza racial es del 50% como m¨ªnimo. A efectos de su comercializaci¨®n, se puede emplear la denominaci¨®n ¡°Pata negra¡± si el animal es de bellota y 100% ib¨¦rico. La denominaci¨®n en un etiquetado de un producto como de montanera o dehesa, solo se puede utilizar si es de un animal de bellota.

En materia de clasificaciones, adem¨¢s del ib¨¦rico de bellota, en un segundo escal¨®n se halla el ib¨¦rico de cebo de campo para animales engordados en explotaciones extensivas o semi extensivas cuando disponen de una superficie de 100 metros por animal y b¨¢sicamente con cereales. Para su sacrificio deben tener una edad m¨ªnima de 12 meses y se comercializan bajo la etiqueta verde. El tercer escal¨®n lo ocupa el ib¨¦rico de cebo en explotaciones intensivas, granjas con una superficie de dos metros por animal a base solo de pienso y cuya comercializaci¨®n se hace bajo la etiqueta blanca.