Bruselas acusa a Berl¨ªn de defender ¡°recetas del pasado¡± sobre reglas fiscales
Las propuestas del Ministro de Finanzas alem¨¢n son ¡°una camisa de fuerza¡± o como ¡°poner cemento en una tarta¡±, apuntan fuentes de la Comisi¨®n Europea
La Comisi¨®n Europea no quiere volver a las reglas fiscales vigentes, aunque suspendidas por la pandemia, ni quiere que las nuevas se parezcan a ellas. Despu¨¦s de la experiencia de la crisis financiera, Bruselas ha dejado de creer en ¡°n¨²meros m¨¢gicos¡± iguales para todos e imposibles de cumplir. De ah¨ª que apenas haya prestado o¨ªdos a Alemania en su propuesta de reforma. Para el Ejecutivo comunitario, las demandas de Berl¨ªn son como ¡°...
La Comisi¨®n Europea no quiere volver a las reglas fiscales vigentes, aunque suspendidas por la pandemia, ni quiere que las nuevas se parezcan a ellas. Despu¨¦s de la experiencia de la crisis financiera, Bruselas ha dejado de creer en ¡°n¨²meros m¨¢gicos¡± iguales para todos e imposibles de cumplir. De ah¨ª que apenas haya prestado o¨ªdos a Alemania en su propuesta de reforma. Para el Ejecutivo comunitario, las demandas de Berl¨ªn son como ¡°una camisa de fuerza¡± o ¡°recetas del pasado¡±, han apuntado este s¨¢bado fuentes de la Comisi¨®n Europea despu¨¦s de o¨ªr al ministro federal de Finanzas, Christian Lindner, reclamar por en¨¦sima vez ¡°objetivos num¨¦ricos comunes¡± de reducci¨®n de deuda p¨²blica para todos los pa¨ªses, sea cual sea su situaci¨®n fiscal.
El mi¨¦rcoles ya qued¨® muy claro que Bruselas persigue una rebaja de la gran deuda que tienen los Estados miembros de la UE, especialmente de la zona euro, teniendo en cuenta cu¨¢l es la posici¨®n de cada pa¨ªs. Dicho de otra forma: no es igual Grecia, con un pasivo superior al 174% de su PIB, que Alemania, con un 68%. Imponerles a ambos una reducci¨®n al ritmo de un veinteavo al a?o hasta llegar al 60%, como exigen las normas fiscales actuales, supondr¨ªa condenar al pa¨ªs heleno a una recesi¨®n profunda (otra como la que sufri¨® la pasada d¨¦cada). Por eso, fuentes de la Comisi¨®n definen esto como ¡°n¨²meros m¨¢gicos¡±.
Pero a Alemania, especialmente a su ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, no le gustan las sendas fiscales ajustadas a cada pa¨ªs que ha puesto sobre la mesa el Ejecutivo comunitario con su propuesta de reforma legal. Lindner ¡ªque en febrero lleg¨® a declarar que ¡°la crisis del euro demostr¨® que los recortes duros son necesarios cuando se duda de la fiabilidad de las finanzas p¨²blicas¡±, contra la evidencia del FMI¡ª est¨¢ empecinado en que haya ¡°referencias num¨¦ricas¡± comunes en las nuevas reglas fiscales. As¨ª que a comienzos de este mes, en la recta final de la redacci¨®n de las normas por parte de la Comisi¨®n, envi¨® un documento a Bruselas reclamando una reducci¨®n anual de deuda equivalente, al menos, al 1% del PIB para los pa¨ªses con mayores pasivos (Grecia, Italia, Portugal, Espa?a, Francia y B¨¦lgica) y del 0,5% a los que superen el 60%.
Sin embargo, la capital comunitaria ya no es la de la d¨¦cada pasada: la ¡°austeridad expansiva¡±, el eufemismo con el que se calificaron los recortes impuestos en Atenas, Lisboa o Madrid, ha perdido adeptos. La reforma de las reglas fiscales demuestra esta hip¨®tesis. Por eso, fuentes de la Comisi¨®n Europea califican la propuesta de Lindner de forma muy gr¨¢fica: ¡°Es como poner cemento en una tarta¡±. ¡°Usar n¨²meros m¨¢gicos diciendo lo que tienes que hacer este a?o sin tener en cuenta el tiempo que hace [como met¨¢fora de la situaci¨®n fiscal de cada pa¨ªs] no tiene sentido. No logra el resultado que persigues. Es una camisa de fuerza que no funciona bajo las condiciones econ¨®micas que vemos¡±, explicaban las mismas fuentes la ma?ana de este s¨¢bado en Estocolmo, durante la reuni¨®n informal de ministros de Finanzas de la UE, el llamado Ecofin.
Adem¨¢s, los t¨¦cnicos de la Comisi¨®n argumentan que los objetivos anuales autom¨¢ticos que propone Berl¨ªn corren el riesgo de acabar volvi¨¦ndose en contra por ser ¡°proc¨ªclicos¡±. Es decir, aplicar un ajuste de deuda de un punto de PIB cada a?o incluso cuando hay una crisis econ¨®mica agrava el problema, ya que obliga a hacer recortes cuando lo que se precisa es el respaldo del dinero p¨²blico para que la situaci¨®n no empeore.
Bruselas es optimista y cree que la reforma puede salir adelante r¨¢pido. Una vez ha presentado su posici¨®n, se ha evidenciado que Alemania tiene pocos aliados en este debate. Falta por ver qu¨¦ posici¨®n adopta el nuevo Gobierno finland¨¦s cuando se constituya y los Estados b¨¢lticos, todos partidarios del rigor fiscal, como ha recordado un ministro presente en Estocolmo este s¨¢bado. No obstante, las declaraciones que hizo el viernes el ministro de Finanzas franc¨¦s, Bruno Le Maire, se?alando que los automatismos comunes que reclama Berl¨ªn ¡°no son eficientes¡± y que la propuesta de la Comisi¨®n es ¡°una base muy buena para la discusi¨®n¡± alimentan ese estado de ¨¢nimo. Tambi¨¦n las palabras de su hom¨®loga holandesa, Sigrid Kaag, van en la misma l¨ªnea. Su posici¨®n no es la misma que la de Par¨ªs. La Haya siempre ha sido m¨¢s proclive a la consolidaci¨®n fiscal, pero acepta que los mismos n¨²meros no encajan para todos. Y en el caso italiano, que pide m¨¢s margen a la Comisi¨®n en su propuesta para hacer hueco a la inversi¨®n p¨²blica, en la capital comunitaria no ven grandes problemas.
Seg¨²n las conclusiones del Ecofin de marzo, la propuesta deber¨ªa estar lista antes del 31 de diciembre. Eso es lo que quiere exactamente el Ejecutivo comunitario para no tener que volver en ning¨²n momento a las normas fiscales antiguas, que exigen reducir toda la deuda que supere el 60% del PIB al ritmo de un veinteavo al a?o, pero se encuentran suspendidas desde la pandemia. De hecho, el vicepresidente ejecutivo de la Comisi¨®n, Valdis Dombrovskis, record¨® el viernes que 2024 ser¨¢ un a?o de transici¨®n entre unas reglas fiscales viejas que no funcionar¨¢n plenamente y las que est¨¢n por llegar.
Este es tambi¨¦n el deseo de la mayor¨ªa de los socios comunitarios, como Espa?a, que tendr¨¢ que pilotar las negociaciones entre los Estados al tocarle la presidencia de la UE en la segunda mitad de este a?o. De hecho, fue Madrid quien presion¨® en marzo para que se incluyera esa fecha l¨ªmite. El equipo de la vicepresidenta primera y ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, a quien le corresponde este asunto, sabe que las negociaciones no van a ser f¨¢ciles, aunque tambi¨¦n ha querido ver ¨¢nimo constructivo en todos los socios.
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